El descubrimiento de un supuesto complot para asesinar al presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, de 71 anos, que esta en el poder desde la independencia del pais en 1980, ha sacado a la luz el tema tabu de su sucesion.
Dos hombres, detenidos en Harare la ultima semana, fueron acusados de conspiracion golpista el martes ante un tribunal. Supuestamente estan vinculados con un tercer hombre, detenido desde agosto bajo sospecha de intentar el asesinato del presidente.
Segun la policia, los tres sospechosos son miembros de Chimwenje (El Faro), un grupo de disidentes de Zimbabwe instalado en Mozambique, que contaria con 1.000 integrantes.
Al anunciar la formacion de un nuevo gabinete despues de las elecciones parlamentarias celebradas en abril, Mugabe dijo a la prensa que no es su deber preparar a alguien para transformarlo en presidente, y que esa persona tendria que ascender desde abajo, pero hasta ahora nadie lo ha hecho.
Segun la constitucion, en caso de fallecimiento de Mugabe, el orden sucesorio establece que los dos vicepresidentes, Joshua Nkomo (77) y Simon Muzenda (72), y el presidente del parlamento, Cyril Ndebele, seran llamados a ocupar la Presidencia por 90 dias.
"Pero esto es solo teoria. Probablemente haya una sangrienta disputa de poder, que podria dividir al pais etnicamente. No parece haber un sucesor definido", afirmo el experto en ciencia politica John Makumbe, de la Universidad de Zimbabwe.
De los tres posibles sucesores, ninguno parece politicamente aceptable, incluso dentro de sus propias circunscripciones.
El creciente disgusto hacia los dos ancianos vicepresidentes obligo a Mugabe a tomar medidas de proteccion politica hacia sus figuras el ano pasado.
Un congreso del partido gobernante decidio, en septiembre de 1994, que ningun otro miembro del partido podria ser rival de los vicepresidentes en elecciones primarias.
Dado que los partidos opositores son extremadamente debiles, la conquista de una candidatura parlamentaria del partido de gobierno en elecciones primarias practicamente asegura una banca en el parlamento.
Nkomo, que camina con la ayuda de un baston, pertenece al clan Kalanga, vinculado a los ndebeles, el mayor de los grupos minoritarios, y esto constituye una desventaja en un pais donde la politica esta orientada etnicamente.
Muzenda pertenece al clan Karanga, el mayor dentro de la mayoria shona, pero no posee cualidades de lider, segun ciertos analistas.
"La linea de sucesion en Zimbabwe esta muy mal definida. Mugabe se ha asegurado de que los posibles rivales permanezcan en el anonimato, por considerar que solo el debe ser conocido", comento Makumbe.
"Mugabe no esta dispuesto a retirarse con dignidad y dar lugar a personas mas jovenes. Pero al no preparar a un sucesor, esta descuidando el interes, la seguridad y la estabilidad nacional, porque habra graves conflictos si muere en el ejercicio de su cargo", agrego Makumbe.
El presidente se ha rodeado de politicos de baja estatura para asegurarse de que el tema de la sucesion permanezca como un juego de intrigas, segun Kempton Makarure, profesor de Derecho de la Universidad de Zimbabwe.
Makamure identifico a cuatro posibles sucesores. El primero en su lista es el ministro de Mineria, Edison Zvobgo, un abogado que este ano fue acusado por un grupo de parlamentarios de tener aspiraciones presidenciales.
"Zvobgo es un politico inteligente, capaz de salir adelante en las mas complejas situaciones politicas", dijo Makamure.
Sus otros tres "candidatos" son Dumiso Dabengwa, ministro del Interior, Kumbira Kangai, ministro de Tierras, y Emmerson Mnangagwa, ministro de Asuntos Judiciales, Legales y Parlamentarios.
Makumbe, por otra parte, tiene su propia lista de sucesores: el secretario del gabinete Charles Utete, el jefe retirado de la fuerza aerea Josiah Tungamirai, y el comandante del ejercito, Solomon Mujuru, en ese orden.
"Utete practicamente gobierna el pais. Tiene talento pero nadie lo sabe debido al estilo del gobierno, en el que todas las luces deben apuntar solamente a Mugabe", agrego Makumbe. (FIN/IPS/tra-en/lm/kb/ml-arl/ip/95