El pesimismo en la poblacion de Venezuela respecto al presente y el futuro del pais alcanzo su nivel mas alto en la historia, de acuerdo a un sondeo difundido hoy.
Segun ese estudio, 86 por ciento de los encuestados se manifestaron desesperanzados.
El "pulso nacional" fue realizado en septiembre por una de las encuestadoras mas tradicionales del pais, la empresa Datos, y sus resultados fueron revelados este martes por el diario El Nacional, tras algunas filtraciones previas.
Al comienzo de la gestion del veterano presidente Rafael Caldera, en febrero de 1994, el nivel del pesimismo del venezolano sobre la situacion del pais cayo a 57 por ciento, mientras el optimismo subio por vez primera vez en anos, para alcanzar a 42 por ciento de los encuestados.
El gobierno interino de Ramon Velasquez culmino su mandato con un nivel de pesimismo de 82 por ciento, el mas alto registrado hasta entonces, despues de la apertura de la crisis institucional en 1992 con dos asonadas militares y la salida del poder de Carlos Andres Perez por cargos de corrupcion, en mayo de 1993.
Datos realiza tres grandes sondeos al ano, cuyos resultados son dados a un pequeno grupo de clientes del sector politico y empresario, uno de los cuales lo filtro al columnista Jorge Olavarria, opositor al gobierno de Caldera.
El Nacional afirmo el domingo, en una version no comentada oficialmente, que la filtracion del "derrumbe de imagen" de Caldera provoco una agria investigacion del gobierno sobre el responsable de que los resultados llegaran a Olavarria.
La reaccion del columnista a la supuesta actuacion de figuras del gobierno fue publicar este martes el sondeo, con interpretaciones sumamente criticas para la administracion Caldera y su gestion de 21 meses, sobre todo en el manejo de la economia.
El sondeo entre 2.000 personas seleccionadas en todo el pais mostro que 57 por ciento de los entrevistados tiene poca o ninguna confianza en la capacidad del presidente, 22 por ciento conserva alguna confianza y 18 por ciento mucha.
En marzo de 1994, la desconfianza en torno al fundador de la democracia cristiana, ahora alejado de su antiguo partido Copei, abarcaba solo a 31 por ciento de los encuestados, mientras 44 por ciento tenia mucha confianza.
Olavarria recordo que el nivel de desconfianza mayoritaria en Caldera se evidencio antes de que se conociera el fracaso del control de cambios vigente desde junio de 1994 y la consecuente erosion de divisas que forzo negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, que obligaran a un nuevo ajuste economico.
La situacion economica habia pasado en septiembre a ser la principal preocupacion del venezolano, mientras antes lo era la inseguridad personal y la delincuencia.
Segun Datos, 55 por ciento de los encuestados considero el costo de la vida y la inflacion como el problema que mas lo afectaba, mientras 20 por ciento cito la inseguridad, 15 por ciento el desempleo, tres por ciento los malos servicios publicos y uno por ciento la falta de vivienda y los bajos salarios.
Ademas, 51 por ciento se manifesto opuesto al control cambiario y solo 15 por ciento a favor, mientras que un ano antes eran 37 por ciento los contrarios y 27 por ciento los favorables. Los opuestos al control de precios representaron 56 por ciento, frente a 41 por ciento de septiembre de 1994.
Sobre el sistema politico venezolano, fundamentado los ultimos 37 anos en una democracia presidencialista dentro de un sistema representativo, 71 por ciento lo considera caduco y necesitado de reformas profundas.
Mientras, 49 por ciento estima que hay una ausencia de liderazgo en el pais y solo siete por ciento adjudica a Caldera imagen de lider, la mitad que hace un ano.
En tanto, el mayor porcentaje de los encuestados, 19 por ciento, votaria ahora como reemplazo de Caldera por una figura que no proviene de la politica, la alcaldesa del municipio caraqueno de Chacao y ex mis Universo Irene Saez.
Para Olavarria, el escenario que muestran los resultados de la encuesta es explosivo y recordo que a fines de 1991 el nivel de pesimismo de la poblacion alcanzaba a 66 por ciento, produciendo un caldo de cultivo para el intento de golpe de Estado de febrero de 1992. (FIN/IPS/eg/dg/ip/95