El parlamento de Venezuela propuso que un co-gobierno maneje la crisis economica y social, mientras se anunciaba la firma, para este jueves en Washington, de nuevos convenios de prestamo entre el gobierno y el Banco Mundial.
Esta semana se sucedieron en Venezuela demandas de nuevo gobierno, propuestas para co-gobernar, exigencias de cambio de gabinete, una masiva y violenta marcha antigubernamental en Caracas y los ya habituales rumores de golpe de Estado y de enfermedad y muerte del presidente Rafael Caldera.
La efervescencia politica se produce al margen de la abulica campana para los comicios regionales y municiples de diciembre y mientras el gobierno busca dinero fresco ante organismos multilaterales y apronta medidas de ajuste rehuidas desde que se inicio en febrero de 1994.
La directiva parlamentaria propuso a Caldera conformar tres equipos de trabajo al mas alto nivel, para atender las medidas economicas, sociales y de ajuste administrativo pendientes.
El primero lo integrarian el Jefe del Estado, las directivas del Congreso (Senado y Camara de Diputados) y los jefes de sus fracciones parlamentarias "para disenar e instrumentar los cambios estructurales economicos, sociales e institucionales".
El segundo se conformaria con ministros del gabinete economico y los presidentes de las comisiones de economia y finanzas de las camaras, "para analisis, diseno y tramite de las medidas legislativas y administrativas requeridas en materia economica y financiera".
A la tercera irian ministros de otros sectores y presidentes de las comisiones parlamentarias correspondientes para del mismo modo analizar, disenar y tramitar medidas legislativas y administrativas en areas institucionales y de politica social.
Ese esquema de co-gobierno fue aprobado, en un parlamento cuatripartito, por los partidos oficialistas Convergencia (creado por Caldera en 1993 con disidentes democristianos) y Movimiento al Socialismo (izquierda moderada) y por los principales de la oposicion.
Esos ultimos son el socialdemocrata Accion Democratica (que goberno con los expresidentes Jaime Lusinchi y Carlos Andres Perez en 1984-1993) y el socialcristiano Copei, cuyas cupulas por separado exigen cambios en el gabinete, impulsando a tecnocratas independientes sin plantear todavia una abierta coalicion.
Se opuso a los equipos de trabajo la izquierdista Causa Radical (20 por ciento de escanos), cuyos dirigentes proponen que Caldera estructure un nuevo gobierno fuera de los partidos, con empresarios, sindicalistas y figuras universitarias.
Unos y otros coinciden en demandar mayor coherencia en los programas economicos -ocho en ano y medio de gobierno- y en la necesidad de reunir consenso alrededor de las medidas concretas para afrontar la crisis.
La mas inmediata y temida es una devaluacion, que responderia a la merma en las reservas internacionales netas, pese a 15 meses de control de cambios, pues cayeron de 7.286 millones de dolares en diciembre de 1994 a 5.688 millones de dolares en septiembre.
La Junta que administra el control de cambios carece de divisas para atender la demanda durante lo que resta de ano y desde el 6 de septiembre no habria dado ni un solo dolar nuevo para importacion, segun fuentes de la industria privada.
La paridad oficial, fija desde junio de 1994, es de 170 bolivares por dolar, pero la divisa estadounidense se cotizo este miercoles, en el mercado paralelo de bonos Brady en la Bolsa de Caracas, a la cifra record de 315 bolivares.
La publicacion confidencial Veneconomia aseguro que para devaluar podria decretarse un feriado cambiario el viernes, tras el feriado de este jueves o a lo sumo el ultimo dia del mes.
El gobierno podria sostener una tasa de 160 o 170 bolivares por dolar para importaciones esenciales (alimentos, medicinas), y dejaria a una paridad cercana a 300 bolivares las restantes operaciones, aventuro la publicacion.
El tamano de esa medida ilustra el debate alrededor de la politica economica, nuevamente delineada por el gobierno este mes en una "Agenda Venezuela" o compendio de objetivos a conquistar con ajustes graduales en 10 areas de la economia.
Esa Agenda fue llevada al Fondo Monetario Internacional (FMI) por el ministro de Hacienda, Luis Matos, en solicitud de 1.500 millones de dolares para apuntalar la balanza de pagos.
El FMI comenzo a estudiar la peticion venezolana, y Matos reitero este miercoles la aspiracion de que un acuerdo con el organismo se concrete antes de fin de ano.
La Agenda fue llevada tambien al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y al Banco Mundial, que habria dado luz verde para tres nuevos creditos a Caracas.
Los creditos, por montos todavia no senalados, apuntalarian el sistema financiero venezolano, algunos programas sociales y la reforma del sistema de seguridad social, indico Matos.
El Banco Mundial y el BID ya habian convenido diferir sus exigencias de aportes venezolanos a programas conjuntos, lo que postergo compromisos de Caracas por 800 millones de dolares.
Venezuela aspira a que el tejido de acuerdos con los organismos multilaterales avale la colocacion de nuevos bonos de deuda externa, por 1.000 o mas millones de dolares en el muy corto plazo, en mercados internacionales de capital.
En tres anos, el gobierno aspira hacerse con 7.500 millones de dolares, que se agregarian a los 27.000 millones de dolares que debe la Republica en el extranjero. La Comision Economica para America Latina calcula la deuda externa total venezolana en 38.800 millones de dolares.
El volumen del endeudamiento externo e interno, cuyo servicio consume 34 por ciento del presupuesto 1995 y 40 por ciento segun el proyecto de 1996, pasa sin embargo a segundo plano ante la urgencia para afrontar los compromisos publicos de muy corto plazo.
Los analistas coinciden en senalar que la inestabilidad en las cuentas publicas y el malestar en los sectores productivos -la economia no petrolera retrocede por tercer ano consecutivo y crece el desempleo- es el sustrato de la efervescencia politica.
El ministro de la Defensa, el general Moises Orozco, les dio la razon al atribuir el martes los rumores sobre golpe, agitacion en los cuarteles y mala salud del presidente a "sectores economicos que buscan alejar inversiones y danar la imagen del pais".
Caldera mismo, proximo a cumplir 80 anos, es compelido a dar pruebas de salud en sus apariciones publicas y el miercoles improviso una breve caminata en una instalacion ecuestre militar. "Segun los rumores, estoy muerto", bromeo ante periodistas. (FIN/IPS/hm/dg/ip/95