Venezuela debe apostar sin miedo por la apertura y la globalizacion, para buscar recuperar las condiciones de vida anteriores a los anos 80, postulo Luis Giusti, presidente del gigante petrolero estatal PDVSA.
Petroleos de Venezuela (PDVSA) cruzo este ano lo que Giusti llamo "el definitivo umbral de la apertura", al ofertar 10 campos, que contendrian 7.000 millones de barriles de crudos, para explotarlos en sociedad con capitales privados internacionales.
Giusti dijo que las asociaciones integran un proceso que abre a la iniciativa privada muchas areas de la industria, "locomotora" de la economia venezolana, en procura de "facilitar la insercion de nuestro pais en un mundo cada vez mas global".
El ejecutivo hablo como orador en la "Cena de la prensa", que cada ano organizan gremios de comunicadores de Venezuela.
"La globalizacion bien entendida no es un dogmatismo moderno ni estrategia de grandes empresas trasnacionales para tomar por asalto nuestros paises", dijo Giusti, "sino la sumatoria de experiencias de los paises, que se dan cuenta de que los mercados nacionales ya se agotan".
Para Venezuela "la globalizacion es una oportunidad, de llegar a diversos mercados no solo en lejanos paises sino tambien en nuestra region, y a medida que se abren mercados aumentan el consumo y los salarios", senalo Giusti.
Tambien contrasto las tesis de la apertura con las ideas nacionalistas que llevaron la industria a manos del Estado hace 20 anos, y subrayo que "no hay peor perdida de soberania que la pobreza del pueblo".
En Venezuela, "desde 1920 cada generacion tuvo mejores condiciones de vida que la precedente. En una especie de circulo virtuoso, cada quien recibio mas de lo que dio", lo cual se revirtio en los anos 80, opino Giusti.
Segun el Ministerio de Planificacion, el salario real de los venezolanos cae sin interrupcion desde hace 18 anos, y en la ultima decada se han duplicado los niveles de pobreza relativa y critica. En este ultimo estadio vive un tercio de la poblacion.
"Si no hacemos algo, cada vez ofreceremos peores oportunidades a nuestros hijos", y lo que debe hacerse segun Giusti es "poner el futuro en nuestra agenda, con sacrificios en el corto plazo".
Al colocar al futuro como agenda, dijo Giusti, se percibe que el exito posible de la industria petrolera esta en su apertura, es decir, la ampliacion de espacios para generar riqueza.
Recordo que durante decadas el negocio petrolero fue dominado por un punado de grandes trasnacionales, en tanto productores como Venezuela se asumian como paises subdesarrollados que trataban de arrancarles una mayor tajada bajo forma de impuestos.
Luego vino el periodo nacionalista y de defensa del Sur, y Giusti cito como hitos la nacionalizacion mexicana de 1938, la irani de 1954, la marcha de la OPEP (Organizacion de Paises Exportadores de Petroleo) desde 1960 y, en el caso de Venezuela, la nacionalizacion de 1976.
Pero "hoy, si vamos a trazar el camino del futuro, no podemos ver a las trasnacionales solo con ojos de paises subdesarrollados, sino tambien preguntarnos como tuvieron exito esas empresas".
La pregunta, subrayo, es pertinente porque desde 1976 Venezuela cuenta con PDVSA, "una compania de primera linea, como eje de su sector petrolero" y como base para atender algunos de sus requerimientos mas urgentes.
El primero seria "aumentar los ingresos de divisas" -las nuevas asociaciones traerian 1.000 millones de dolares anuales antes del ano 2003-, "pues en terminos reales han caido 70 por ciento en los ultimos 20 anos, y es preciso equilibrar nuestras cuentas externas", dijo Giusti.
PDVSA ingresa anualmente unos 12.000 millones de dolares -4.000 entran por otras exportaciones- e historicamente aporto mas de 70 por ciento de los ingresos fiscales, volumen ahora reducido a entre 45 y 50 por ciento del presupuesto.
El segundo es emplear a fondo la industria petrolera "como maquinaria economica, pues ya representa 24 por ciento del Producto Interno Bruto y, del 76 por ciento restante, 40 por ciento recibe los efectos encadenantes de la actividad petrolera".
Por ello, Giusti defendio la apertura "como espacio nuevo para la progresiva participacion de capitales privados", y recordo que la misma comenzo con los programas de asistencia tecnica de PDVSA a los fabricantes nacionales de sus insumos.
A continuacion, los convenios con empresas privadas iniciados en 1991 para explotar campos marginales, un total de 15 contratos que ya generan 80.000 barriles diarios (Venezuela produce 2,4 millones de barriles por dia) y emplean a 9.000 personas, dijo Giusti.
Posteriormente, vinieron los convenios para desarrollar crudos extrapesados en la sudoriental Faja del Orinoco, con la estadounidense Conoco, la francesa Total y las japonesas Itochu y Marubeni, que producirian mas de 200.000 barriles diarios de crudo.
Luego, el proyecto "Cristobal Colon", que recibio luz verde del parlamento en 1993, para extraer costa afuera y licuar unos 4,4 millones de toneladas anuales de gas, por un consorcio de PDVSA con la estadounidense Exxon, la angloholandesa Shell y la japonesa Mitsubishi.
PDVSA, dijo Giusti, incentivara ademas la participacion del capital privado en la orimulsion (combustible para plantas termicas, a base de hidrocarburos superpesados y agua, sustituto del carbon), en la industria petroquimica y en minas de carbon que tambien maneja la corporacion.
Agrego esfuerzos de PDVSA por ceder a terceros "actividades no medulares del negocio petrolero", como operacion de plantas electricas, de hidrogeno o nitrogeno en refinerias, y, en sentido inverso, la venta de tecnologia petrolera a terceros por la filial de investigacion de PDVSA, Intevep.
"Antes, la industria petrolera era para nosotros un agente de renta, porque la percibiamos como no nacional y no permanente, pero ahora comienza a percibirse como agente economico activo, un nuevo vinculo entre petroleo y sociedad" en Venezuela, concluyo Giusti. (FIN/IPS/hm/dm/if/95