PORTUGAL: Detencion de dirigente antirracista desata escandalo

El arresto del maximo dirigente de una organizacion antirracista, ocurrido esta madrugada tras intentar impedir una agresion contra tres africanos, desato en Portugal un escandalo nacional, desplazando de la primera plana la inminente formacion del gobierno socialista.

Segun testigos oculares, Jose Falcao, secretario ejecutivo de la organizacion no gubernamental (ONG) SOS-Racismo, que centra sus actividades en la defensa de los derechos de los inmigrantes, fue maltratado fisicamente por la policia antes de su detencion.

Falcao se convirtio en una conocida figura nacional por su constante actuacion en la denuncia a malos tratos policiales en especial a africanos, brasilenos y portugueses negros y mestizos.

Las radios locales coincidieron en colocar el caso Falcao como primera prioridad informativa, pese a que este jueves, el secretario general del PS y primer ministro designado, Antonio Guterres, anuncio el gabinete que asumira la proxima semana.

Segun el diputado y secretario general de la Juventud del PS, Jose Sousa e Pinto, la policia incurrio en "una agresion gratuita e injustificada".

Sousa e Pinto dijo a una emisora local que por casualidad, al regresar a su casa esta madrugada, "presencie la escena insolita en que los policias intimidaron y agredieron a Jose Falcao cuando este salia en defensa de tres ciudadanos negros".

Tras la agresion, Falcao se dirigio a la comisaria de policia para efectuar la denuncia, pero en lugar de ser registrada, fue detenido y arrastrado a la fuerza dentro de una celda, para mas tarde ser conducido a un hospital.

El informe de 1994 de Amnistia Internacional (AI), mantuvo a Portugal en el elenco de los paises que violan los derechos humanos por denuncias de torturas y malos tratos por parte de agentes de las tres policias, las que despues fueron objeto de "investigaciones muy demorosas".

AI denuncia a las policias de Seguridad Publica (PSP) y Judicial (PJ), asi como a la militarizada Guardia Nacional Republicana (GNR), de castigar a detenidos con punetazos, puntapies y golpes con cachas de pistola, "un fenomeno relativamente comun" en Portugal.

En la oportunidad, el gobierno saliente de centroderecha liberal califico de "excesivo" el informe de AI y garantizo que cuando se identifica a funcionarios policiales que maltratan personas, "son invariablemente castigados con severidad".

No obstante estas seguridades, el Comite contra la Tortura de la Organizacion de las Naciones Unidas (ONU) tambien critico en un informe "los frecuentes atrasos en las investigaciones" y deploro que los autores de los atropellos "no siempre comparecen ante la justicia".

El citado documento de la ONU anade que existe la impresion que en Portugal prima "una relativa impunidad para los autores de esos crimenes".

Tambien el Departamento de Estado de Estados Unidos, deploro en su informe del ano pasado, la situacion de los derechos humanos en Portugal, y recomendo que "se adopten medidas correctivas" ante los malos tratos policiales, "un fenomeno relativamente comun".

Pese a que la democracia fue instaurada hace 21 anos, tras el golpe de Estado militar de izquierda que depuso la dictadura corporativista de Antonio de Oliveira Salazar/Marcello Caetano (1926-1974), Portugal sigue integrando la "lista negra" que anualmente publica AI.

Este hecho, segun las ONG de derechos humanos, coloca a Lisboa en serios aprietos ante la comunidad internacional democratica.

En julio de este ano, SOS-Racismo publico un documento denunciando a las comisarias de policia de practicar "ofensas corporales, amenzas, prisiones ilegales y hasta homicidios", muchas veces no denunciados por inmigrantes de los paises afro- lusofonos, "por temor a ser expulsados del pais".

En Portugal viven unos 250.000 inmigrantes, en su mayoria de paises lusofonos, provenientes de los africanos Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique y Santo Tome-Principe, del sudamericano Brasil y de las ex colonias asiaticas de Goa, Diu y Damao, recuperadas por India en 1961.

En 1994, fueron denunciados 150 casos de ofensas corporales, 32 de abusos de poder, 16 de amenazas, ocho de prision ilegal, 23 de injurias, siete de homicidos por negligencia y seis voluntarios.

En el caso de los inmigrantes, las denuncias representan una minoria, porque muchos de ellos, "aceptan malos tratos policiales y no presentan queja por temor a ser expulsados del pais", senalo un reciente informe del Comite Portugues para los Refugiados. (FIN/IPS/md/jc/hd/95

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