La lucha contra la corrupcion requiere una justicia cuyo origen y gobierno sea independiende de los partidos politicos, dijo hoy en Venezuela Antonio Di Pietro, el mas famoso fiscal de los juicios italianos conocidos como "Manos Limpias".
Los jueces y demas instancias de justicia no deben surgir de los partidos politicos que controlan los parlamentos, requieren organos de gobierno y disciplina elegidos por ellos mismos, y necesitan una policia bajo su mando para garantizar su autonomia, opino.
Di Pietro, que hablo ante un congreso de gerencia en Caracas, aprovecho el caso de Venezuela para insistir en la necesidad de "voluntad politica para producir los cambios que hagan posible la lucha contra la corrupcion".
"Mani pulite (manos limpias) fue posible en Italia porque decidimos tomar el toro por los cuernos", dijo Di Pietro, "pero no es un logro para jactarse, porque lo importante es la continuidad y cotidianidad del proceso", agrego.
"Manos Limpias", que se inicio en 1992 como procesos judiciales contra la corrupcion en la ciudad de Milan, modifico todo el cuadro politico italiano, ya que llevo a la carcel a numerosos politicos y empresarios.
Entre bromas, y con un derroche de gestualidad y oratoria vehemente, que con frecuencia hizo reir al auditorio, Di Pietro mostro un cuadro sobre la corrupcion en 41 paises, en el que Italia y Venezuela figuran en "el peor grupo".
"Para derrotar la corrupcion hay que querer hacerlo, y en un pais como Venezuela, aun queriendo, deben cambiarse algunas cosas", senalo el magistrado italiano.
Los mayores cambios deben producirse en la dependencia de los organos de justicia respecto del poder de los partidos politicos.
La fiscalia general o ministerio publico, que actua como acusador de parte del Estado, en Venezuela es elegido por el parlamento, asi como el contralor general, que vela por la correcta administracion de la cosa publica, recordo Di Pietro.
Destaco ademas que el organo de gobierno administrativo y disciplinario de los tribunales, el Consejo de la Judicatura, es designado por la Corte Suprema de Justicia, cuyos magistrados son tambien nombrados por el parlamento.
"Ese esquema se presenta como garantia de independencia del poder judicial. Eso me deja perplejo", dijo Di Pietro, y se pregunto: "?Estamos seguros de que podemos hablar en las democracias liberales siempre de un parlamento libre?"
En esos parlamentos, "los soberanos son los partidos politicos, mientras que cuando Montesquieu le dio preeminencia al poder legislativo frente a los otros entendia que el soberano dentro de los parlamentos era el ciudadano".
Recordo que se muestra a los partidos como la voz de los sectores que integran al pueblo. "A veces", acoto de inmediato, pues "?es cierto o no que hay ausencia de gestion democratica en los partidos?"
Los partidos politicos, sostuvo "constituyen nuevas oligarquias de poder, suerte de feudalidades, que se asemejan a los senores feudales que reclutaban vasallos para sus guerras", de modo que "de portadores de la libertad los partidos devinieron en detentores de poder".
Ademas, "?quien financia a los partidos politicos?", se pregunto Di Pietro, y dijo que aunque paises como Venezuela establecieron normas sobre el financiamiento de campanas electorales, queda el "financiamiento oculto" de la actividad partidaria cotidiana.
"?Que credibilidad tienen partidos cuyos origenes de financiamiento no se conocen?", pregunto Di Pietro, para afirmar luego que "el financiamiento oculto es la base de una corrupcion incontrolable".
"?Quien esta detras del partido politico? ?quien es el verdadero detentor del poder y cuan soberano es un parlamento?", siguio preguntandose, para concluir en que el principio clasico de equilibrio entre los poderes debe ser mejor distribuido.
"La democracia liberal no es la del mas fuerte ni la del que gane las elecciones, sino la del que produzca reglas de garantia para el que esta del otro lado: que gane el mejor y no el mas tramposo", sentencio Di Pietro.
Otro pilar de la lucha anticorrupcion es "contar con personas que no puedan ser compradas" y para ello el ministerio fiscal necesita contar con su propia policia, para "asumir la responsabilidad por sus propios arrestos".
Recordo que en Venezuela, por ejemplo, la policia judicial depende del ministro de Justicia, "mientras que en Italia, con una policia bajo el mando directo del poder judicial, hemos encarcelado hasta al propio ministro de Justicia".
Por ultimo, tambien los empresarios deben practicar el principio de la libre competencia y de la transparencia, segun Di Pietro, para quien "todo el mundo del comercio, de las relaciones interinstitucionales esta como impregnado de corrupcion".
"Los empresarios tienen que convencerse de que la lucha contra la corrupcion y la transparencia no es solo un factor moral, sino tambien economico, un factor de ganancias", postulo el jurista.
"El acceso a los mercados en condiciones que violen la libre competencia no se debe permitir", concluyo Di Pietro. (FIN/IPS/hm/dm/hd-ip/95
