En el aniversario del retorno de Jean- Bertrand Aristide a la presidencia de Haiti, el gobierno de Estados Unidos celebra el exito de su operacion, pero la oposicion republicana convierte a ese pais en motivo de sus ataques, con la mira puesta en las elecciones de 1996.
Los grupos defensores de los derechos humanos llaman la atencion, despues de un ano de democracia reconstituida en Haiti, sobre la necesidad de desarmar a las fuerzas paramilitares que aun perduran en secreto.
Juan Mendez, del grupo Human Rights Watch de Nueva York, dijo que "no parece que se haya hecho todo lo necesario para perseguir al FRAPH (Frente para el Avance y el Progreso de Haiti)", organizacion acusada de responsabilidad en miles de asesinatos durante el regimen militar.
La ministra de Relaciones Exteriores de Haiti, Claudette Werleigh, en reciente visita a Washington, declaro a IPS que su pais ha pedido repetidamente a Estados Unidos su colaboracion para desarmar a las fuerzas clandestinas y para reunir informacion sobre el FRAPH y sus miembros.
Werleigh asistio en la Organizacion de Estados Americanos (OEA) a un foro que conto con la inesperada visita del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, quien agradecio a los "socios del hemisferio" por participar en la "notable coalicion" que devolvio a Aristide al poder el 15 de octubre del ano pasado.
"Fue lo que habia que hacer", dijo Clinton este jueves en el foro de la OEA, "pero aun queda mucho trabajo que hacer alla".
El gobierno de Haiti tiene sus prioridades, entre las que se cuenta convertir a una poblacion que tiene 85 por ciento de analfabetismo, en una poblacion con 85 por ciento de personas alfabetizadas en unos pocos anos.
Existen tambien otras prioridades igualmente urgentes, como reconstruir la economia y crear instituciones democraticas.
Segun el Centro para una Politica Internacional (CIP), un centro de estudios con sede en Washington, deberia hacerse un mas rapido entrenamiento de los cuerpos de seguridad, mayores desembolsos de ayuda de emergencia para crear empleos, "y un esfuerzo para desarmar a los sostenedores del antiguo regimen".
Desde su restablecimiento en el poder, Aristide ha organizado elecciones para elegir mas de 2.000 representantes del pueblo en el parlamento nacional y en los municipios. Asimismo, el gobierno ha disuelto a las fuerzas armadas y comenzado a reemplazar a una policia interina por unidades profesionales bajo control civil.
No obstante, el CIP recordo que la fuerza multinacional que sustituyo este ano a la comandada por Estados Unidos desde la invasion de septiembre de 1994, hace tiempo que dejo de desarmar a los grupos paramilitares.
En consecuencia, "la seguridad continua siendo el problema numero uno de los haitianos, incluso por delante del desarrollo economico".
El semanario estadounidense The Nation informo este mes que el pistolero haitiano Marcel Morissaint trabajo para el espionaje de Estados Unidos cuando prestaba servicios como agregado al antiguo jefe de policia Michel Francois, uno de los cabecillas del golpe que depuso a Aristide en 1991.
Morissaint, que esta acusado del asesinato del entonces ministro de Justicia de Haiti, Guy Malary, fue liberado recientemente de la carcel, segun se informa merced a la ayuda de funcionarios estadounidenses.
El actual ministro de Justicia, Jean-Joseph Exume, declaro a The Nation que Morissaint habia tenido la proteccion de servicios estadounidenses.
Los derechistas republicanos estan haciendo campana para destacar una situacion que consideran de permanente falta de seguridad y justicia en Haiti, denunciando que Aristide, con el consentimiento de Estados Unidos, esta consolidando su poder y gobernando por metodos de terror.
El propio lider de la mayoria republicana en el Senado, Bob Dole -que encabeza la lista de los aspirantes a la candidatura presidencial de su partido en 1996- dijo recientemente en el alto cuerpo que "se han identificado unos 20 casos de ejecuciones 'estilo comando', en las que el robo no ha sido el motivo".
Aunque Dole y otros republicanos buscan implicar al gobierno de Aristide en estos asesinatos, los grupos de derechos humanos – incluyendo a Human Rights Watch y Amnistia Internacional- afirman que no existen pruebas que permitan establecer ninguna conexion.
Los republicanos intentan ligar los desembolsos de ayuda de importancia para Haiti, a la realizacion de una total investigacion de estos casos, llegando a exigir que Haiti admita investigadores estadounidenses para encontrar a los culpables. (FIN/IPS/tra-en/yjc/jl/arl/ip/95