Los denominados medicamentos naturales, producidos y vendidos casi sin control, pueden constituir una trampa para los que creen en sus cualidades, especialmente la ausencia de efectos negativos.
La advertencia la formulo Solange Nappo, del Centro Brasileno de Informaciones sobre Drogas Psicotropicas (Cebrid), de la Escuela de Medicina de Sao Paulo.
En general esos medicamentos contienen anfetaminas, combinadas con tranquilizantes, y pueden provocar dependencia y graves danos a la salud.
La gravedad de la venta incontrolada de esas drogas se comprobo en Alemania, un pais de avanzada tecnologia farmaceutica, donde siete personas murieron a principios de este mes por consumir Herbamed, una pildora para adelgazar, producida por un medico belga supuestamente a base de hierbas.
En realidad, el medicamento era una mezcla mortal de muchos componentes, incluso hormonas, anfetaminas y un diuretico que deshidrataba a las personas para hacerlas perder peso rapidamente.
Junto con las pildoras "adelgazadoras" que las autoridades sanitarias alemanas decidieron retirar del mercado despues de la tragedia estaban las brasilenas de la marca "Madre Naturaleza", que tambien prometen un combate milagroso a la obesidad.
En la ciudad alemana de Dusseldorf, donde fueron capturadas 9.600 cajas de las pildoras "Madre Naturaleza", se descubrio que eran importadas ilegalmente desde Salvador, capital del estado de Bahia, en el noreste de Brasil.
Pero el fabricante, Joao Carlos de Castro, nego haberlas exportado, atribuyendo su aparicion en Alemania a alguna falsificacion, ya que no tiene capacidad para una produccion tan grande.
De Castro es dueno de una farmacia que produce los llamados medicamentos naturales. Este tipo de empresa, que hace las combinaciones de variados insumos, en general derivados de plantas medicinales, de algas marinas y minerales, se multiplicaron en Brasil en los ultimos anos.
El gran problema, segun Nappo, es que mezclan decenas de componentes, a veces con efectos opuestos, ampliando los danos y la posibilidad de dependencia.
La Sociedad Brasilena de Vigilancia de Medicamentos analizo 90 de los medicamentos vendidos como naturales en el mercado brasileno y comprobo que 74 de ellos contenian anfetaminas. Su presentacion como producto de plantas medicinales y homeopatico confunde a los consumidores.
La produccion y comercio de estos productos estan menos controlados por las autoridades que los medicamentos industriales, que tampoco siguen siempre las normas fijadas por el Ministerio de Salud.
Un informe presentado a principios de este mes por el secretario de Vigilancia Sanitaria, Elizaldo Carlini, revelo que solo 23,5 por ciento de los laboratorios productores de medicinas cumplen las exigencias. El Ministerio determino el cierre de 75 de esas empresas y parte de la produccion en otras 19.
Ademas, identifico 700 laboratorios en operacion en el pais, mientras la Asociacion Brasilena de la Industria Farmaceutica solo reconoce a 400 legalmente constituidos, por lo que 300 podrian estar produciendo con registros y documentos falsos, especialmente para proveer medicamentos a organismos publicos.
Segun Carlini, en Brasil estan registrados 6.000 medicamentos que se producen y se venden en 14.000 formas distintas, pero "nadie conoce de hecho cuantas medicinas existen en el pais" y la Secretaria de Vigilancia Sanitaria no cuenta con recursos para analizar a todos.
Para agravar la situacion, los asaltantes de camiones le dan una creciente preferencia a los medicamentos y productos quimicos.
Los asaltos a cargas, que en 1994 fueron 1.393, este ano, hasta agosto, ya alcanzaban 934 en todo el pais. Se estima que un tercio corresponde al sector farmaceutico.
El presidente del gremio de la industria farmaceutica de Rio de Janeiro, Carlos Fernando Gross, esta seguro de que bandas formadas por narcotraficantes se especializaron en robos de medicamentos, que aumentaron mucho desde 1992.
Esas cargas son facilmente vendidas a las farmacias, a precios inferiores a los de la industria. Ellas incluyen tranquilizantes, anfetaminas y otros psicotropicos que, teoricamente, solo se venden bajo control medico.
En medio a esa caotica situacion es dificil que, pese a sus riesgos, las autoridades sanitarias puedan ejercer un control efectivo sobre los medicamentos naturales, de produccion dispersa y practicamente informal. (FIN/IPS/mo/ag/ip/95