La reaccion de rechazo a la reanudacion de las pruebas nucleares francesas y la advertencia de miles de grupos defensores de la vida y el ambiente sobre los efectos de las explosiones, cobraron fuerza y validez tras conocerse un informe secreto del gobierno de Jacques Chirac.
En efecto, las revelaciones del contenido del informe hechas a traves de un diario australiano confirman la gravedad del impacto ambiental provocado por los ensayos nucleares en los atolones del Mururoa y en Fangataufa, localizados en la region de la Polinesia Francesa.
Se desvanece asi la sombra de una supuesta argucia con la que el gobierno frances ha intentado cubrir el argumento del movimiento mundial ambientalista y humanitario, en un vano intento de anular su lucha y acallar su voz de protesta.
Mas aun, los resultados nefastos de las pruebas nucleares contenidas en el informe, imponen a la comunidad internacional la mision de luchar por una causa que esta orientada a la defensa de la vida y a la preservacion del medio ambiente.
El informe cientifico de caracter secreto denominado "Los atolones de Mururoa y Fangataufa: el ambiente viviente y su evolucion", filtrado recientemente a la prensa, es claro al senalar que las explosiones subterraneas causan mas dano a los atolones que los pasados experimentos atmosfericos.
Ademas, en anteriores oportunidades ya se ha hecho publico que los ensayos atomicos de Francia registrados entre 1966 y 1992 en los atolones de Mururoa, provocaron graves danos a la estructura geologica de las islas.
Estos hechos contradicen las reiteradas aseveraciones del gobierno frances, en el sentido de que las pruebas nucleares que sobre esa region se realizan desde haace cerca de 30 anos, no representan riesgo alguno para el medio ambiente y mucho menos para la vida animal y la salud humana.
Desafortunadamente, el argumento de las autoridades francesas ha prevalecido incluso en el Parlamento Europeo, organismo regional que no detendra los ensayos pese al justo pedido de los grupos ambientalistas que apelaron al Tratado Euratom.
El referido Tratado confiere al Ejecutivo europeo la facultad de suspender las pruebas nucleares, cuyos efectos son considerados peligrosos para la salud humana.
El presidente del Parlamento, Jacques Santer, al defender la validez de las pruebas, ha dicho que estas no implican riesgos significativos para la salud y que el nivel de radioactividad en Mururoa es dos mil veces inferior a los autorizados.
Con esta sentencia se ha condenado a la humanidad al peligro de una catastrofe y la comunidad mundial ha perdido la oportunidad de presionar al gobierno frances a desistir en su empeno de efectuar nuevas explosiones subterraneas.
Incluso la Organizacion de las Naciones Unidas ONU, recientemente reunida en Nueva York para celebrar su 50 aniversario, en la declaracion final poco aporta a una eventual prohibicion de estas practicas nefastas.
Sin mayores precisiones, la declaracion en la parte pertinente anota la decision de apoyar la accion de la ONU y las iniciativas nacionales y regionales para lo referente a "limitacion de armamentos y al desarme, asi como a la proliferacion de armas nucleares, en todos sus aspectos".
Sin embargo de estos obstaculos, como se senala al inicio de esta nota, el movimiento mundial que trabaja en contra de la degradacion del ambiente y por un futuro seguro para la humanidad se ha fortalecido porque le asiste la razon y una verdad hoy corroborada por un informe cientifico. (FIN)
(*) Secretario ejecutivo de ALDH