La renuncia del ministro de Defensa de Guatemala, Mario Enriquez, tras la masacre de Chisec, esta lejos de aclarar esta tragedia que causo la muerte de 11 ex refugiados guatemaltecos en Mexico.
Algunos observadores piensan que la matanza podria haber sido provocada para originar cambios en la cupula militar o frenar las negociaciones de paz.
En sus ultimas declaraciones a la prensa, Enriquez, centro sus esfuerzos en demostrar "que seria absurdo que alguien abrigase alguna duda de que hubiese autores intelectuales", en la matanza de la comunidad Aurora 8 de octubre, municipio de Chisec a unos 140 kilometros de la capital de Guatemala.
Al aclarar que con su renuncia pretendio asumir su responsabilidad "institucional, pero no directa" en la masacre, el ahora ex ministro insistio en que los incidentes ocurrieron luego de una provocacion de parte de la comunidad repatriada contra una patrulla militar.
Pero las nuevas versiones del ministro y del presidente Ramiro De Leon Carpio no coincidieron con las originales.
Mientras que en la primera oportunidad el ministro indico que los patrulleros, a cargo de un subteniente, fueron invitados a entrar al poblado con amabilidad, ahora la version es que fueron "intimidados" para ingresaral area.
Segun los acuerdos de retorno suscritos entre el gobierno y los refugiados, la presencia militar es inadmisible en las cercanias de un poblado de reasentamiento.
"?Como es posible que un subteniente se anime a contravenir las ordenes de sus superiores al ingresar a un area de retorno?, ?Actuo la patrulla por su cuenta o respondio a instrucciones precisas?",se preguntan con insistencia quienes creen que la masacre fue premeditada.
La patrulla llego a la zona varias horas antes, cuando para todos es claro que un hecho menor que ese es interpretado como una provocacion por los repatriados, recuerdan los que amparan sus elucubraciones en la responsabilidad del ejercito guatemalteco en las grandes masacres de la decada de 1980.
El ejercito no actuo en defensa propia, ya que remato con sana a algunos heridos y a un nino que caminaba a 400 metros del lugar, opinan grupos de derechos humanos que piensan que se trata de una maniobra del ala dura del ejercito y del sector privado para impedir la firma de un acuerdo de paz.
"Yo no creo en alas duras o blandas del ejercito, sino en un ejercito constitucional", insistio el ministro, considerado un militar moderado, al negar de manera tajante esas conjeturas.
Organizaciones como el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), reaccionaron con moderacion ante la renuncia del ministro y la destitucion del coronel Sami Vasquez, comandante del area a cargo de la vigilancia del lugar de la tragedia.
La lider del GAM, Nineth Montenegro, considero que ambas acciones corresponden a una "estrategia para contrarrestar la mala imagen que el ejercito se ha ganado nacional e internacionalmente".
Por su parte Hellen Mack, directora de la Fundacion Mirna Mack, destaco que lo importante no es la renuncia, sino los resultados de las investigaciones que se llevan a cabo para saber quienes dieron la orden de disparar.
Segun algunos testimonios, el subteniente a cargo de la patrulla se comunico por radio con sus superiores antes de disparar.
Para Mack, la renuncia del ministro "es solo una medida politica y no contribuira a cambiar las viejas estructuras de impunidad que prevalecen en el pais". (FIN/IPS/ff/dm/ip-hd/95