En su acostumbrado rechazo a todo lo que proviene de Washington, las autoridades cubanas no vieron "nada bueno" en las "senales" emitidas por la administracion estadounidense la semana pasada.
Catalogadas por muchos observadores como una muestra de flexibilidad, las medidas anunciadas por el presidente estadounidense Bill Clinton fueron interpretadas en medios oficiales cubanos como "algo diferente, pero cuya esencia es la misma".
Segun Ricardo Alarcon, presidente del Parlamento cubano y considerado la mayor autoridad en temas estadounidenses en las altas esferas de la isla, la politica de Washington hacia Cuba "no ha registrado cambios".
"Estados Unidos no hizo, hasta ahora, movimiento alguno hacia lo racional y lo logico", dijo Alarcon, presidente de la delegacion cubana en las conversaciones migratorias entre ambos paises.
Las medidas, anunciadas por Clinton y ampliadas por un vocero del Departamento de Estado, no tienen implicaciones directas sobre el embargo economico ni dejan sin efecto todas las sanciones tomadas durante la "crisis de los balseros", en agosto de 1994.
Desde ahora, los medios de comunicacion estadounidenses podran abrir oficinas de prensa en la isla, se estimularan los viajes de intercambio vinculados a las esferas educacional, religiosa y de derechos humanos y las ONG estadounidenses podran realizar una amplia actividad en la isla.
Sin embargo, segun Alarcon, la administracion procedio a limitar aun mas los viajes de cubanoamericanos a su pais de origen, pues las razones para obtener autorizacion pasaron de ser "emergencia humanitaria" a "extrema emergencia humanitaria".
En Estados Unidos vive mas de un millon y medio de cubanos, que solo pueden viajar a la isla en caso de enfermedad grave o muerte de un familiar muy cercano, como padres o hijos.
En su alocucion ante la organizacion no gubernamental Freedom House, el presidente estadounidense aseguro que promovera un mayor flujo de ideas entre ambos paises para favorecer la transicion pacifica de la isla hacia "una sociedad libre y abierta".
Especialistas del Centro de Estudios de Estados Unidos reconocieron en las nuevas medidas la implementacion del llamado "plan de tolerancia" o "carril dos" de la Ley para la Democracia en Cuba, aprobada por el Congreso estadounidense en 1992.
Tambien conocida como "Ley Torricelli", la iniciativa endurecio el embargo economico y flexibilizo los contactos privados con la isla para "favorecer el desarrollo de la sociedad civil y una caida del comunismo similar a la de Europa oriental".
"De lo que se trata es de lograr en el terreno de las ideas lo que no se logro con tres decadas de bloqueo", dijo una fuente de la cancilleria.
Observadores locales aseguran que los profesionales cubanos serian los principales perjudicados como resultado de las ultimas declaraciones de Clinton, pues las autoridades de la isla podrian limitar los viajes de intercambio.
"Ya se reportan casos de personas que tienen la visa para algun encuentro de trabajo en Estados Unidos y Cuba les demora el permiso de salida", dijo a IPS un profesor universitario.
Por otra parte, segun Alarcon, a traves de las ONG, Estados Unidos priorizaria una ayuda material destinada, en lo fundamental, a garantizar la actividad de los grupos antigubernamentales dentro de la isla.
A pesar del creciente interes por la isla de ciertos sectores economicos estadounidenses, Clinton aseguro que endurecera el embargo, en lo que parecio un intento por contentar a la derecha del conservador Partido Republicano y a los sectores mas "duros" del exilio cubano en Miami.
Fuentes confiables aseguraron que, durante un encuentro con hombres de negocios estadounidenses, la semana pasada, el presidente Fidel Castro comento que lo que necesitan Cuba "son productos, no ideas".
La presencia en La Habana de un grupo de 65 altos ejecutivos estadounidenses fue interpretada aqui como una muestra del interes que despiertan en ese pais las reformas economicas y el proceso de apertura externa que promueve el gobierno de la isla.
Durante 1994, mas de 200 empresarios estadounidenses visitaron la isla y unos 60 firmaron cartas de intencion para futuros negocios.
Sin embargo, la mayoria de los participantes consultados coincidieron en la necesidad del levantamiento del embargo economico, financiero y comercial, como unica via para la entrada del capital estadounidense a la isla. (FIN/IPS/da/dm/ip-if/95