Ajenos a posibles negociaciones secretas entre el gobierno local y el Vaticano, los catolicos de Cuba acogen con beneplacito el llamado de su cardenal a la reconciliacion nacional.
Solo los que oyen la radio extranjera supieron de un articulo en el que se anuncio una visita del Papa Juan Pablo II a La Habana en febrero de 1996.
La mayoria de los cubanos tampoco supo de un rapido desmentido de la Conferencia Permanente de Obispos Catolicos que aseguro, el dia 3, que no se espera visita alguna del Santo Padre.
Aunque no deja de ser cierta la existencia de un flujo de contactos entre las autoridades cubanas y representantes del Vaticano, observadores locales aseguran que las relaciones Iglesia-Estado no pasan de ser "cordiales" en un terreno donde cualquiera de las partes vive "en espera de una punalada por la espalda".
De hecho, no es la primera vez que se anuncia una visita del Papa ni que se interpreta un acto de la Iglesia como una maniobra para lograr un colapso del socialismo en Cuba al estilo de lo que sucedio en Europa del Este.
Sin embargo, en conversaciones privadas, el cardenal cubano Jaime Ortega mantiene la posicion del documento episcopal y fuentes cercanas a la jerarquia catolica aseguran que no hay razon para suponer un acercamiento con el gobierno.
"Aunque las relaciones sean mejores que antes, los problemas esenciales se mantienen: la iglesia en Cuba sigue sin acceso a los medios de comunicacion y sin poder abrir escuelas", dijo a IPS un catolico cercano al cardenal.
En 1961 el gobierno cubano intervino todos los colegios catolicos, nego a la iglesia cualquier acceso a los medios masivos de comunicacion y las celebraciones religiosas populares fueron sustituidas por las festividades en fechas historicas.
Por un lado, la revolucion de 1959 relego al catolicismo a los templos y lo acuso de "caduco", "anticientifico" y hasta de "contrarevolucionario".
Por otro, entre la jerarquia eclesiastica opero el principio de no correspondencia de la fe catolica con la "sociedad comunista, intrinsecamente mala y perversa".
Segun Irania Luzardo, estudiosa de las relaciones Iglesia- Estado, "los mas afectados fueron los propios catolicos: los que comprendieron su desacuerdo con el sistema optaron por irse del pais. Otros, beneficiados por las medidas revolucionarias, se quedaron a vivir en una especie de exilio interior".
Durante varias decadas los laicos vivieron ocultando su fe por temor a no ascender en la escala social, a no obtener un buen empleo o a que sus hijos no accedieran a una buena carrera universitaria por el solo hecho de tener creencias religiosas.
"Haber dejado atras en gran medida el temor, el disimulo o el ocultamiento de la fe, ha significado un verdadero proceso de liberacion interior", dijo Ortega, en enero, al referirse al considerable aumento de los cubanos que acuden con sistematicidad a los templos.
Si durante varios anos el hecho de bautizar a un hijo podia "marcar" a una familia para siempre, la apertura que vive la sociedad cubana de los anos 90 se refleja en el crecimiento anual de bautismos. Solo en La Habana pasaron de 16.604 en 1987 a 33.192 el ano pasado.
Sin embargo, entre los que se acercan a los templos hay creyentes pero tambien jovenes que optan por "la moda de la cruz", muchachas en busca de una fachada catolica que les ayude a encontrar un esposo espanol, oportunistas detras de un desayuno mensual y opositores ansiosos por un espacio de expresion.
Pero aunque la Iglesia no es neutral, segun Ortega tampoco puede ser "ese otro partido de oposicion que no hay en Cuba, porque se apartaria de su mision".
En su ponencia "Promocion humana, realidad cubana y perspectivas", el vicario general de La Habana, Carlos Manuel de Cespedes, fue mas alla al asegurar que mientras el presidente Fidel Castro viva y este capacitado para el gobierno seria una "carencia de realismo politico" concebir un proyecto social sin su liderazgo.
Considerada una de las fuerzas contestatarias mas solidas dentro de la sociedad cubana, la Iglesia Catolica desilusiono a muchos con el insistente llamado a la reconciliacion nacional como via de la solucion de los graves problemas existentes en la sociedad.
La predica por la unidad de los cubanos que viven fuera y dentro de la isla fue centro de la pastoral "El amor todo lo espera", de 1993.
Ese texto genero la condena oficial por las criticas al sistema politico y el analisis de las causas y efectos de la crisis economica que se inicio en 1990.
La Conferencia de Obispos Catolicos se coloco junto a las autoridades en mayo, al apoyar los acuerdos migratorios con Estados Unidos para evitar la emigracion riesgosa por vias maritimas y rechazar cualquier intento de endurecimiento del bloqueo economico a la isla.
Pero, al mismo tiempo, destaco la necesidad de eliminar una especie de "bloqueo interno" que genera desanimo y descontento existencial en la mayoria de los cubanos que deciden optar por la emigracion.
Para los que acudieron a la iglesia buscando una via de canalizacion de sus sentimientos antigubernamentales, la actual predica eclesial aparece "replegada", "vacia" y "llena de concesiones".
Aunque algunas posiciones de la Iglesia coincidan con la politica oficial, las autoridades miran con recelo todo lo que venga del clero y hubieran preferido que el cardenal Ortega desistiera de su visita a Miami en mayo pasado.
Segun el estudioso Francois Houtar,t la sensibilidad del poder politico frente a una recuperacion del papel social de la iglesia es "evidentemente grande" teniendo en cuenta que en el pasado esta institucion utilizo el campo politici para asegurar su existencia y reproduccion.
Durante un encuentro de estudios sociorreligiosos, en junio, Houtart aseguro que con la introduccion en la economia cubana de elementos de mercado "las instituciones religiosas han visto la oportunidad de desarrollar nuevas funciones o funciones renovadas".
A su juicio "en una situacion de transformaciones economicas, sociales y culturales, la religion puede asumir un caracter ambivalente" y su papel "no se puede interpretar de manera demasiado mecanica".
Para Ortega el reto de la Iglesia cubana es que debe esta inserta en un mundo "materialista y sin ningun ideal", donde la gente vive en una suerte de "materialismo practico", solo preocupada por comer y vivir. (FIN/IPS/da/dg/ip-cr/95