El Partido Comunista (PC) de Chile, marginado del parlamento desde el restablecimiento de la democracia en 1990, muestra un renacer gremial que preocupa tanto al gobierno de centroizquierda como a la oposicion derechista.
En las recientes elecciones para la refundacion de la Federacion de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), triunfo el comunista Rodrigo Roco, luego de que Jorge Pavez, tambien miembro del PC, alcanzara hace dos semanas la primera mayoria en los comicios del Colegio de Profesores.
Las victorias comunistas, segun analistas politicos, reflejan la disconformidad de sectores asalariados y juveniles con un proceso de transicion a la democracia en que los militares mantienen cuotas de poder y una implicita capacidad de veto.
El PC, dirigido por la ex diputada Gladys Marin, a quien se considera exponente de la linea mas ortodoxa, representa tambien los cuestionamientos a un modelo economico exitoso en sus indices "macros", pero con vacios redistributivos, reconocidos por el propio gobierno del presidente Eduardo Frei.
Los comunistas tienen actualmente la conduccion de nueve federaciones de trabajadores y por lo menos de tres grandes sindicatos de la mineria del cobre, ademas de las recientes conquistas en el Colegio de Profesores y en la FECH.
El renacimiento gremial del PC esta proyectando nuevamente a la escena nacional a una de las fuerzas fundamentales de la politica chilena de las ultimas cinco decadas, proscrita durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).
Los comunistas constituian, junto a los socialistas, el tronco historico de la izquierda chilena y su capacidad de convocatoria electoral antes del golpe del 11 de septiembre de 1973 fluctuaba entre 12 y 16 por ciento de los votantes.
Restablecido el estado de derecho, el PC no logro alcanzar cupos de diputados o senadores en las elecciones parlamentarias de diciembre de 1989 y diciembre de 1993, con una adhesion electoral de entre cinco y ocho por ciento.
Los comunistas y sus aliados se quejan de que son arbitrariamente excluidos por el sistema binominal que se aplica en los comicios parlamentarios.
Dicho sistema, al elegir dos parlamentarios por circunscripcion o distrito, favorece a las mayorias o a las "grandes minorias" – como es el caso de la oposicion de derecha, con poco mas de un tercio de los votos- en perjuicio de las "pequenas minorias".
El PC, que opto en 1981 por una politica de "rebelion popular" frente a la dictadura, se alejo asi de sus tradicionales aliados socialistas, que a su vez evolucionaron hacia un creciente entendimiento con la Democracia Cristiana.
Marginados de la coalicion de partidos de centro e izquierda que creo la actual Concertacion por la Democracia, los comunistas no pudieron beneficiarse de los pactos electorales al interior del actual conglomerado oficialista.
Con Marin en la secretaria general, el PC acentuo en los dos ultimos anos su politica de alianzas con otros sectores extraparlamentarios, vinculados a la izquierda marxista y a cristianos y ecologistas escindidos de la Concertacion.
Los comunistas han obtenido buenos frutos con esta politica en lo que respecta a ir recuperando la influencia que tenian hasta 1973 en las organizaciones sindicales y estudiantiles.
El diario La Tercera afirmo este jueves que, con su actual fuerza sindical, el PC "tiene ambiciones" para las proximas elecciones de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el mayor sindicato obrero del pais, que lidera actualmente el democratacristiano Manuel Bustos.
La CUT tuvo presidentes comunistas desde la decada de los anos 60 hasta el golpe de 1973, pero en la recomposicion de la central, proscrita tambien por la dictadura, fueron desplazados por la alianza de socialistas y democratacristianos.
Con el triunfo de Roco, un estudiante de musica de 24 anos, el PC recupero la presidencia que ejercio en la FECH durante el gobierno de Salvador Allende (1970-73) y ahora podria repetir ese retorno en la CUT.
Las posibilidades comunistas no descansan exclusivamente en sus propias fuerzas, sino tambien en las discrepancias al interior de la Concertacion por la Democracia, que afloran en los frentes gremiales y sociales.
En las elecciones de la FECH, la Democracia Cristiana (DC) presento una lista separada del otro bloque oficialista, compuesto por los partidos Socialista y Por la Democracia (PS-PPD), que llego en segundo lugar detras de los comunistas.
En el Colegio de Profesores, la DC y el bloque PS-PPD fueron unidos, pero alli levanto tambien lista aparte el Partido Radical Socialdemocrata (PRSD), un socio menor de la coalicion pero de historica influencia en el magisterio.
Las incriminaciones a la DC han sido la tonica en los balances sobre el triunfo comunista en la FECH, que matematicamente no se habria producido contra una candidatura unitaria de la coalicion oficialista.
Pero mas alla de esas cuentas, tanto en la coalicion oficialista como en la derecha, se toma nota de un real resurgimiento gremial del PC y de las posibilidades de que este fenomeno se proyecte al terreno politico-electoral. (FIN/IPS/ggr/dm/ip/95
