El conflicto entre las iglesias Catolica y Universal, desatado por un ataque de la segunda a la virgen negra adorada por los catolicos brasilenos, puede degenerar en una guerra en varios frentes, desde enfrentamientos populares hasta acciones ante la justicia.
Multitudes de catolicos amenazaban este sabado con atacar sedes de la Iglesia Universal del Reino de Dios en Rio de Janeiro, mientras el abogado Jorge Beja ingresaba en un tribunal pidiendo castigo para el denominado obispo Sergio Von Helder, de la Iglesia Universal, por irrespeto a objeto de culto popular.
El delito podria costar un ano de carcel al religioso que, en un programa de television en vivo y en directo el jueves pasado, disparo furiosos golpes contra una imagen de Nuestra Senora Aparecida, llamandola "pedazo de yeso" y "muneco tan feo, tan horrible, tan desgraciado".
La agresion choco a los catolicos y otros lideres religiosos evangelicos, en que se incluye la Iglesia Universal, y la jerarquia catolica condeno la ofensa y exigio respeto a Von Helder.
"No queremos guerra", declaro el presidente en ejercicio de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, Jayme Chemello, insistiendo que su "camino es el dialogo", para destacar la opcion ecumenica de la Iglesia Catolica.
Pero el secretario general del organo episcopal, Raymundo Damasceno, dijo temer "otros actos de fanatismo" de adeptos de la Iglesia Universal ante el ejemplo de su dirigente y que se despierte "un sentimiento de revuelta" entre los catolicos.
El incidente puede en realidad crear dificultades para las dos iglesias, especialmente para la Universal, ya acusada de practicas religiosas y financieras condenables.
Esa iglesia, fundada hace 18 anos por Edir Macedo, se expandio y enriquecio ofreciendo a sus seguidores curas, prosperidad y solucion para todo tipo de problemas, incluso familiares.
Se estima que ya tiene en Brasil tres millones de adeptos, cerca de 2.000 templos, 30 emisoras de radio y una red de television. Ademas, ya actua en mas de 30 paises, en todos los continentes, y cuenta con por lo menos 300 sedes.
La television Record, adquirida por 47 millones de dolares en 1990, es el gran instrumento de proselitismo, con por lo menos siete horas diarias de programas religiosos, en uno de los cuales Von Helder, el denominado obispo de Sao Paulo, agredio a la imagen de la virgen de los catolicos.
El enriquecimiento se explica por las donaciones que los fieles son convocados a aportar, como un deber religioso y compensacion por los beneficios recibidos, y Macedo ya fue procesado por estelionato.
Los cerca de 3.000 reverendos son reclutados entre jovenes adeptos con capacidad de comunicacion con el publico. No se exige ninguna formacion teologica y varios de ellos se revelaron excelentes comunicadores en la television.
Caio Fabio, presidente de la Asociacion Evangelica Brasilena, que reune a la mitad de los 30 millones de evangelicos del pais, acuso a la Iglesia Universal de pretender un "retroceso a la edad de las inquisiciones".
La ofensa exhibida en la television fue una violencia "previsible y pequena" en comparacion con las "truculencias" practicadas por la secta en sus sesiones, evaluo Fabio.
Von Helder ataco una santa muy popular en Brasil, que todo los anos atrae a millones de personas a Aparecida, ciudad a 170 kilometros de Sao Paulo. Solo esta semana se estima que un millon de peregrinos visito la enorme basilica, porque el 12 de octubre, un feriado nacional, esta dedicado a su celebracion.
Se trata de algo singularmente brasileno, una madre de Cristo negra. La historia cuenta que en 1717 una imagen de la virgen, esculpida en negro, aparecio en un rio donde se ubica hoy Aparecida, junto con gran cantidad de peces.
Con el gesto de Von Helder, la Iglesia Universal agravo el rechazo que le asignan no solo los catolicos. El mes pasado una telenovela mostro a un lider religioso sin escrupulos, que se considero una critica a los metodos de Macedo.
Pero el ataque dejo planteado un problema a la Iglesia Catolica y el gobierno, ya que implico una protesta contra los feriados santos, determinados por el catolicismo.
Si no hay religion oficial en Brasil, no se justifica un feriado para rendir culto a una santa catolica, como la Senora Aparecida, argumentan los evangelicos, que condenan el culto a cualquier imagen o simbolo. (FIN/IPS/mo/ag/cr/95