La idea de construir un "Museo de la Palabra" en El Salvador nacio en 1980, cuando iniciaba la guerra civil de 12 anos que dejo un saldo de millares de victimas e incalculables perdidas economicas.
Su director, Carlos Henriquez, venezolano de nacimiento y salvadoreno "de corazon", como el mismo se autodefine, fue el jefe de la radio rebelde "Venceremos" que transmitio desde las zonas guerrilleras en el oriental departamento de Morazan durante todo el conflicto.
"Sembramos la semilla del museo a fines de 1980 cuando establecimos la radio Venceremos. Consideramos siempre que lo que estabamos haciendo iba a tener trascendencia internacional y nacional y era necesario guardar cada cosa para la memoria historica de este pueblo", dijo Henriquez.
Relato que desde entonces se fueron "archivando en refugios secretos o tatus bajo tierra" todos los casetes que se grababan de las transmisiones de la "Venceremos", por lo que en la actualidad se cuenta con mas de 4.000.
Ademas, "Santiago", como era conocido Henriquez durante la guerra, guardo testimonios escritos por jefes y combatientes guerrilleros, diarios y mapas, entre otros objetos.
"De la masacre de El Mozote, ejecutada en Morazan en diciembre de 1981 por fuerzas especiales del ejercito y donde fueron asesinados cientos de campesinos indefensos, tenemos muchos objetos que vamos a exponer publicamente para que nunca mas vuelvan a ocurrir", anadio.
El informe de la Comision de la Verdad, divulgado en 1993, que investigo graves hechos de violencia politica durante el conflicto armado, senalo que "mas de 500 victimas identificadas perecieron en El Mozote y en los demas caserios. Muchas victimas mas no han sido identificadas".
Georgina Hernandez, trabajadora del Museo de la Palabra, se dedica a la labor tecnica y de computacion de la nueva institucion cultural.
"Nos toca levantar fichas de cada cosa, de los documentos, de las fotos, de las grabaciones, videos y de los objetos que tenemos como figuras precolombinas, armas de la guerra", dijo Hernandez.
"Tambien estamos encargados de restaurar documentos historicos, cartas y fotografias a traves de la computacion", apunto.
Henriquez reside en la casa-Museo, ahi esta "la razon de su vida actual", entre figurillas donadas y recolectadas en los campos salvadorenos que aun portan vestigios de la cultura nahuatl y de computadoras y otros equipos modernos donde se archiva todo lo que les "caiga en las manos".
Una de las tareas que emprendieron Henriquez y Hernandez fue la restauracion de una fotografia en la que aparecia riendose el lider comunista salvadoreno Farabundo Marti, fusilado por la dictadura martinista en febrero de 1932.
Marti combatio por la Revolucion Mexicana de principios de siglo y fue secretario personal del nicaraguense Augusto Cesar Sandino.
Farabundo Marti fue el principal simbolo de la guerrilla izquierdista salvadorena que lucho durante mas de 20 anos para tratar de derribar a las dictaduras militares que se implantaron desde 1932.
"El rescate de la memoria historica en este momento de transicion politica es crucial. Aqui hubo esfuerzos institucionales para que se nos olvidara todo, como la masacre campesina y la insurreccion indigena de 1932", senalo Henriquez.
"En esa epoca era prohibido por los militares que los indigenas hablaran su lenguaje y que usaran sus vestimentas e instrumentos musicales. Asi que mucha de nuestra tradicion se perdio en esa epoca y despues con las represiones politicas", argumento.
En la actualidad funcionan en el pais apenas cinco museos, tres de los cuales estan ubicados en las ruinas de las antepasadas civilizaciones pipiles, de origen maya.
Oscar Batres, director de Museos del Consejo Nacional de Cultura (Concultura) dijo no obstante que los tres anos de paz en El Salvador han permitido al Estado y al sector privado hacer esfuerzos para crear museos, por ejemplo, museos regionales y departamentales. (FIN/IPS/jd/jc/cr/95