AMERICA LATINA: El nuevo muro del Tio Sam

Cada vez que el Congreso o la presidencia de Estados Unidos endurecen sus posiciones en materia migratoria, los gobernantes de Mexico, America Central y del Caribe sufren escalofrios.

Motivos no les faltan para esos sobresaltos. Las decenas de miles de latinoamericanos que emigran ilegalmente cada ano hacia Estados Unidos son una poderosa valvula de escape para el desempleo en sus paises de origen.

En el caso de El Salvador, las remesas de dolares de los que emigraron son hoy la principal fuente de ingreso de divisas fuertes del pais. Se calcula que los salvadorenos en Estados Unidos envian 800 millones de dolares anuales a sus familias.

Por eso cuando la Camara de Representantes de Estados Unidos analiza un nuevo proyecto de ley que propone una drastica reduccion del numero de inmigrantes admitidos genera efectos que sobrepasan los limites del pais.

La propuesta, que esta a estudio de la Comision de Asuntos Juridicos de la Camara Baja, pretende reducir de 800.000 a 600.000 el tope de emigrantes autorizados cada ano a permanecer legalmente en territorio estadounidense.

Esta reduccion de 25 por ciento en la concesion de las famosas "tarjetas verdes" de residencia afectara especialmente a los mexicanos, dominicanos y salvadorenos, que conforman casi 80 por ciento de los latinoamericanos que emigran legalmente cada ano hacia Estados Unidos.

En el caso de Mexico, el proyecto de ley plantea la construccion de un triple muro en la frontera, en la region de San Diego, para intentar impedir el ingreso clandestino de aproximadamente 800.000 mexicanos por ano. El nuevo muro costara al contribuyente estadounidense unos 110 millones de dolares.

Segun la organizacion no gubernamental Consejo Nacional de la Raza (que se opone a la campana xeonofoba lanzada en Estados Unidos) entre cinco y seis millones de latinoamericanos viven legalmente en la tierra del Tio Sam.

Los mexicanos sumarian cuatro millones y los cubanos 1,3 millones, seguidos por dominicanos, salvadorenos y jamaicanos.

Nicaragua y Haiti son pequenos exportadores de «desesperados», expresion usada por otra organizacion no gubernamental estadounidese, la Accion Internacional en Poblacion.

Pero los emigrantes de esos dos paises sufriran proporcionalmente mucho mas que sus vecinos latinoamericanos.

En la lista de deportaciones elaborada por el gobierno del estado de Florida figuran unos 18.000 nicaraguenses. Si su expulsion se concretase, en Managua se preve un brutal aumento del desempleo, que ya es hoy uno de los tres mas elevados de America Latina.

«El problema de la mano de obra migrante debe superar en importancia a las cuestiones comerciales en la agenda de discusiones entre Estados Unidos y America Latina en los primeros anos del siglo XXI», afirma el guatemalteco Eduardo Stein, uno de los directores de la Organizacion Internacional de Migraciones.

Los politicos estadounidenses estan transformando el drama de los "desesperados" latinoamericanos en tema de campana electoral, alimentando una xenofobia de consecuencias imprevisibles.

Sin duda esa politica generara un costo interno en Estados Unidos, con la supresion de muchos puestos de trabajo mal remunerados y la posible generalizacion de rejas en la frontera.

Pero el precio mas alto sera pagado por los paises exportadores de mano de obra, que no tendran otra alternativa que administrar una creceinte masa de desesperados. (FIN/IPS/cc/dg/pr-ip/95

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe