Cada una de las 145.000 minas terrestres sembradas en America Central en los 70 y 80 vale seis dolares en el mercado negro, pero Naciones Unidas (ONU) y cinco gobiernos del area gastan mil dolares para desactivarlas y ellas matan un promedio de 120 personas por ano.
Honduras, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Costa Rica aun pagan un alto precio en dinero y en vidas humanas por guerras del pasado.
Segun estimaciones de la mision de paz de la ONU en El Salvador la limpieza total de las areas minadas costara por lo menos cien millones de dolares. Ningun pais tiene tanto dinero y como consecuencia las operaciones de desminaje en America Central son hoy casi nulas.
En Viena, delegados de 50 paises intentan lograr antes del 13 de octubre un acuerdo mundial para aplicar en el caso de las minas terrestres una prohibicion similar a la adoptada hace varias decadas contra los gases venenosos largamente empleados durante la primera guerra mundial.
Aun si la reunion celebrada en Austria tuviera exito, el problema de America Central continuara, porque no hay ninguna iniciativa importante para proveer recursos financieros para estas tareas, que deben realizarse en un area total de unos 50.000 kilometros cuadrados, casi la superficie de Costa Rica.
«Es un drama que no tiene solucion a la vista y con el cual tendremos que convivir aun durante mucho tiempo, quizas hasta 50 anos», reconoce el teniente coronel Ricardo Wheelock, vocero del ejercito de Nicaragua, el pais donde estan enterradas la mitad de todas las minas existentes en America Central.
En ese pais, la desactivacion de las minas fue suspendida hace tres anos por carencia total de fondos.
Nicaragua es, junto con Honduras, el pais centroamericano donde aun hay mas concentracion de minas activas. La region de Somotillo, al norte de Managua, es considerada la mas peligrosa, ya que en ella aun se encuentran cerca de 30.000 artefactos de ese tipo.
Cerca de 30.000 personas perdieron sus miembros inferiores a raiz de explosiones accidentales. De rque las poblaciones de areas mas afectadas por el riesgo de explosion de minas abandonadas prefieren el peligro a convivir con expertos militares, dados los terribles recuerdos de las masacres de campesinos por fuerzas contrainsurgentes en la decada pasada.
Incluso en la zona norte de la pacifica Costa Rica, cerca de la frontera con Nicaragua, existe un area cuyo acceso esta prohibido porque se supone que puede contener casi mil explosivos sembrados por los contrarevolucionarios antisandinistas hace diMVD05