Las trasnacionales del petroleo regresaran en firme a Venezuela en enero de 1996, exactamente 20 anos despues de que esa industria fuese nacionalizada y las companias extranjeras reemplazadas por un monopolio estatal.
El parlamento venezolano aprobo el martes el convenio-marco mediante el cual la estatal Petroleos de Venezuela (PDVSA) se asociara con companias extranjeras para explorar y explotar grandes campos de crudos livianos y medianos a gran profundidad.
Venezuela ha cruzado asi el umbral de la "ultima frontera" en su apertura petrolera, pues solo restaba la produccion de crudos convencionales despues que se admitieron capitales privados en proyectos de gas natural, hidrocarburos superpesados y explotacion de campos marginales.
El presidente de PDVSA, Luis Giusti, dijo que "no puede percibirse que Venezuela esta entregando estas areas a extranjeros. Vamos a asociarnos, con control de nuestra parte, y no debe haber temor".
Votaron a favor del convenio-marco de la nueva apertura petrolera 199 parlamentarios de los partidos oficialistas Convergencia y Movimiento al Socialismo, y de los opositores Accion Democratica (socialdemocrata) y Copei (socialcristiano).
Se opusieron 46, de los cuales 44 del partido obrerista Causa Radical, uno del Movimiento Electoral del Pueblo (izquierda moderada) y el unico diputado del Partido Comunista.
La oposicion se centro en los mecanismos de control estatal -exigida por ley y confiada esta vez a PDVSA en vez de al Ministerio de Energia- y en condiciones que despojan de ventajas a inversionistas locales, equiparados a los foraneos.
La nueva aventura petrolera, explico Giusti, comenzara en las proximas semanas con la venta -a 50.000 dolares el disquete- de la data geologica reunida hasta ahora en relacion a los 10 campos petroleros que se ofertaran en enero.
En los cuatro meses siguientes las companias interesadas estudiaran las condiciones de las areas por licitar y podran preparar sus ofertas, y los primeros sobres se abriran en enero.
Las 10 areas que se ofertaran contendrian en total unos 7.000 millones de barriles de crudo, a profundidades entre 15.000 y 25.000 pies, aunque en total Venezuela tiene unos 30 campos que pueden contener 25.000 millones de barriles.
Para completar la exploracion de esas areas, se preve que entre dos y tres anos se requieren inversiones de 500 a 600 millones de dolares, por lo que las companias triunfadoras de la licitacion deberan traer fianzas de 40 a 60 millones de dolares.
La fase de explotacion de los recursos requiere otros 10.000 millones de dolares.
La presencia de unas 200 companias interesadas da cuenta de las altas probabilidades de encontrar petroleo, en yacimientos de los que podria recuperarse al menos un tercio.
Para el ano 2005, PDVSA cree que la produccion bajo estos contratos de riesgo compartido aportara entre 600.000 y 800.000 barriles diarios, en un conjunto de toda Venezuela que estaria entre cuatro y cinco millones de barriles por dia.
La explotacion de campos marginales -ya confiada a companias extranjeras, especialmente asiaticas- aportaria medio millon de barriles diarios y un volumen similar vendria de la produccion y mejoramiento de hidrocarburos superpesados de la sudoriental Faja del Orinoco.
Alli ya funcionan acuerdos entre filiales de PDVSA y companias como la francesa Total, la estadounidense Conoco y las japonesas Itochu y Marubeni, y esta en estudio una nueva asociacion con Arco, de Estados Unidos.
Tambien Exxon, Shell y Mitsubishi son socios de PDVSA en un proyecto de gas.
Pese a esa presencia privada internacional, se considera que la explotacion de crudos convencionales (livianos y medianos) en areas nuevas es la que marca el regreso en firme, por la puerta grande, de las trasnacionales.
Conforme al esquema aprobado por el parlamento, las companias privadas seran socios con al menos 65 por ciento de acciones de una empresa en sociedad con una filial de PDVSA, la que tendra una accion dorada para que las decisiones se tomen por consenso.
Previamente, el consorcio privado y la filial de PDVSA habran firmado un convenio por cuyo cumplimiento velara un comite de control, en el que tendra mayoria de votos el estado venezolano.
El Estado se llevara por la via de impuestos entre 80 y 90 por ciento de las utilidades, pero aun asi, los ejecutivos de PDVSA sostienen que el negocio es tan rentable que con seguridad habra ganancias suficientes para todos.
Y que, con seguridad, regresaran a Venezuela las "siete hermanas", las mayores companias petroleras del mundo. (FIN/IPS/hm/ag/if-en/95