El fin del embargo atunero que desde 1991 aplica el gobierno de Estados Unidos a Mexico, un hecho que autoridades y empresarios consideran inminente, cerrara 33 anos de roces entre los dos paises.
El embargo, que durante su vigencia provoco en Mexico la perdida de 27.000 empleos y redujo las capturas de la especie de 250.000 a menos de 126.000 toneladas anuales, sera levantado a mas tardar en septiembre, afirmo este miercoles el presidente de la Camara Nacional de la Industria Pesquera, Ernesto Zaragoza.
La declaracion de Zaragoza siguio a prunciamientos similares de portavoces de los gobiernos de Mexico y Estados Unidos, y al anuncio de que el Congreso norteamericano prepara un proyecto de ley para levantar las restricciones.
Con el argumento de que la flota atunera mexicana, que en los ultimos 10 anos redujo su numero de 87 a 50 embarcaciones, exterminaba a miles de delfines al capturar el atun, una corte federal de Estados Unidos acogio denuncias de grupos ecologistas e impuso el embargo.
Las sanciones, que continuan afectando a varios paises costeros de America Latina, fueron consideradas desde un principio por autoridades y empresarios mexicanos como parte de una competencia comercial desleal.
El subsecretario asistente de Estado de Estados Unidos, David Colson, informo el 22 junio que su gobierno pidio al Congreso que levantara el embargo atunero impuesto a Mexico, al considerar que se han registrado progresos siginificativos en la proteccion del delfin.
El 28 de ese mes, el legislador republicano de Califorinia, Randy Cunningham, anuncio que se prepara un proyecto de ley para levantar las sanciones, cuya aprobacion aseguro que es inminente.
La flota atunera mexicana redujo la mortandad de los delfines en 97 por ciento en los ultimos nueve anos, "las sanciones ya no tienen sentido y seran levantadas", dijo el subsecretario de Pesca, Carlos Camacho.
Cuando se aplico el embargo, los ecologistas de Estados Unidos, entre los que destacaba el instituto Earth Island, ligado a las cinco mayores empacadoras de atun de ese pais, acusaban a Mexico de haber exterminado a unos 220.000 delfines entre 1988 y 1989.
El gobierno de Mexico, que sostiene que el promedio de muerte de delfines en su flota atunera es de medio mamifero por cada lance de redes, sostiene que tras el argumento ambientalista se esconden intereses por desplazar del mercado estadounidense la produccion local, que cuenta con la preferencia del consumidor.
El embargo de 1991 fue la culminacion de una serie de choques que se iniciaron entre los dos paises en 1933, cuando Washington aumento los impuestos a la importaciones de atun y Mexico prohibio que las flotas extranjeras capturaran atun en las 12 millas de su mar territorial.
Las fricciones aumentaron en 1976, cuando Mexico extiende su zona maritima exclusiva a 200 millas, limita aun mas la accion de barcos estadounidenses e incrementa sus capturas de atun a volumenes que desplazan la supremacia de los pescadores vecinos.
En 1980, Estados Unidos aplico el primer embargo al atun mexicano como represalia por la captura de sus barcos en las aguas que el pais latinoamericano considera de su exclusivo uso.
Esas primeras sanciones se levantaron en 1986, ano en el que empiezan las presiones por temas ecologicos, lo que finalmente desemboca en el embargo aplicado en 1991.
"Cuando la flota atunera se modernizo y por razones de crecimiento hizo uso de su derecho a trabajar en el mar territorial, los estadounidenses se vieron afectados y comenzaron a presionar", senalo el empresarios pesquero Rafael Ruiz.
A mediados de junio, la Comision Interamericana de Atun Tropical (CIAT) dio a conocer un informe donde se indica que Mexico ha cumplido todos los requisitos para garantizar el fin de la muerte accidental del delfin, acompanante natural del atun aleta amarilla.
"Los logros alcanzados en el programa de la CIAT (al que pertecene Mexico) se deben al esfuerzo multilateral y creemos que Estados Unidos debe considerar levantar los bloqueos, que no estimulan la cooperacion", dijo Traci Romine, portavoz de la organizacion ecologista Greenpeace.
En la decada de 1980 Greenpeace acuso a la flota atunera mexicana de provocar la muerte de miles de delfines.
La Camara Nacional de la Industria Pesquera indica que debido al "injusto embargo" aplicado por Estados Unidos, el sector atunero local sufrio perdidas anuales por 33 millones de dolares y afecto a 127.000 personas vinculadas en forma directa e indirecta a esa industria.
La Camara sostiene que el "unico punto a favor" del embargo fue que alento el consumo interno de atun, que paso de 63.167 a 110.000 toneladas anuales.
Desde febrero de 1990 la flota atunera mexicana lleva a bordo observadores de la CIAT. (FIN/IPS/dc/ag/ip-dv/95
