El comandante en jefe del Ejercito de Chile, general Augusto Pinochet, autorizo el asesinato del ex canciller Orlando Letelier, segun testimonios recogidos en un libro que sera presentado el jueves en esta capital.
El libro "Orlando Letelier: Testimonio y vindicacion" sera presentado por el general espanol Alberto Piris, el presidente de la sala militar del Tribunal Supremo de Justicia, Jose Jimenez Villarejo, y el abogado y ex asesor del desaparecido presidente Salvador Allende, Joan Garces.
La obra contiene la trascripcion textual de una larga conversacion de Garces con Letelier, un prologo de dicho abogado y otro del director de cine Saul Landau, investigador del Instituto de Estudios Politicos de Washington y autor con John Dinges del premiado "Assassination on Embassy Row".
Landau revela que el agente especial de Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), Robert Scherrer, le dijo que los investigadores de ese organismo llegaron a la conclusion de que "Pinochet tenia que haber sabido con antelacion, y autorizado, el asesinato de Letelier".
El ex canciller de Allende se desempenaba como ministro de Defensa el 11 de septiembre de 1973, dia en el que Pinochet consumo el golpe de Estado que derroco al gobierno constitucional.
Letelier fue apresado y recluido en un campo de concentracion. Una vez liberado se traslado a Washington, donde fue asesinado en 1976.
Scherrer, anade Landau, dijo no tener "ninguna duda" acerca de la implicacion de Pinochet en el asesinato, pero, anadio el agente del FBI, "el problema estriba en que no podemos probarlo a menos que (el general retirado Manuel) Contreras le implique".
Landau recuerda que Contreras, jefe de la policia politica de la dictadura militar chilena, llegaba la mayoria de las mananas, a primera hora, a la mansion de Pinochet, con quien desayunaba mientras le hacia su informe. Despues, juntos, se dirigian a la sede del gobierno, en un coche blindado y con fuerte escolta.
"Contreras, que entonces solo tenia el grado de coronel, informaba directamente a Pinochet. Y no recibia ordenes de nadie que no fuera Pinochet, quien alardeaba de que no se movia en Chile la hoja de un arbol sin que el lo supiera", prosigue Landau.
Ademas, "el ramo de pruebas que acompano a la solicitud de extradicion de Contreras y Espinosa por el gobierno de Estados Unidos mostraba hasta que punto el asesinato de Letelier requirio de la cooperacion de varios departamentos gubernamentales".
Garces considera que la cinta grabada que se reproduce en el libro constituira una prueba evidencial para un futuro juicio a Pinochet.
Y cree que ese juicio esta pronto, pues Estados Unidos, asegura, presionara para que el Chile, que desea ser aceptado en el Tratado de Libre Comercio (TLC), este libre de toda posible tutoria militar.
El cambio de las relaciones internacionales, con el fin de la guerra fria, segun Garces, alumbra una coyuntura propicia para que se haga justicia en Chile, "donde no se ha incoado todavia ni tan solo una diligencia sobre la muerte violenta del mas universalmente respetado de sus jefes de Estado". (FIN/IPS/td/ag/ip-hd/95
