/AMBIENTE/COLOMBIA: Para que los peces no mueran y los pescadores vivan

Un pacto fue firmado en Colombia para que no se repita la mortandad de millones de peces en la Cienaga Grande de Santa Marta, sobre el litoral Caribe, y los pescadores se reconcilien con la naturaleza y el gobierno.

El acuerdo, suscrito esta semana entre el Ministerio del Medio Ambiente, las autoridades regionales y la comunidad, podria ser el comienzo de la recuperacion de la vida en lo que fue el primer punto de encuentro entre el rio madre de Colombia, el Magdalena, y el mar Caribe.

La Cienaga Grande de Santa Marta es un complejo lagunar de 750 kilometros cuadrados, cuyos bosques de manglar y variedad ictiologica que lo hicieron santuario de flora y fauna se han reducido, a la par con la desmejora de las condiciones de vida de los pescadores de nueve pueblos de la zona.

El origen de esta porcion excepcional de la geografia colombiana se remonta al periodo del plioceno en la era geologica terciaria, cuando el curso final del rio Magdalena, que nace en los Andes, empezo a cambiar de destino.

Los expertos definen la transformacion como "una evolucion de condiciones marinas profundas a condicones marinas someras en la region deltaico-estuarina" del rio.

Hoy, la gran extension de aguas salobres, relativamente tranquilas, tiene una profundidad promedio de un metro, pero alcanza niveles hasta de 10 metros en la boca que da al Mar Caribe.

Un saldo de 18.000 cienageros (habitantes de la cienaga) en la miseria es la consecuencia humana de una tragedia anunciada reiteradamente durante la ultima decada, cuando entre mayo y junio las bocas de la gran laguna se taponan de peces muertos.

Millones de bocachicos, agujetas y bagres tigre – – especies caracteristicas de la zona – – asfixiados, testimonian el aumento de la salinidad de las aguas, a consecuencia de la interferencia de obras publicas mal disenadas, sedimentacion y falta de dragado.

La merma de la pesca de la que ancestralmente han subsistido los cienagueros, tambien es resultado de practicas erroneas en sus artes de captura, como la utilizacion de dinamita.

Un nuevo episodio de la tragedia ecologica se produjo a inicios de junio.

"Otra vez mortandad de peces en la Cienaga", titularon los diarios. Pero en esta ocasion la noticia se prolongo: al ecocidio sucedio una protesta popular.

Hastiados de la precariedad de su vida los lideres comunitarios de las nueve localidades, algunas palafiticas, levantadas sobre pilotes de madera en medio del agua, organizaron un paro de protesta.

El levantamiento popular interrumpio la comunicacion por carretera entre las ciudades de Santa Marta y Barranquilla, principales puertos sobre el litoral atlantico.

Precisamente en la construccion de la carretera, cuyo trazado data de 1956, esta en el origen del desastre.

Con la construccion de la via se taponaron los canos y se interfirio el fluir natural de las aguas dulces del Magdalena a la salinas del Caribe, razon de ser de la diversisdad biologica.

Los citadinos alborozados proclamaron la brevedad del recorrido por tierra, "en solo 70 minutos".

Las voces de "progreso" y "desarrollo" acallaron a los cientificos y sensatos que fueron caricaturizados como aves de mal aguero. Y la premonicion se cumplio.

Por eso el pacto suscrito esta semana fue planteado como el inicio de "un proyecto de desarrollo humano sostenible con el apoyo permanente del Ministerio del Medio Ambiente".

El gobierno destinara cuatro millones de dolares para revertir la situacion de la cienaga, mediante el dragado de canos y adecuaciones hidrologicas y para echar a andar programas de mejoramiento de la calidad de vida de los cienagueros.

Durante el primer mes de aplicacion del plan, hasta el 30 de julio, se entregaran mercados a las familias damnificadas.

En octubre la estatal Caja Agraria iniciara un programa de vivienda rural para 1.600 familias, 600 de ellas palafiticas.

La Red de Solidaridad, dependiente de la Presidencia de la Republica, aumentara de 480 a 600 la capacidad de comedoires infantile y de 200 a 300 los subsidios para ancianos.

Puestos de salud, ambulancias, parques, programas de cultivo de camaron y otras fuentes de generacion de empleo se anuncian en el acuerdo.

"Las familias de la Cienaga deben estar seguras de que les vamos a cumplir, por lo tanto esperamos que tambien pongan de su parte para lograr los objetivos antes del tiempo previsto", afirmo la ministra del Medio Ambiente, Cecilia Lopez. (FIN/IPS/mig/dg/en/95)

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