El gobierno de Venezuela esta enfrentado a la petrolera estatal PDVSA, principal sosten de la economia del pais, por la revision del programa de inversiones de esta firma.
Para el ministro de Hacienda, Luis Matos, es "indispensable" reevaluar ese programa, "porque si bien la industria petrolera es la clave del desarrollo del pais, se requieren recursos para financiar programas de alta prioridad".
La revision de esas inversiones, que este ano sumarian 5.300 millones de dolares, implicaria tocar la "gallina de los huevos de oro" en la economia nacional, pues Petroleos de Venezuela (PDVSA) aporta 75 por ciento de las divisas y casi la mitad de los recursos fiscales.
Claus Graf, vicepresidente de la firma, recordo que las inversiones integran un plan de desarrollo mediante asociaciones con decenas de empresas privadas, y que recien la semana anterior se firmo el primero de esos convenios, con la estadounidense Conoco.
Analistas apreciaron que la revision del programa de inversiones cuando promedia el ejercicio anual puede enviar a potenciales socios de PDVSA la senal de que las prioridades o reglas de juego cambian en esa industria dependiendo de premuras del gobierno.
Matos admitio que el presupuesto de 1995, que previo gastos por 15.480 millones de dolares, tiene un agujero de 4.000 millones de dolares, apenas compensado por recortes lineales ordenados a los ministerios, por 1.600 millones.
El responsable de las finanzas publicas dijo que se trata de "revisar en PDVSA margenes de costos y niveles de gastos, como en cualquier otra empresa", para determinar si hay cifras abultadas y si corresponden ajustes.
Los tecnicos de Matos calculan que el aporte fiscal de PDVSA podria incrementarse 10 por ciento este ano, por encima de su nivel estimado de 4.417 millones de dolares.
PDVSA puede dar aportes inmediatos y anticipos para atender la sequia de recursos que incluso compromete desembolsos previstos en planes con organismos internacionales.
Graf replico que la "revision" de inversiones propuesta por Matos "no es factible" y recordo que "el aporte fiscal de la industria crece en la medida en que aumenta la produccion".
"Seria muy inconveniente reducir las inversiones precisamente en la industria que es la mayor generadora de ingresos", comento Graf, e insistio en que ademas del aporte fiscal de PDVSA debe considerarse su contribucion al crecimiento economico, generacion de empleo y estimulo al resto del aparato productivo.
En 1994, el Producto Interno Bruto de Venezuela decrecio 3,3 por ciento, pese a que el PIB petrolero se incremento 5,7 por ciento, y para 1995 se teme un decremento global aun mayor, cercano a cuatro por ciento, aun si la variable petrolera sigue estable.
En auxilio de Graf, el ex ministro de Energia Humberto Calderon destaco que "las inversiones petroleras son planes que se elaboran con cinco anos de horizonte y no pueden estar sometidas a tira y encoge, como si fueran de goma, segun los apremios financieros de un gobierno".
"Buena parte de esas inversiones estan orientadas en primer lugar a sostener la produccion petrolera y, luego, al mejoramiento en las refinerias, para poder colocar productos en un mercado con exigencias ambientalistas mas estrictas", recordo Calderon.
Venezuela tiene una capacidad de extraccion de tres millones de barriles diarios, produce 2,4 millones de barriles por dia y debate ante la Organizacion Mundial de Comercio con su principal cliente, Estados Unidos, a proposito de restricciones supuestamente mbientalistas sobre las gasolinas que le vende.
Graf recordo que PDVSA apunta a invertir 50.000 millones de dolares hasta el ano 2004, de los cuales al menos 18.000 millones provendrian de capitales privados asociados al consorcio estatal conforme a sus proyectos de apertura.
Manuel de Pablos, asesor de la presidencia de PDVSA, dijo que a modo de aporte la corporacion trabajaria por llegar a la meta de aportar al fisco 5.250 millones de dolares.
Graf replico que ello solo seria posible "de cumplirse premisas que se dieron al calcular ese aporte".
En medio esta la incierta variable del precio de realizacion del barril petrolero venezolano, que el presupuesto calculo en 13,50 dolares, pero cuyo promedio anual bordea los 14,70 dolares.
Luis Giusti, presidente de PDVSA, acoto que la participacion fiscal de esa corporacion puede ser mayor de la esperada debido al alza en los precios internacionales de crudo, si esta se mantiene.
Pero, en cambio, las otras "premisas" evocadas por Graf todavia no se concretan, y se refieren a que el aporte de PDVSA tambien se calculo previendo una duplicacion del precio de la gasolina en el mercado domestico y una devaluacion del bolivar.
El presupuesto previo que la gasolina se venderia en 1995 a unos siete centavos de dolar el litro, contra su nivel actual, congelado desde hace tres anos, de 3,4 centavos de dolar.
El Estado venezolano pierde a causa de ese subsidio casi 600 millones de dolares anuales, y deja de percibir otro tanto al no equiparar los precios domesticos con los niveles de exportacion, cercanos a los 14 centavos de dolar por litro.
Giusti coincidio con el ministro de Fomento (desarrollo), Werner Corrales, en el sentido de que ya "estan dadas las condiciones" para ajustar los precios de la gasolina, una medida criticada por Caldera durante su campana electoral de 1993.
La otra premisa es que el presupuesto calculo como promedio un cambio de 180 bolivares por dolar y la tasa cambiaria se mantiene inalterada desde hace once meses en 170 bolivares por dolar, lo que aumenta seis por ciento los costos internos de PDVSA.
Junto al debate sobre revision de inversiones y aporte fiscal de PDVSA aparece la confrontacion entre politicos y gerentes acerca de quien y como debe controlar la mayor industria de Venezuela. (FIN/IPS/hm/dg/if/en/95
