MEXICO: Expulsion de sacerdotes incrementa tension en Chiapas

La expulsion de tres sacerdotes extranjeros del sureno estado mexicano de Chiapas dividio a la Iglesia Catolica y agrego un nuevo elemento de tension a los dialogos de paz entre las autoridades y la guerrilla.

Para hacendados de Chiapas y un sector de la Iglesia Catolica, la medida estuvo justificada, pues los religiosos "confundieron su labor", pero para el obispo Samuel Ruiz, grupos humanitarios y dirigentes opositores, la accion gubernamental fue una "afrenta" basada en falsas imputaciones.

El gobierno expulso el pasado viernes a los sacerdotes Rodolfo Izal, espanol, Loren Riebe, estadounidense, y Jorge Baron, argentino, tras acusarlos de realizar acciones de "proselitismo politico" y promocion de invasiones de tierras.

Los religiosos, quienes trabajaban en Chiapas desde hacia mas de una decada, fueron detenidos sin mayores explicaciones por agentes del Instituto Nacional de Migracion e incluso uno de ellos fue maltratado, indica un informe de la Diocesis de San Cristobal, tercera ciudad de Chiapas.

Las acusaciones contra miembros de la Iglesia Catolica de Chiapas, uno de los estados mas pobres del pais, no es nueva. En los ultimos dos anos fue expulsado un sacerdote y otro fue encarcelado durante varios dias acusado de incitar a la violencia.

Segun Ruiz, mediador de los dialogos de paz que mantienen desde abril el gobierno y el Ejercito Zapatista de Liberacion Nacional (EZLN), "la inexplicable expulsion de los tres sacerdotes es senal de la linea dura que avanza fuertemente en el pais".

"Se quiere volver a la posicion oficial de los primeros dias de 1994 (cuando hizo su aparicion el EZLN), de que los extranjeros son los que generan el conflicto en Chiapas", dijo Ruiz, quien recientemente fue postulado al Premio Nobel de la Paz.

El obispo advirtio que la deportacion tendra "serias consecuencias para el Estado mexicano", que repercutiran en el proceso de paz.

Con su postura coincidieron el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolome de las Casas de Chiapas, las ordenes de los Jesuitas y Dominicos, dirigentes opositores y varios analistas.

"Las deportaciones daran sin duda nuevos giros al proceso de negociacion de Chiapas y por otra parte la Iglesia Catolica de San Cristobal y su obispo Ruiz retornan al ojo del huracan", senalo el analista Bernardo Barranco.

Criticado por sectores conservadores y admirado por grupos humanitarios, indigenas y organizaciones de izquierda, el obispo ha sido figura importante desde que se inicio el conflicto armado en Chiapas, ya sea como mediador o como voz moral que continuamente llama a la paz.

Ruiz, quien se refirio al tema de las deportaciones el domingo durante una misa dominical celebrada en la catedral de San Cristobal, donde concluyo una peregrinacion de un centenar de personas que reclamaban el regreso de los expulsados, senalo que no dejara de pedir el retorno de los sacerdotes.

El gobierno "debe entender que en el territorio de nuestra Diocesis no solo se juega la paz de Chiapas, sino la del pais", expreso el obispo, a quien los hacendados consideran promotor, e incluso lider, del EZLN.

Entre recelos y acusaciones mutuas, delegados de gobierno y del grupo armado se han reunido cuatro veces desde abril para intentar definir, hasta ahora sin exito, un acuerdo de distension militar y el inicio de negociaciones sobre las demandas del EZLN.

La orden de los Dominicos advirtio que la deportacion de los religiosos extranjeros, a la que califico de "acto de autoritarismo", dificultara aun mas las negociaciones de paz en Chiapas.

La Conferencia del Episcopado Mexicano, que se limito a senalar que la deportacion fue una descortesia de las autoridades migratorias contra Ruiz, expreso que "todos los extranjeros que ejerzan labores pastorales deben someterse a los dictados de las leyes mexicanas".

Las deportaciones se produjeron cuando Ruiz terminaba una gira por Alemania y Espana, donde dicto conferencias y recibio varios homenajes.

En cambio, el arzobispo de la capital mexicana, Norberto Rivera, considerado conservador, justifico las expulsiones.

"La Iglesia Catolica debe mantenerse al margen de las ideologias y de los grupos y de las luchas de poder", manifesto Rivera.

Para Felipe de Jesus Toussaint, vicario general de la Diocesis de San Critobal, la deportacion de los tres sacerdotes "constituye una clara agresion a Samuel Ruiz, a quien de todas las formas posibles se trata de desacreditar para desvincularlo de su labor mediadora".

Grupos de hacendados de Chiapas saludaron la deportacion de los sacerdotes y pidieron hacer lo mismo con Ruiz, a quien consideran un promotor de la violencia.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolome de las Casas senala que en el ultimo ano se han producido al menos una docena actos de "hostigamiento en contra de los miembros de la Diocesis de San Cristobal de las Casas".

Entre ellos reporta intentos de homicidio contra sacerdotes, agresiones verbales y ataques fisicos a los religiosos que trabajan con Ruiz. (FIN/IPS/dc/ag/ip-cr/95

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