La reunion cumbre del Grupo de los Siete (G-7), que congrega en esta ciudad a los lideres de los siete paises con mayor desarrollo industrial, podria limitar sus acuerdos a un reforzamiento de las atribuciones del FMI, un mayor control de la estabilidad y una mayor liberalizacion de mercados.
Esta 21 conferencia anual de los jefes de Estado y de gobierno de Alemania, Canada, Estados Unidos, Francia, Gran Bretana, Italia y Japon -inaugurada en la noche de este jueves en Halifax, peninsula de Nueva Escocia-, parece especialmente preocupada por evitar nuevas convulsiones economicas.
En medio del inusual despliegue policial que altera la vida normal de las pequenas localidades, la reunion no ha atraido a Halifax mas de la mitad de los 5.000 periodistas previamente anunciados, para decepcion de los comerciantes y hoteleros de esta vieja ciudad portuaria de la costa atlantica canadiense.
Ademas de las delegaciones oficiales y los medios de comunicacion, pueblan esta ciudad una multitud de representantes de grupos de presion y militantes internacionales que concurren a defender sus causas ante los lideres mas poderosos del mundo.
A juzgar por los trascendidos de las reuniones bilaterales que tuvieron lugar en la tarde de este jueves, no surgiria de esta cumbre ningun cambio radical, y las deliberaciones podrian quedar oscurecidas por la amenaza de una guerra comercial entre los dos mas fuertes, Estados Unidos y Japon.
Por otro lado, los dos paises que habian prometido introducir mayores reformas al sistema economico internacional -Canada y Japon- parecen haber acallado sus demandas y ahora se refieren vagamente a la necesidad de prevenir y manejar las crisis economicas.
En esa linea de intenciones, el G-7 tomaria especial cuidado en reforzar las atribuciones del FMI (Fondo Monetario Internacional) en la vigilancia de la politica economica de los paises prestatarios.
Ademas, los lideres buscarian la forma de imponer mayores condiciones a los planes de estabilizacion y estimular la apertura de mercados en los paises en desarrollo.
Este esquema lleva la intencion de prevenir las grandes sacudidas financieras, como la que ocurrio en diciembre pasado cuando la moneda de Mexico se hundio en un grave colapso a raiz de una pequena devaluacion, provocando una loca huida de inversiones extranjeras en el mercado bursatil mexicano.
Tambien se espera que el G-7 respalde un conjunto de propuestas del secretario general de la Organizacion de las Naciones Unidas, Boutros Boutros-Ghali, quien desea suprimir algunas de las agencias del sistema mundial y reformar otras.
El discurso reformador del FMI y del Banco Mundial parece haber suscitado ciertas presiones por parte de las dos entidades financieras, cuyos responsables se reunieron en Washington esta semana con el nuevo presidente de Francia, Jacques Chirac.
Tambien parecen haber sido abandonadas las propuestas para controlar los movimientos especulativos de capital por medio de la cooperacion internacional.
En un discurso pronunciado este miercoles en Montreal, el primer ministro canadiense Jean Chretien no hizo mencion a su propuesta de crear un impuesto a estos flujos de capital.
Segun el autor de este proyecto, el economista James Tobin, laureado con el premio Nobel, la imposicion de solo 0,5 por ciento sobre el valor de los movimientos especulativos podria generar 150.000 millones de dolares al ano sin impactar casi nada a los pagadores.
Tobin sugirio que estos fondos podrian ser utilizados para ayudar a los paises del Tercer Mundo a cancelar su deuda externa, o para socorrer rapidamente a futuras situaciones criticas como la mexicana. Ademas, la idea desestimularia la especulacion en mercados extranjeros.
Los grupos militantes presentes en la cumbre afirman que el G-7 ha abandonado las ideas sobre reformas radicales por entender que ya ha pasado lo peor de la crisis economica mexicana.
En cambio, en opinion de esos grupos, los paises ricos prefieren la adopcion de medidas mas moderadas, como doblar los recursos del Acuerdo General de Prestamos -fondo conjunto de los paises ricos-, para enfrentar nuevas situaciones de emergencia.
Por el contrario, militantes como Carlos Heredia y Alejandro Najal, dos economistas mexicanos que representan en Halifax a la coalicion "50 Anos es Suficiente" (contraria al FMI y al Banco Mundial), sostuvieron que la crisis solo ha comenzado.
Heredia y Najal pintaron un sombrio cuadro de las quiebras de pequenos negocios y empresas unipersonales, al igual que las grandes corporaciones, desde la compania aerea mexicana hasta el tercer banco del pais, dos empresas recientemente privatizadas. (FIN/IPS/tra-en/ru/jl/arl/if/95