DROGAS-COLOMBIA: Crece consumo de psicoactivos

Estudios recientes muestran un incremento del consumo de psicoactivos en los ultimos anos en Colombia, al tiempo que destacan una disminucion de la edad de los adictos.

"Hace unos anos el promedio de edad de los consumidores era de 35 anos, pero en la actualidad ha descendido a 14-16. Se han presentado casos de ninos de nueve con dos anos de consumo", dijo Marino Restrepo, rector del Instituto Luis Amigo, especializado en rehabilitacion de adictos en Medellin (noroeste).

De acuerdo con el Estudio Nacional sobre Consumo de sustancias psicoactivas realizado recientemente por la Fundacion Santafe de Bogota y la Escuela Colombiana de Medicina, de cada 1.000 personas 900 han consumido alcohol alguna vez en su vida, 55 marihuana, 15 cocaina, 14 basuco y 41 tranquilizantes.

Mientras el consumo de basuco cayo, aumento el de cocaina, marihuana y tranquilizantes.

Existe la creencia generalizada entre la poblacion de que solo pueden ser adictos los consumidores de drogas ilicitas.

Pero las estadisticas estan mostrando que para el caso de Colombia los psicoactivos legales, como el alcohol, se han convertido en un problema social.

Segun cifras del Sistema de Vigilancia Epidemiologica de Sustancias Psicoactivas de Medellin (Vespa), por cada cien personas que ingresan por lesiones personales a urgencias en la ciudad, 42 han consumido alcohol y 23 cocaina.

Carlos Horacio Velez, coordinador del plan municipal para la prevencion del abuso de drogas, concluyo que quienes consumen alcohol tienen diez veces mas probabilidades de ser victimas de la violencia que quienes no lo hacen.

Entre los jovenes sindicados de homicidios 47 por ciento informo haber estado bajo los efectos del alcohol o de otras drogas en el momento de cometer el delito.

En los casos de agresion sexual y agresion intrafamiliar aproximadamente 50 por ciento de los culpables se encontraban con indices de alcoholemia superiores a 50 miligramos.

Algunos jovenes de la ciudad de Medellin consumen pastillas a las que denominan genericamente "roches". Se trata del rubinol, una droga que se debe consumir bajo estricto control psiquiatrico.

Segun la especialista Yolanda Torres, de la Escuela Nacional de Salud Publica, "bajo los efectos de estas pastillas la gente comete un acto violento y disminuye su culpabilidad, porque no recuerda bien los hechos. A las personas que son inexpertas en el delito sirven como amuleto para actuar con mas confianza".

Se ha denunciado en la ciudad el asalto a droguerias para adquirir este tipo de psicoactivos y tambien que los farmaceuticos los distribuyen sin cumplir los requisitos legales.

De acuerdo a Torres entre las mujeres ha crecido el consumo de tranquilizantes, probablemente debido al estres. Son medicamentos aparentemente suaves pero que generan una adiccion psicologica y llevan a las personas a convertirse en consumidoras cronicas.

Aun una formulacion bien indicada puede llevar a problemas de este tipo, advierte la investigadora, llamando la atencion sobre la responsabilidad de los medicos.

Los investigadores acuerdan que en la adiccion o no de un individuo a lsa drogaes juega un papel central las relaciones al interior de la familia.

Segun el padre Restrepo, tanto las familias con una autoridad muy vertical, donde todo se soluciona con gritos, como aquellas en que no existen normas son propensas a generar adictos.

La profesora Torres encontrado por su parte que en Colombia 34 por ciento de las familias carecen de figura paterna. La gran mayoria (85 por ciento) de los drogadictos que se tratan en el Instituto Amigo provienen de hogares con ausencia paterna.

Desde luego tambien intervienen otros factores de socializacion.

El medio puede presionar al consumo porque genera curiosidad ya sea por presion de los grupos de amigos, por las propagandas que prohiben el consumo o por las que glorifican los efectos de las drogas.

Los contextos sociales desnormativizados, donde son difusos los referentes colectivos y los valores cohesionantes y donde la criminalidad es alta, en la medida que generan angustia, depresion, estres, miedo y depresion inducen al consumo.

Para Marino la sociedad debe asumir al adicto como un enfermo.

"Es un enfermo a nivel mental, ya que la adiccion disminuye la capacidad de atencion, de comprension y de sintesis. Un enfermo de tipo social porque se ha convertido en un quiste para su familia y para la sociedad. Y un enfermo moral, por la perdida de valores, como la honestidad, el espiritu de trabajo, la responsabilidad familiar", sostiene.

Marino insiste en que el adicto es un ser humano fragil, al que se le deben brindar alternativas terapeuticas y no represivas y llama la atencion sobre la necesidad de que la sociedad y el Estado se comprometan en programas de fondo para la prevencion y la cura de la drogadiccion. (FIN/IPS/as/dg/ip-03/95

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