/AMBIENTE/CHILE: Los plaguicidas, otra amenaza contra la infancia

Numerosos menores han muerto en Chile como consecuencia de la inhalacion de pesticidas, mientras las autoridades no aplican con rigor las normas para su manejo, segun denuncias de grupos independientes.

A comienzos de este mes, la pequena Francisca Ovalle y su madre resultaron intoxicadas mientras dormian en su modesta vivienda campesina, por emanaciones de Magtoxin, un fumigante almacenado en un galpon contiguo al dormitorio.

La pequena Francisca fallecio tres dias despues, repitiendose asi en la localidad campesina de San Esteban, unos 80 kilometros al noreste de Santiago, un drama mas o menos recurrente en los medios rurales.

La Alianza por una Mejor Calidad de Vida recordo que en los ultimos anos se registraron muertes de ninos provocadas por plaguicidas en otras tres localidades de la zona centro-sur del pais, donde se concentra la mayor actividad agricola.

Ademas de los menores fallecidos, en esos tres poblados campesinos hubo un total de 12 ninos intoxicados, quienes fueron salvados de la muerte, pero sufrieron serios quebrantos permanentes en su salud.

"No contamos los (ninos muertos) que no han aparecido en la prensa, ni los miles que no llegaron a nacer, o que nacieron tan malformados que fallecieron o que con las grandes secuelas de intoxicaciones sufridas por sus madres hoy les es imposible llevar una vida normal", senalo la Alianza.

Esta entidad esta formada por una federacion sindical campesina y numerosos grupos ecologistas, ademas de la Red de Accion en Pesticidas (PAN-Chile), la Corporacion de Investigaciones en Agricultura Alternativa y la Asociacion de Agricultores Organicos.

En las denuncias se repiten los nombres de plaguicidas como Magtoxin, Kelthane, Paration, Lindano y el azufre, todos ellos de amplio uso en la agricultura chilena.

En las etiquetas de estos productos no se reproducen disposiciones del codigo de la Organizacion de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentacion (FAO) para el manejo adecuado de estos quimicos.

Una de esas disposiciones establece que un plaguicida no debe ser almacenado ni lanzado al aire en lugares situados a menos de 200 metros de viviendas.

La norma, evidentemente, no se cumplio en el caso que tuvo como desenlace la muerte de la pequena Francisca, pero es obvio que los campesinos que almacenaron el Magtoxin desconocian las disposiciones del codigo de FAO.

El crecimiento de la agricultura chilena, vinculado a las exportaciones, llevo desde fines de la decada de los anos 70 a un creciente empleo de pesticidas, sobre todo en areas de produccion fruticola.

La fruticultura tiene una alta demanda de mano de obra femenina, las llamadas "temporeras", porque solo son empleadas en las epocas de recoleccion de uvas, manzanas, duraznos, kiwis y otros frutos exportables.

Las mujeres, a menudo jefas de hogares uniparentales, se desplazan en busca de trabajo con sus hijos pequenos, que asi se ven tan expuestos como ellas a los efectos de los agrotoxicos.

A este problema se suma el hecho de que se habilitan areas de cultivo cerca de viviendas campesinas o, al reves, no se adoptan resguardos para impedir la intalacion de viviendas cerca de plantaciones o sembrios que son tratados con pesticidas.

"Para autoridades del gobierno, empresarios agricolas e importadores de plaguicidas, el problema de los agrotoxicos se resuelve solo con el uso y manejo adecuado de estos qumicos, es decir utilizando un equipo apropiado", senalo la Alianza.

"Nunca han evaluado -agrego- su impacto en la salud de la poblacion no comprometida en trabajos agricolas, ni en el aire, suelo, fauna, flora y aguas de los alrededores".

"?Se sentiran hoy responsables de esta muerte (de Francisca Ovalle) quienes usan o permiten que se usen productos tan peligrosos?", pregunto la organizacion.

El problema de fondo, de acuerdo a la Alianza, radica en el imperio en Chile de una "agricultura quimica", que favorece la busqueda de altos margenes de productividad por sobre la proteccion del ambiente y de las personas.

La entidad planteo la urgencia de estudiar y adoptar alternativas a esa agricultura quimica y abogo por un control y reglamentacion de las autoridades sobre los pesticidas, similar al que se ejerce sobre medicinas, drogas y armas. (FIN/IPS/ggr/dg/en- pr/95

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