El ex presidente chileno Patricio Aylwin, propulsor de la Cumbre Mundial de Desarrollo Social, reitero sus criticas a la inequidad del mercado al hacer un balance de la reunion recientemente realizada en Copenhague.
"Nadie participa en el mercado para hacer el bien, sino para ganar mas", afirmo el ex mandatario, quien propuso una nueva reforma tributaria en el pais, que permita reunir mas recursos para combatir la extrema pobreza.
Aylwin senalo que debe establecerse una estructura diversificada de impuestos para gravar las compras suntuarias y hacer que "quienes consumen mas, paguen mas", porque "no es lo mismo comprar una botella de leche que adquirir una de whisky".
El ex gobernante fue quien propuso en 1992 a la Organizacion de las Naciones Unidas una cumbre mundial para analizar los problemas de la seguridad global y, en especial, la pobreza que afecta a un quinto de los habitantes del planeta.
Aylwin dijo que sentia una "modesta satisfaccion" como mentor de la cumbre que aprobo en su clausura, el domingo ultimo, un plan de accion de 10 puntos que en general no cubrieron las expectativas de los paises en desarrollo.
"Probablemente estos acuerdos no satisfacen plenamente" al mundo pobre o en desarrollo, dijo Aylwin. "Pero muchas veces pedir demasiado conduce a no conseguir nada. El negociar, buscar acuerdos, permite no avanzar tanto, pero dar pasos".
En Copenhague, segun el ex presidente, "se logro ir conciliando formulas que no fueran 'tiras y aflojas', sino que constituyen mecanismos positivos para los paises en desarrollo y viables para los ricos, que tambien tienen sus problemas".
Aylwin dijo que se logro superar dos grandes riesgos previos a la cita mundial: que esta fuera solo discursiva y concluyera sin compromisos o que "se transformara en una confrontacion esteril Norte-Sur".
En la perspectiva del ex mandatario y del embajador Juan Somavia, quien presidio el comite organizador de la cumbre por cuenta de la ONU, estos encuentros constituyen "un punto de partida".
"Es un desafio cumplir lo que aqui (en Copenhague) se acordo. Hay gente esceptica que cree que estos acuerdos son insuficientes. Yo creo que son un paso muy importante y expresan una voluntad politica que abre muchas esperanzas en la lucha contra la pobreza en el mundo", comento Aylwin.
En las postrimerias de su mandato, a comienzos de 1994, el ex presidente desato una polemica con las organizaciones empresariales al afirmar que "el mercado es cruel con los mas pobres".
Junto con proponer una reforma tributaria para castigar los consumos suntuarios, Aylwin califico de "egoistas" a los empresarios chilenos, quienes "viven quejandose, rechazan el rol regulador del estado, pero recurren a el para obtener franquicias y privilegios".
Segun Jose Antonio Guzman, presidente de la Confederacion de la Produccion y el Comercio (CPC), la cumbre fue una "torre de Babel", con visiones contrapuestas sobre las formas de superar la pobreza.
Es por ello, de acuerdo al presidente del maximo organismo empresarial chileno, que la cita en Copenhague estaba destinada a acumular solo palabras, sin obtener ninguna accion concreta.
Juan Riveros, presidente de la rama de industriales metalurgicos afiliados a la CPC, sostuvo a su vez que la cumbre fue "un gasto inutil", porque "todas las reuniones internacionales solo sirven para hacer politica internacional".
El dirigente empresarial se mostro esceptico sobre la posibilidad de que los paises ricos acepten destinar parte de su producto interno bruto a la cooperacion para el desarrollo.
"Se trata de un acuerdo subjetivo y, en definitiva, nadie se siente con el deber moral de contrubuir, salvo algunos paises", estimo Riveros.
El empresario rechazo la propuesta de Aylwin sobre una reforma tributaria para gravar los consumos suntuarios, afirmando que esa idea pertenece a decadas pasadas y expresa "un criterio publicista y populista para ganar votos". (FIN/IPS/ggr/ag/cd/95