El ente recuadador de impuestos de Argentina, considerado un organismo clave en la meta oficial de superar la crisis financiera, afronta renuncias masivas de su personal, en rechazo a reducciones salariales.
Unos 1.000 empleados de la Direccion General Impositiva (DGI) se consideraron despedidos, tras una reciente decision del gobierno de disminuir los salarios mayores a 2.000 pesos (igual en dolares), dijeron este viernes fuentes gremiales del sector.
Las deserciones en masa complican los planes del Ministerio de Economia de intensificar la presion tributaria y conseguir recursos para hacer frente a los compromisos de la deuda externa y de salvataje a la banca privada.
Con la decision de la quita salarial, el Estado deberia erogar hasta unos 200 millones de dolares por indemnizaciones.
Desde abril regira un incremento de 18 a 21 por ciento en la alicuota del Impuesto al Valor Agregado (IVA), con cargo directo al consumo, aprobado en la noche del jueves por el Parlamento.
Ese aumento fue exigido por el Fondo Monetario Internacional como condicion para la concesion de creditos a Argentina.
Mediante el alza del indice del IVA el Tesoro preve recaudar 1.200 millones de dolares extra en 1995, gracias a las inspecciones realizadas por los llaamados "sabuesos" de la DGI, ahora fuera del ente la mayoria de ellos.
En esa labor el gobierno obtuvo logros desde 1991, pero este martes elmMinistro de Economia, Domingo Cavallo, se mostro "alarmado" por la evasion registrada en los ultimos meses. (FIN/IPS/of/dg/ne/95