Es probable que pronto comiencen a rodar las cabezas en el gobierno ruso, conforme el presidente Boris Yeltsin asigne las responsabilidades por el fiasco militar en la separatista republica de Chechenia, segun las informaciones.
La perspectiva de perder sus trabajos ha hecho que un creciente numero de ministros del gabinete ruso caigan enfermos, con tres de ellos hospitalizados hasta ahora con varias enfermedades.
Se estima que altos funcionarios ligados a la planificacion y ejecucion de la intervencion rusa en Chechenia estan en la linea de fuego, luego de que Moscu se estanco en una prolongada operacion militar siete semanas despues de enviar sus tropas a la region, el 11 de diciembre.
Yeltsin preve utilizar un importante discurso ante ambas camaras del parlamento ruso a finales de este mes para tratar de limitar los danos, luego de las desastrosas consecuencias politicas y economicas del operativo militar contra los separatistas.
El apoyo interno para Yeltsin cayo a un nivel minimo sin precedentes, mientras sus amigos en el exterior respondieron negativamente, preocupados por las violaciones de los derechos humanos en Chechenia y con llamados a recortar la ayuda a Moscu e imponer sanciones.
Los observadores politicos coinciden en que Yeltsin debe mejorar sus relaciones con los desencantados partidarios liberales y con Occidente, sacrificando a miembros de lo que se ha conocido como el "partido de la guerra": los defensores de una solucion militar para la crisis chechena.
El ministro de Defensa, Pavel Grachev, el jefe del Servicio de Contrainteligencia, Sergei Stepashin, y dos altos ministros del gabinete se mencionan cada vez con mas frecuencia como aquellos que perdieron su credibilidad en el Kremlin.
Grachev fue internado esta semana en el hospital con una subita enfermedad, que segun observadores politicos es la senal mas segura de que la espada esta a punto de caer sobre su cabeza.
Expertos del Ministerio de Defensa fueron convocados el viernes en ausencia de Grachev, aunque algunas informaciones indicaron que el tema de la reunion es una discusion politicamente inofensiva de las celebraciones del 50 aniversario del final de la II Guerra Mundial.
Sin embargo, el analista Sergei Porkhomenko, en un articulo en el diario "Segodnya" de este viernes, diagnostico el mal de Grachov como un caso de "enfermedad de la trinchera", lo cual "en realidad es un sinonimo para la comun cobardia".
El primer ministro adjunto Nikolai Yegorov, quien estaba supervisando el aspecto politico de la crisis chechena, ha pasado mas de una semana en el hospital despues de que se informo que se le habia diagnosticado una neumonia.
Pero con el nombramiento de Nikolai Semyonov en su lugar, a Yegorov no lo estara esperando ningun trabajo cuando se recupere.
Las garantias de Yegorov de que habria una rapida solucion militar en Chechenia, que demostraron estar totalmente equivocadas, pusieron punto final a su carrera politica.
El ministro de Finanzas, Sergei Panskov, tambien debio ser llevado al hospital tras quejarse de una ulcera estomacal.
Los problemas de salud de Panskov coincidieron con su fracaso en obtener un prometido prestamo del Fondo Monetario Internacional por 6,4 mil millones de dolares, que ademas pidio suspender las negociaciones con el gobierno ruso.
Segun informaciones, Grachev se convirtio en el foco de la ira del Kremlin.
Citando fuentes dentro del equipo presidencial, Vasily Kononenko escribio en el diario "Izvestia" de este jueves que "aquellos que tienen acceso directo a Yeltsin estan diciendo que Grachev cometio por lo menos dos errores serios".
"Oriento al presidente hacia una rapida victoria en Grozny y desoriento al ejercito, que no conocia las dificultades de la operacion militar, como resultado de lo cual los comandantes no pudieron preparar a sus tropas para la misma. Un aplazamiento de dos o tres meses hubiera evitado estos errores", dice Kononenko.
Aunque es probable que Grachev sea despedido, el pretexto que se encontrara para hacerlo posiblemente no tenga relacion directa con la operacion chechena, porque eso podria desmoralizar aun mas a las fuerzas armadas y distanciarlas de Yeltsin.
Es por esta razon que Porkhomenko senala en su articulo que se le podria pedir a Grachev aclarar las denuncias de corrupcion en su contra que surgieron en noviembre, cuando tambien debio ser llevado al hospital.
Segun este analista, Yeltsin tiene en su poder un documento que indica que el Ministerio de Defensa ha estado manejando una cuenta bancaria en el Deutschebank aleman, donde se depositaron mas de 20 millones de dolares.
Se estima que esos fondos se originaron en las ventas de equipo militar y propiedades de las fuerzas armadas rusas, en un comercio ilegal del cual nunca se informo al gobierno ruso.
Los intentos de Grachev por echarle la culpa a su cercano amigo y colega General Vasily Vorobyev, quien estaba a cargo de presupuesto y asuntos financieros, aparentemente fracasaron y el titular de Defensa cayo enfermo. (FIN/IPS/trad-en/rt/da/np).
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