Entre fuertes denuncias que los acusan de reactivar los escuadrones de la muerte y de presuntas rencillas internas que pudieron haber puesto en peligro la vida del Presidente, los militares de Honduras enfrentan una nueva crisis de credibilidad.
Y como ingrediente final para sazonar el caldo, un informe del Departamento de Estado norteamericano senala que la impunidad militar en el pais impide la aplicacion de un verdadero regimen de justicia.
Contrario a la decada pasada, cuando Estados Unidos defendia a capa y espada la institucion castrense, ahora lanza duros ataques con miras a lograr una reduccion en el numero de efectivos y armamentos.
Tras los conflictos de baja intensidad en America Central, durante los cuales los uniformados hondurenos fueron el laboratorio preferido de Estados Unidos para poner en practica sus tacticas de contrainsurgencia, Washington centra su politica en la defensa de los derechos humanos y el combate a la impunidad.
A eso se atribuye que el informe del Departamento de Estado norteamericano senale que si bien desaparecio la temida Policia Secreta y con ello las torturas, aun se practican "detenciones arbitarias, incomunicacion de los presos y algunas palizas".
Asimismo, indica que existe "complicidad civil" para acabar con estos actos y una depuracion en el sistema de justicia en aras de eliminar cualquier espacio de corrupcion.
El informe norteamericano coincide con denuncias de grupos de derechos humanos en el sentido de que las Fuerzas Armadas ejecutaron a mas de 22 personas, supuestos delincuentes, de manera extrajudicial.
En su informe anual, el no estatal Comite para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh) senala que en 1994 fueron ejecutados 22 presuntos delincuentes por un autodenominado "Escuadron Civil Ejecutor de Ladrones".
La muerte de estas personas, segun el Codeh, se dio cuando los militares buscaban "limpiar" su imagen de institucion torturadora, pero, segun el organismo de derechos humanos, hay fuertes indicios sobre vinculos con este presunto escuadron civil.
En su informe, el Codeh indica que el surgimiento de este escuadron estaria vinculado a una reactivacion del desaparecido Batallon de la Muerte 3-16, senalado como el responsable en la desaparicion forzada de 184 personas, por causas politicas, en los anos 80.
La version del Comite parecio cobrar fuerza este miercoles, cuando el ciudadano Antonio Ramos responsabilizo al comandante de la Policia en la nortena ciudad de San Pedro Sula, coronel Arnoldo Cabrera, de dirigir uno de los escuadrones de la muerte en esa zona.
Ramos acuso a Cabrera de haber dado muerte a su hijo, Jose Antonio Urbina, alias "El Burro", un delincuente comun que al parecer habria dicho a las autoridades judiciales como y por que se estaba ejecutando a los delincuentes en esa region.
"El Burro", segun su padre, tenia fuertes nexos con el comandante Cabrera y "sabia que el era el jefe de los escuadrones de la muerte que operan en San Pedro Sula".
Sin embargo, dias despues de haber rendido declaracion en los juzgados, el delincuente fue asesinado. Su familia asegura que fue ejecutado por los escuadrones de la muerte debido a asuntos de narcotrafico en el que estarian implicados oficiales de la Policia.
A esta acusacion se suman las declaraciones hechas el jueves por la analista y sociologa Leticia Salomon, que atribuyo el estallido de una granada, el sabado en San Pedro Sula, a rencillas internas en el gremio castrense.
La granada exploto a escasos 60 metros de donde se encontraba el presidente, Carlos Roberto Reina, quien realizaba una gira por San Pedro Sula.
La sociologa dijo que la granada pudo ser lanzada para poner en entredicho la seguridad presidencial de Reina, a cargo del coronel Alvaro Romero, oficial que no goza de la simpatia del maximo jefe castrense, general Luis Alonso Discua.
Romero fue puesto en el cargo por el propio presidente Reina, por considerarlo uno de los hombres mas honestos y profesionales dentro del gremio castrense.
Al parecer, esta decision no gusto a Discua, quien ve con recelo la carrera militar de Romero, por insinuarse que podria ser uno de sus mas fuertes aspirantes, el proximo ano, a la jefatura de las Fuerzas Armadas.
Las insinuaciones de Salomon y las acusaciones del Codeh obligaron a la institucion castrense a negar que existan fricciones internas o que haya un resurgimiento de los escuadrones de la muerte.
"?Como se ponen a pensar que por rencillas con el coronel Romero, que no existen, ni existiran, vamos a poner en riesgo la vida del presidente Reina?, pregunto Discua.
"En ningun momento las Fuerzas Armadas van a crear una situacion para afectar a un oficial, pues la ley interna castrense da atribuciones al comandante en jefe para hacer los cambios que estime precisos, sin necesidad de recurrir a estupidas artimanas", explico molesto el militar.
Dijo que entre el y el coronel Romero no existen diferencias de ninguna indole, "quizas diversas formas de opinion, pero nunca por eso vamos a ser enemigos".
Al referirse a la presunta reactivacion de los escuadrones de la muerte, indico que es "completamemte falso, ya que la institucion se esta modernizando y no regresara jamas a practicas absurdas del pasado".
El jefe militar pidio al Codeh pruebas de sus acusaciones, al senalar que versiones de "delincuentes" o sus familiares no son suficientes para acusar de "mercenarios" a miembros de la institucion armada. (FIN/IPS/tm/mso/np/95). – – –