El gobierno brasileno decidio correr el riesgo politico de promover una profunda modificacion en las bases del sistema de seguridad social, en una reforma que lo lleva a enfrentar no solo intereses sectoriales, sino los de casi toda la poblacion.
La medida de mayor impacto sera la de eliminar la jubilacion por tiempo de trabajo, fijando una edad minima de cerca de 60 anos para ese derecho.
Actualmente los hombres se jubilan al completar 35 anos de contribucion al sistema y las mujeres a los 30 anos. Con cinco anos menos de trabajo, una persona se puede retirar con derechos proporcionales.
Hay numerosos casos especiales, que tambien se eliminaran. Los maestros, periodistas, parlamentarios, pilotos y trabajadores en condiciones insalubres actualmente obtienen el derecho a la jubilacion plena con 25 anos o menos de trabajo.
La orientacion basica consiste en eliminar privilegios y las facilidades para el retiro remunerado, consideradas incompatibles con las tendencias economicas y la propia expectativa de vida de los brasilenos, que ya supera los 70 anos, segun el ministro de Prevision Social, Reinhold Stephanes.
Los militares viven 80 anos como promedio y los trabajadores que ganan salario minimo, 73 anos, aseguro Stephanes en los frecuentes debates en que viene defendiendo la reforma.
Los argumentos del ministro pierden fuerza porque se conoce que el se jubilo a los 46 anos de edad, pero aprovecha su propio ejemplo para calificar de "absurdas" las reglas actuales que permiten una jubilacion tan precoz.
Las maestras de la ensenanza publica se pueden retirar despues de 25 anos de trabajo. Como la generacion pasada en su mayoria empezo a trabajar muy temprano, con unos 18 anos de edad, se puede jubilar con poco mas de 40 y en muchos casos pasan a ganar un segundo sueldo en otro empleo.
La reduccion de la mortalidad y de la natalidad en Brasil, asociada a un promedio de vida vida mas largo y al aumento del desempleo o la informalidad economica, apuntan a un creciente desequilibrio financiero del sistema oficial de seguridad social.
Stephanes y el presidente Fernando Henrique Cardoso destacan que la reforma es indispensable hoy para evitar el colapso manana, para asegurar "el derecho de todos a la jubilacion en el futuro".
La situacion, segun las autoridades, llego a un callejon sin salida. En 1980 habia 3,18 contribuyentes por cada beneficiado en el sistema y esa relacion bajo a 2,5 por uno en 1990, cuando la relacion ideal es de cuatro por uno, segun los tecnicos del Ministerio de Prevision Social.
Con 15,2 millones de jubilados y pensionistas, numero que crecio 50 por ciento en 10 anos, el sistema impide una elevacion del salario minimo en el pais, actualmente de 70 reales (83 dolares).
Esa fue la justificacion del presidente para vetar este mes una ley aprobada por el Congreso que aumentaba a cien reales (119 dolares) ese piso salarial nacional.
Del total de jubilados, mas de 11 millones reciben el salario minimo y el aumento aumentaria el deficit ya previsto para este ano, senalaron el ministro de Prevision Social y el presidente.
Las propuestas del Ejecutivo, que se someteran al Congreso en dos semanas, preven eliminar la diferencia de edad entre hombres y mujeres, un minimo de 38 a 40 anos de contribucion efectiva para la jubilacion integral cuando se alcance la edad minima, aun por definir, pero que sera cercana a 60 anos.
Ademas, el sistema oficial pagara jubilaciones limitadas a una cifra maxima entre cinco y 10 salarios minimos (de 415 a 830 dolares) y se estimulara la complementacion a traves de instituciones privadas de seguridad social.
Esa reforma, que se suma a la del orden economico y del sistema tributario, ya enfrenta fuerte oposicion, especialmente del movimiento sindical, y las corrientes mas radicales amenazan con huelgas y manifestaciones callejeras.
La Fuerza Sindical, la central mas moderada, exige el fin de los privilegios y que las modificaciones no afecten a los que ya estan trabajando y contribuyendo a la seguridad oficial, sino a las futuras generaciones.
El economista Paulo Nogueira Batista Junior, del opositor Partido de los Trabajadores, considera muy peligroso que el gobierno juegue su "capital politico", obtenido con la nueva moneda, en una reforma tan impopular.
Con eso pone en peligro la estabilizacion economica aun no consolidada y en la que deberia concentrar sus esfuerzos, sin dispersarse en frentes de batalla que podrian esperar un tiempo mas, advirtio el economista. (FIN/IPS/mo/ag/pr/95) – – –
