El empresario palestino Said el-Mishal abrio una empresa con la intencion de ayudar a levantar la economia de la ahora autonoma y siempre indigente franja de Gaza, pero duda que la inversion se justifique.
El Mishal, quien amaso una fortuna de varios millones de dolares en Qatar operando en los sectores de la petroquimica, los fertilizantes y la siderurgia, constituyo la compania Grupo de Desarrollo de Gaza con el apoyo de adinerados palestinos.
En una zona que dispone de pocos recursos, escaso territorio y una infraestructura devastada, el empresario dice que escogio industrias que capitalizan lo que Gaza tiene en abundancia: mano de obra.
Hoy no tiene certeza de que su inversion de los frutos esperados. Su pesimismo se suma al de la mayoria de la poblacion de esta nueva zona autonoma, descontenta con la deficiente situacion economica.
El-Mishal llego a Gaza hace seis meses, y desde entonces la franja fue "cerrada' 52 veces por los israelies en respuesta a los ataques suicidas de militantes fundamentalistas palestinos dentro del estado judio.
Los palestinos toman estas clausuras temporarias como un castigo colectivo. Miles de ellos no pueden asistir a sus trabajos en Israel, al tener prohibido el ingreso a ese pais.
Israel asevera que esas clausuras son necesarias por razones de seguridad: si se permite que miles de trabajadores crucen la frontera, aumenta la posibilidad de que se inflitre algun "suicida tirabombas".
La economia palestina pierde al menos 700.000 dolares por dia como resultado del cierre de las fronteras.
Para inversores como el-Mishal, el poder de Israel de abrir y cerrar las puertas de Gaza refleja la inestabilidad reinante en la zona.
Observan ademas que la clausura no afecta solo a los trabajadores. Es asi que los abastecedores de materias primas e insumos se ven imposibilitados de llegar a Gaza y que los productos acabados no pueden ser exportados.
Incluso cuando la frontera esta "abierta", Israel practica un meticuloso y tedioso sistema para controlar el ingreso y la salida de personas y mercancias de Gaza.
Para pasar de la Margen Occidental a Gaza, un palestino necesita un permiso de ingreso a Israel y otro a Gaza, mientras su camion requiere de una autorizacion adicional.
La ciudad no tiene puerto o aeropuerto propio y las mercaderias no pueden pasar entre Gaza y el Sinai, sino que deben ser transferidas a un cruce israeli-egipcio fuera de Gaza.
Ademas, no es posible transportar mercancias entre la Margen Occidental y Gaza sin un permiso. Un palestino no puede exportar los productos desde un puerto israeli, sino que debe gestionarlo a traves de un intermediario israeli.
El saldo economico es terrible. Unos 60.000 palestinos estan en situacion de desempleo cuando la Franja esta cerrada.
La poblacion total de Gaza alcanza unas 900.000 personas, de las cuales 60 por ciento son menores de 16 anos, pocas mujeres trabajan y solo 10 por ciento del total (90.000 trabajadores) sustentan la economia del lugar.
Las reiteradas clausuras se produjeron justo en momentos en que la economia palestina intenta deseperadamente recuperarse y el gobierno autonomo se bate con Israel para hacer efectivo el acuerdo de paz.
Las calles sin pavimento de Gaza estan aun repletas de basura y durante los meses de invierno se llenan de lodo. La situacion habitacional deja tambien bastante que desear.
No faltan tareas, pero el problema es el escaso dinero.
"Unas 1.000 personas han sido destinadas a ocuparse de proyectos que requieren de inversiones extranjeras", dice el economista Emad Shaat, del Comite Economico para la Reconstruccion y el Desarrollo (CERD).
Pero a menos que ese tipo de proyectos lleguen masivamente y por largos periodos, no alcanzaran para aliviar la crisis de desempleo.
Segun el ingeniero palestino Nabil al-Sharif, una inversion de cinco millones de dolares es suficiente para generar 1.300 puestos de trabajo durante tres meses.
Para emplear 60.000 personas durante un trimestre el comite necesita entonces 230 millones de dolares. Hasta el momento solo recibio 128 millones de dolares en ayuda de "emergencia" de la comunidad internacional.
"Ni el Profeta puede resolver el problema", asegura Al- Sharif.
"La solucion a corto plazo es exportar mano de obra a paises arabes, con un acuerdo por el cual un porcentaje de los impuestos que paguen los trabajadores en esos paises se transfiera a la Autoridad Palestina", sugiere.
Israel y Palestina hablan de establecer zonas industriales a lo largo de la franja de Gaza, con ayuda de paises donantes, pero ese tipo de proyectos tardaria mucho tiempo en concretarse.
"La unica solucion inmediata es que Israel abra las fronteras", sostiene Samir Hezboun, un economista de Belen. (FIN/IPS/tra-en/dho/cpg/pf-dg/re/95) – – –
