Representantes gubernamentales de Brasil y Argentina sostuvieron que sus paises presentan diferencias sustanciales en relacion a Mexico, pero opositores a sus politicas senalaron que cayeron en una "trampa" similar que deja escasas alternativas.
Las posiciones discrepantes se manifestaron en el Foro sobre la Crisis Financiera y Politicas de Ajuste en America Latina, promovido el viernes por el Parlamento Latinoamericano y que reunio expertos, autoridades y parlamentarios de siete paises.
Jose Luis Machinea, ex presidente del Banco Central argentino durante el gobierno de Raul Alfonsin (1983-89), afirmo categoricamente que no hay salida para su pais que no implique una "profunda recesion" y la renuncia a la moneda nacional, si se agravan los efectos de la crisis mexicana.
El actual gobierno considera "el fin del mundo" una devaluacion del peso y preferira dolarizar completamente la economia, extinguiendo la propia moneda, si se ve ante la disyuntiva, segun Machinea.
La "trampa" es absoluta, porque Argentina llego a un punto en que cualquier modificacion en el cambio tambien representaria la desaparicion del peso y sostuvo que el destino de la economia sera una nueva y brutal recesion, de gravedad comparable a la de la decada de 1930, con sus consecuencias en el desempleo.
Por ahora, sin embargo, cree que las consecuencias del caso mexicano se limitaran a afectar a los bancos en Argentina, porque el pais no tiene una gran deuda de corto plazo.
En el caso de Brasil, el dilema sin solucion aparente fue diagnosticado por Paulo Nogueira Batista Junior, un economista del izquierdista Partido de los Trabajadores, experto en deuda externa.
Los reflejos de la cisis mexicana llegan a Brasil en "un momento delicado", senalo y buena parte de las medidas que lograron reducir la inflacion, desde julio, "pusieron al pais en la ruta mexicana".
Brasil no esta condenado a la "trampa mexicana aun", pero para revisar su rumbo necesitara "flexibilizar la politica cambiaria, revertir excesos en la apertura del mercado y reducir el ritmo de expansion de la demanda".
Pero esas son medidas que podran echar a perder el triunfo logrado contra la inflacion y, en consecuencia, el "capital politico" de un gobierno que fue elegido por el exito inicial de estabilizacion de la nueva moneda, el real, lo que segun Nogueira Batista constituye un dilema de dificil salida.
El analisis de Gesner de Oliveira, del equipo economico del Ministerio de Hacienda, apunta en otro sentido, ya que Brasil es muy distinto a Mexico en los seis puntos de comparacion que presento en el Foro del Parlatino.
La experiencia inflacionaria mexicana fue de indices siempre mucho mas bajos, un promedio de nueve por ciento entre 1950 y 1980, nada comparable con la hiperinflacion que sufrieron otros paises latinoamericanos, como Brasil, Argentina y Peru.
Esto determina reacciones distintas ante la desindexacion y una devaluacion monetaria, senalo de Oliveira.
En Mexico, el aumento de importaciones y exportaciones fue muy superior al pequeno crecimiento economico, despues de la crisis de la deuda externa en 1982, indicando una industria menos verticalizada, que no supo reaccionar a la apertura del mercado.
Por eso las importaciones triplicaron de 1985 a 1992, mientras el producto interno bruto per capita estuvo casi estancado. En Brasil es muy distinto, ya que los flujos de comercio no estan tan divorciados del comportamiento de la economia.
La geopolitica tambien distingue a Mexico, por su proximidad e integracion con Estados Unidos.
Es inimaginable que una crisis similar en Argentina o Brasil provoque los efectos y la ayuda que movilizo el caso mexicano, senalo de Oliveira, adjunto de la Secretaria de Politica Economia, organo encargado de cuestiones estrategicas del Ministerio de Hacienda brasileno.
El bajo dinamismo de la economia es un aspecto desfavorable de Mexico, agravado por la "frustracion politica del esfuerzo enorme de estabilizacion desde 1982", segun el cuarto "paralelo" establecido por el economista brasileno.
Pero Mexico tiene una ventaja en la capacidad demostrada en conducir politicas sociales y de redistribucion del ingreso, segun de Oliveira, quien considero "incorrecto" la calificacion de neoliberal al programa de ese pais, ya que incluyo varias medidas heterodoxas, como en la cuestion de los precios.
Brasil avanzo mas lentamente y de "forma ambigua" en la privatizacion y desreglamentacion economica, afirmo, pero tuvo "un proceso politico mas consistente en los ultimos 20 anos", com mayor pluralismo, mientras que Mexico presenta "limitaciones politicas" que los mercados no tuvieron en cuenta antes.
La crisis financiera actual, iniciada en Mexico, no tiene la gravedad de la de la decada de 1980, dijo el funcionario brasileno.
En el sector externo no hubo ahora la brutal elevacion de las tasas de interes, ya hubo un gran aprendizaje de como enfrentar el "panico", como lo demuestra el paquete de ayuda a Mexico impulsado por el presidente estadounidense Bill Clinton.
Ahora se trata de un "fenomeno administrable", afirmo.
Brasil, Mexico y Argentina deben mantener la estabilizacion de sus economias, aunque "con menor margen de manejo de politicas nacionales" y cautela en la apertura del mercado y los deficits externos, opino de Oliveira. (FIN/IPS/mo/ag/re/95
