Los factores que hace un ano desencadenaron una guerra etnica en el norte de Ghana aun persisten, aunque desde junio, las armas guardan silencio, los arcos no disparan flechas envenenadas y las aldeas ya no arden en llamas.
El despligue de tropas dispuesto por el gobierno central para controlar la situacion en el norte no oculta las tensiones, y el cese del fuego alcanzado no ha tenido culminacion en una paz duradera.
"La paz no es la ausencia de la guerra, sino de las condiciones que dan lugar a la guerra", advirtio Kpiembewura Bawa Doshie, jefe de los gonja, uno de los grupos etnicos participantes del conflicto.
"Todavia existen las condiciones que llevaron a los konkomba a tomar las armas contra los dagomba, gonja y namumba", dijo Doshie.
Una disputa comenzada en febrero entre los konkomba y los nanumba acerca del precio de la gallina de Guinea lanzo a los primeros contra los segundos y contra las tribuas gonja y dagomba.
Pero la verdadera causa de la guerra fue la reclamacion del grupo konkomba de territorios que los gonja consideran propios, un asunto que ya habia provocado otros conflictos.
Segun Doshie, no habra paz mientras los konkomba permanezcan en tierras de los gonja.
El gobierno destino 3,3 millones de dolares a restaurar la ley y el orden, despues de cuatro meses de violencia que tuvo un saldo de 1.000 muertos, 411 aldeas y pueblos destruidos y mas de 25.000 desplazados.
La guerra etnica tambien bloqueo varios proyectos de desarrollo, ya que el personal empleado abandono la zona, mientras los cursos eran suspendidos en las escuelas, en algunos casos debido a la destruccion de los edificios.
El Ministerio de Agricultura y Alimentacion lanzo un programa de 650 millones de dolares para suministrar a los granjeros semillas, fertilizantes, herramientas y tractores, con el objetivo de cultivar al menos unas 8.100 hectareas.
Pero el programa del Ministerio, orientado a conjurar la amenaza de una produccion insuficiente de alimentos, llego tarde a muchas comunidades, que debieron entonces confiar su suerte a la ayuda externa.
Los habitantes de la region en conflicto exhortaron a los jefes gonja y nanumba a asegurar el cese del fuego mediante la firma de un tratado de paz con los konkomba, pero unicamente Ya Na Yakubi Andani, lider de los dagomba, acepto enterrar el hacha de guerra. (FIN/IPS/tra-en/dk/jm/kb/ff/np/95
