El Papa Juan Pablo II llego hoy a Sri Lanka y recibio una tumultuosa bienvenida de este pais predominantemente budista, si bien rodeado de un dispositivo de seguridad sin precedentes.
Una fuerza de 25.000 agentes de policia montaron un cordon de seguridad y control de multitudes, mientras miles de personas – catolicos y budistas- se agruparon en las calles de Colombo para saludar al pontifice de fragil aspecto.
En una jornada calida, el "papamobil" (vehiculo abierto con cristales antibalas) se desplazo entre exhuberantes multitudes, banderas, carteles, empavesados y gritos de saludo.
Una salva de 21 canonazos fue disparada cuando el Papa llego al palacio presidencial para ser recibido por el jefe del Estado, Chandrika Kumaratunga.
El pontifice volo desde Sidney para cumplir la ultima etapa de su gira asiatica por cuatro naciones y proclamar el primer santo del sur de Asia, -padre Joseph Vaz- un misionero del siglo XVII procedente de Goa, India occidental, quien lucho contra la persecucion de catolicos por parte de los holandeses.
"El padre Vaz es un tributo personal a los budistas de este pais porque fueron ellos los que le brindaron refugio cuando lo persiguio otra comunidad cristiana", dijo el arzobispo Malcolm Ranjith, coordinador nacional de la visita del Papa.
Sin embargo, los budistas estan todavia en armas contra supuestas referencias negativas sobre su religion hechas por el Papa en su libro "Cruzando el Umbral de la Esperanza".
Un sector del clero budista ha venido protestando por la visita del pontifice y ha exigido una disculpa de Juan Pablo II por sus expresiones. No obstante, la Iglesia solamente ofrecio una explicacion y no juzgo necesarias las disculpas.
Diversos intentos de la Conferencia Episcopal de Sri Lanka, el organismo que agrupa a los diocesanos catolicos del pais, para explicar el caso como una mala interpretacion que no pretendio crear asperezas con el budismo, cayeron en oidos sordos.
Los altos dignatarios del clero budista anunciaron durante la primera etapa de la controversia que iban a boicotear la visita.
La Federacion de Asociaciones Budistas, que amenazo con realizar demostraciones contra la visita papal, fue persuadida de abandonar sus propositos a ultimo momento mediante seguridades presidenciales que el Papa seria debidamente informado de la agitacion que provocaron sus conceptos entre los budistas de Sri Lanka.
A pesar de todo, en un espiritu de amistad, el monje budista Mapalagama Vipulasara, en un dramatico esfuerzo, logro la construccion de un imponente altar para que Juan Pablo II oficie el sabado la misa pontifical ante millares de feligreses.
La visita tambien fue responsable de una demostracion de amistad entre el gobierno y los rebeldes militantes tamil que han venido librando desde hace 11 anos una sangrienta guerra civil por su independencia en la parte nororiental de la isla.
Las dos facciones beligerantes acordaron una cesacion de hostilidades, sobre todo para facilitar el pasaje de millares de catolicos desde la parte hacia el sur para encontrar al Papa.
Thomas Sauvndranayagam, obispo de la nortena ciudad de Jaffna, controlada por los rebeldes, dijo que tanto rebeldes como militares se movilizaron para asegurar el libre e indisturbado pasaje de los peregrinos que proceden del norte del pais.
Mas de 3.000 catolicos ya cruzaron Jaffna hacia el sur para asistir a la misa que sera celebrada en una explanada frente al mar de esta capital, la cual sera testigo de la mayor concentracion religiosa de su historia.
Mas de medio millon de catolicos y no-catolicos se disponen a asistir a la ceremonia religiosa. El Papa dejara la isla con destino a Roma el sabado a mediodia. (FIN/IPS/TRA/RS/MV/EGO/CR).
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