El Congreso brasileno recibio esta semana un nuevo golpe a su credibilidad, asestado por sus propios miembros al final de un periodo legislativo de balance negativo para la institucion y, en consecuencia, para la democracia representativa.
Los parlamentarios se autoconcedieron un aumento de 95,7 por ciento y aprobaron una amnistia para los senadores que utilizaron recursos publicos en sus campanas electorales, en un festival de legislacion en causa propia.
Ademas, elevaron tambien en la misma proporcion los sueldos del Presidente de la Republica y de los ministros, y votaron favorablemente un proyecto para aumentar el salario minimo nacional de 70 a cien reales (de 83 para 118 dolares).
Estas ultimas decisiones dejan en mala situacion al presidente Fernando Henrique Cardoso. El salario minimo aprobado por los parlamentarios determinaria la quiebra del sistema oficial de seguridad social, que paga esa remuneracion a 11,5 millones de jubilados y pensionistas.
Los parlamentarios sabian de antemano que el presidente se veria obligado a vetar la medida. La decision parece tener como unico objetivo crear dificultades al ejecutivo, ya que se trata de una maniobra que no devuelve prestigio popular al Congreso Nacional.
Cardoso califico de "escandalo" la nueva remuneracion y ventajas que se concedieron diputados y senadores, que pasan a ganar 8.000 reales (9.470 dolares) al mes y tres sueldos adicionales.
Para el presidente sera dificil explicar un veto al aumento del salario minimo, sin vetar tambien el aumento de sus proprios ingresos, de los ministros y de los parlamentarios.
En cuanto a la amnistia aprobada por el parlamento, tuvo por fin anular un fallo de la justicia electoral, que inhabilito al senador Humberto Lucena por haber utilizado la imprenta del Senado para imprimir 130.000 calendarios con su foto, como propaganda electoral.
La decision favorecio tambien a otros 14 senadores que comprobadamente usaron la imprenta en provecho propio y podrian ser sometidos tambien a la inhabilitacion politica.
Lucena, presidente del Senado hasta ahora, fue reelecto senador en octubre, pero estaria impedido de asumir el cargo, sin la amnistia que abre un conflicto entre los poderes Legislativo y Judicial.
Paulo Saraiva, un dirigente del Colegio de Abogados de Brasil, anuncio que cuestionara la constitucionalidad de la amnistia y varios juristas, como Celso Bastos y Fabio Comparato, consideraron inconstitucional la decision parlamentaria.
En su opinion, la Constitucion brasilena solo admite la amnistia cuando se destina a defender el interes publico, mientras que en este caso se busco beneficiar a algunos miembros del propio Congreso, lo que no se puede confundir con interes publico.
Estas decisiones fueron adoptadas por un Congreso en final de mandato, en las ultimas sesiones de los diputados elegidos en 1989 y los senadores que cumplieron su periodo de ocho anos.
Se instalo "el clima de fin de orgia", el "Congreso mas desmoralizado desde 1946" deja la escena "bajo los abucheos de la indignacion popular", escribio el comentarista politico del "Jornal do Brasil", Villas-Boas Correa.
La nueva ola de descredito en la institucion parlamentaria sucede a otros escandalos en los dos ultimos anos. Seis diputados perdieron el cargo en un proceso por corrupcion que tuvo 18 parlamentarios acusados entre fines de 1993 y comienzo de 1994.
Otros tres sufrieron condena similar por "vender" sus mandatos a un partido interesado en tener el minimo de diputados necesario para postular un candidato a la presidencia. Antes, otro fue expulsado por vinculaciones con el narcotrafico.
Este final ilustra bien una de las causas de las dificultades que enfrentan los parlamentos y fueron destacadas en la Conferencia Latinoamericana de Parlamentarios y la Sociedad Civil sobre Seguridad Humana Global, que tuvo lugar el lunes y martes en Brasilia.
El ex presidente brasileno Jose Sarney (1985-90), quien es actualmente senador, atribuyo a los medios de comunicacion y las nuevas tecnicas de sondeo de opinion publica la rapida deslegitimacion de los parlamentos.
La democracia, segun el ex mandatario, tiende a organizarse en nuevas formas, para asimilar otros poderes, como la prensa y las organizaciones de la sociedad civil.
El presidente del Congreso de Colombia, Juan Angel, se quejo de las organizaciones no gubernamentales que intentan atribuirse actividades parlamentarias y de un Poder Ejecutivo crecientemente dominante, que legisla por su cuenta e invade prerrogativas del parlamento.
Pero es la "capacidad de respuesta y de organizacion de la sociedad civil" que nos permite confiar en un siglo XXI mas democratico y de mayor desarrollo humano, senalo Oscar Arias, ex presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz.
Entorpecer las manifestaciones de la sociedad civil constituye "perversion de la politica", los politicos deben abandonar "las pretensiones de ser arrieros de rebanos", dijo Arias, para destacar la contribucion positiva de las organizaciones no gubernamentales en la cuestion ambiental, en la lucha contra la corrupcion y por la pacificacion en America Central.
"La democracia hoy no debe verse como un ejercicio de formalismo representativo, sino como un proceso de participacion activa de toda la sociedad", senala la Declaracion final de la Conferencia, que reunio a 250 parlamentarios y representantes de la sociedad civil de America Latina y el Caribe. (FIN/IPS/mo/ag/np/95
