Periodistas serbios que resisten el intento del gobierno de controlar los medios de comunicacion se negaron a trabajar con un alto funcionario estatal que este fin de semana quedo a cargo del unico diario independiente de Yugoslavia.
Dragutin Brcin, ministro federal de Informacion, fue designado gerente general y editor jefe del diario independiente "Borba" despues que una corte de Belgrado afirmara el viernes de la semana pasada que el periodico no disponia de licencia para continuar sus publicaciones.
La corte rechazo el registro del diario como una sociedad anonima y lo situo bajo control del Partido Socialista de Serbia (SPS), liderado por el presidente serbio, Slobodan Milosevic.
Periodistas y partidos de oposicion se opusieron a las decisiones de la corte y del gobierno, mientras el personal del diario, frecuentemente critico de la politica nacionalista del gobierno desde su apertura en 1991, se nego a trabajar bajo ordenes de las nuevas autoridades.
Este domingo los trabajadores de Borba desafiaron a Brcin y se las arreglaron para imprimir una edicion "extra" en la que criticaron la decision de la corte y manifestaron que no cooperaran con el nuevo jefe de edicion.
La edicion "extra" fue impresa por una empresa privada y los periodistas se vieron obligados a vender el diario ellos mismos despues que los distribuidores se negaran a entregarlo.
"Aunque la corte rechace la apelacion, el gobierno deberia esperar a que Borba fuera eliminado del registro de accionistas, registrado nuevamente y obtuviera una licencia. Solo despues de estos pasos pueden intervenir las autoridades", dijo Branislav Tapuskovic, uno de los abogados del diario.
Otro de los representantes legales de Borba que prefirio no ser identificado sostuvo que las presiones del gobierno influyeron en la decision de la corte para revocar la licencia del diario y afirmo que "la farsa del registro del permiso oficial fue utilizada para destruir el periodico".
Los analistas independientes indicaron que la intervencion del diario es la ultima medida del gobierno para lograr una victoria final sobre los medios independientes y criticos de Serbia, que incluyen Radio b-92, la radio y television de NTV Studio B, las agencias de noticias Fonet y Beta y varios semanarios.
La Union Europea acuso al gobierno serbio de intentar silenciar a la prensa y califico la medida como "otra accion represiva contra los pocos medios independientes en la Republica Federal de Yugoslavia". (FIN/IPS/tra-en/vpz/cpg/lp/np-ci/94