La estatal Junta de Emergencia Financiera de Venezuela asumio hoy la propiedad de dos bancos comerciales medianos, Progreso y Republica, en un coletazo de la "tercera ola" en la peor crisis financiera en la historia del pais.
Con la estatizacion de las dos entidades, cuyo accionista mayoritario era el empresario de origen cubano Orlando Castro, suman 14 los bancos ocupados este ano por el Estado, en cuyas manos se encuentra 52 por ciento del sistema, mientras siguen de propiedad privada 33 institutos.
La Junta intervino todo el grupo financiero propiedad de Castro, que abarca los bancos Progreso, Republica y dos empresas de seguros, para "garantizar la continuidad de los servicios financieros, bancarios y de seguros" de dicho grupo, y proteger a clientes, ahorristas y asegurados.
Norys Aguirre, presidenta del Fondo de Garantia de Depositos e integrante de la Junta, dijo que "estan garantizadas la continuidad de las operaciones de estas instituciones, asi como la estabilidad de su personal".
El Progreso ocupaba el puesto numero 13 en la clasificacion de la banca comercial, con el equivalente a 229 millones de dolares en depositos del publico, de los cuales 164 millones en cuentas de ahorro, y mostraba 89 millones de dolares en creditos y 112 millones de inversiones en valores.
El Republica, en la casilla 14 segun la firma consultora Softline, registra 221 millones de dolares en depositos, de los que 134 millones en ahorros, mas una cartera de credito de 67 millones e inversiones en valores de 34 millones de dolares.
En ambas instituciones, 96 por ciento de las cuentas de ahorro tienen saldos inferiores a 23.500 dolares, por lo que el Estado debe por ley garantizar la totalidad de sus depositos.
El Grupo Progreso coloco sus activos como garantia para recibir auxilios del Estado por 297 millones de dolares a fin de superar la insolvncia que arrastraba desde junio, pero no pudo hacerse con recursos suficientes para afrontar sus compromisos y la Junta decidio ocuparlo totalmente este miercoles.
"Hubieramos preferido que el banco siguiera en manos privadas, pero pese a los esfuerzos realizados fue necesario asumir el control del grupo", dijo Aguirre.
Jose Grasso, de Softline, dijo a IPS que el caso del Grupo Progreso "es un coletazo de la tercera ola, porque esos bancos afrontaban problemas desde junio, como otros estatizados".
El experto destaco que, si bien ambos bancos ocupaban los puestos 13 y 14, sumados equivalen al sexto banco del pais.
En enero, el Estado intervino el Latino, segundo banco del pais, lo que detono la crisis financiera de este ano, pues bajo presion callejera debio reabrirlo en abril y retribuir a sus depositantes con 1.800 millones de dolares.
En junio, se ocuparon y cerraron ocho bancos medianos y pequenos al cabo de meses de auxilios que consumieron otros 2.800 millones de dolares.
En agosto y septiembre, la insolvencia copo a los bancos Consolidado y Venezuela, entre los mayores del pais, y el Estado los compro por un precio simbolico, mientras inyectaba recursos para mantenerlos abiertos, y el episodio se repitio en noviembre con el pequeno banco Andino.
Esas tres olas de crisis bancaria consumieron unos 6.000 millones de dolares, equivalentes a 13 puntos de Producto Interno Bruto, bajo la forma de dinero inorganico que inundo el mercado y es fuente de presiones inflacionarias y otras distorsiones.
Grasso opina que todavia resta un grupo de pequenos bancos insolventes que se mantienen a flote gracias a la sobreabundante liquidez y con altas carteras de inversiones en valores publicos que podrian hundirse en breve bajo la "cuarta ola" de la crisis.(Fin/IPS/hm-eg/ne/94