El creciente arribo a costas de Australia de "balseros" que huyen de campamentos de refugiados en el sudeste de Asia revivio el debate sobre el caso de los emigrantes ilegales de Vietnam y otros paises de Indochina, que aguardan la concesion de asilo.
Doce embarcaciones precarias cargadas de fugitivos de los campamentos instalados en varios paises cercanos alcanzaron desde enero las costas de Australia, y el flujo se incremento en los ultimos 15 dias, cuando llegaron 304 de las 522 personas arribadas este ano. La mayoria de los balseros procedian de la isla de Galang, perteneciente a Indonesia y situada 100 kilometros al sur de Singapur, donde permanecen a la espera de asilo 7.800 de los 70.000 emigrantes ilegales indochinos registrados en total en la region. Australia, que en 1989 firmo con otros 75 paises un tratado para detener el exodo ilegal de vietnamitas y establecer un programa comun en materia de migracion, teme que la nueva ola de balseros fuera provocada por la aplicacion irregular de ese acuerdo, especialmente en Galang. Mike Reaper, director del Servicio de Refugiados de la orden de los Jesuitas, puso en duda "la integridad de los procedimientos de seleccion de aspirantes a asilo". Segun Reaper, "hay muchos casos de rechazo irregular de solicitudes, especialmente en Indonesia." Balseros llegados a Australia denunciaron que la corrupcion y la violacion de los derechos humanos son frecuentes en los campamentos de Galang, una isla de 16 kilometros cuadrados de superficie, donde el mes ultimo, una protesta pacifica fue reprimida a golpes y con gas lacrimogeno. Las fuerzas de seguridad de Indonesia intervinieron para sofocar una manifestacion de refugiados concentrados en esa isla, que denunciaban irregularidades en los procedimientos de admision de solicitantes de asilo, segun la informacion recibida en Sydney. Peter Watters, representante del Ministerio de Inmigracion de Australia en la ciudad de Darwin, interpreto el incremento del arribo de balseros al pais como una consecuencia de la decision de las autoridades de Indonesia de repatriar refugiados. Los balseros "se resisten a volver a su pais" e intentan ganar las costas de Australia "aun a sabiendas de que no seran aceptados como asilados", dijo Watters. El tratado de 1976 garantiza alimento y alojamiento para los emigrantes ilegales en el pais al que lleguen, pero tambien preve el analisis de cada caso para diferenciar los autenticos refugiados de quienes abandonan Indochina por razones economicas. La aceptacion de la solicitud asegura a su titular el asilo en Estados Unidos o en otras naciones mencionadas en el tratado, y los restantes son devueltos a su pais. Segun informes difundidos en Australia, los balseros recibidos en transito en Galang se ven obligados a sobornar a funcionarios indonesios con dinero o sexo para lograr el documento de asilado. Unos 200 balseros se amotinaron en abril en Galang y el orden solo pudo restablecerse el mes pasado en ese lugar, que el gobierno de Indonesia proyecta transformar en zona industrial. A principios de este mes, Australia devolvio a Galang a 57 balseros vietnamitas, e igual decision fue tomada respecto de 13 que llegaron la semana ultima a Darwin. El ministro de Immigracion, Nick Bolkus, argumento que no cabia otra determinacion, pues el gobierno debia honrar las obligaciones internacionales que acepto al firmar el tratado de 1989. "Nuestra legislacion nos impone claramente la devolucion al punto de origen de todas las personas llegadas de los campamentos de la region", declaro Bolkus. El Ministerio de Inmigracion advirtio que los balseros recluidos en Galang deben ser informados que Australia no podra acoger a quienes no logren la aprobacion de su pedido de asilo, que se expide en el mismo campamento. Activistas de derechos humanos manifestaron consternacion respecto del modo en que los balseros son obligados a regresar a los campamentos de los que huyeron. Varias personas deportadas el mes ultimo fueron conducidas esposadas a bordo del avion. Marion Le, presidente de la Asociacion de Refugiados de Indoochina, denuncio que los balseros "son tratados como animales". Reaper expreso que si bien no puede objetar el proposito de Australia de respetar los tratados que ha suscripto, "se han cometido injusticias" en el proceso de clasificacion de aspirantes en Galang. "Si ese proceso presenta defectos, debe ser controlado. De momento, Galang no es lugar para enviar a nadie", agrego. (FIN/IPS/tra-en/ks/cb/ff/pr/94