La cupula militar de Peru supero finalmente la crisis castrense que tenso la situacion politica de este pais desde hace algunas semanas, al ser ratificado en su cargo el general Nicolas Hermoza, jefe del Comando Conjunto de las fuerzas armadadas.
El presidente Alberto Fujimori anuncio el martes la ratificacion del general Hermoza en su alto cargo "porque es un general victorioso en la lucha contra la subversion", luego de inaugurar un centro escolar en Canete, provincia de la costa sur del pais.
El especialista civil Enrique Ovando, dijo este miercoles a una radio local, que "esta declaracion pone fin a las especulaciones e incertidumbres sobre el equilibrio interno en la fuerza armada, importante soporte politico del gobierno de Fujimori".
La virtual desaparicion publica del general Hermoza durante cuatro dias en la ultima semana de noviembre, aun no explicada satisfactoriamente, creo la impresion de una confrontacion interna en los mandos militares, e inclusive genero rumores sobre el riesgo de un golpe de estado.
Parecio entonces que se abria una fisura entre el presidente Fujimori y el general Hermoza, quien desmintio acidamente al primer mandatario sobre su supuesto viaje a Cuba.
Diversos analistas expresaron que Fujimori sopesaba la posibilidad de sustituir a Hermoza por otro jefe militar "menos quemado", y durante los cuatro dias de su desaparicion, el comandante general los dedico a asegurar el respaldo de los jefes con mando de tropa.
El general Hermoza y sus mas importantes subalternos eran cuestionados por incumplimiento de la reglamentacion castrense sobre ascensos y permanencia en los cargos, presunta vinculacion de jefes militares con el narcotrafico y las antiguas denuncias sobre excesos contra los derechos humanos.
Hermoza debio pasar a retiro hace dos anos, pero Fujimori cambio la reglamentacion de permanencia en los rangos mas altos, y lo ratifico en el cargo, decision que frustro a los generales que estaban en linea de carrera y se convirtio en una potencial fuente de tensiones castrenses.
A este factor se suma la demanda de los sectores militares y civiles que reclaman la libertad del general Jaime Salinas, quien en noviembre de 1992 encabezo un frustrado golpe de estado para destituir a Fujimori y al general Hermoza.
Las acusaciones de vinculacion con el narcotrafico se centran directamente sobre el general Eduardo Bellido Mora, ex jefe del comando antisubversivo en la selva central entre 1992 y 1993.
Un coronel, un mayor, un capitan y un teniente, han denunciado al general Bellido de haber utilizado efectivos del ejercito para proteger las exportaciones ilegales realizadas por los narcotraficantes en la selva central.
Un narcotraficante peruano, Denetrio Herrera, capturado en Colombia en enero y extraditado a Peru, declaro a los jueces que entrego entre 10.000 y 15.000 dolares a representantes del general Bellido por cada vuelo con una tonelada de pasta basica que despego de aeropuertos clandestinos en la zona bajo su control.
El general Bellido se encuentra actualmente en Israel como agregado militar peruano y las citaciones judiciales cursadas para que comparezca a explicar su situacion, no han sido acatadas hasta ahora "por sus recargadas labores". (FIN/IPS/al/dm/np/94
