"Ramon" tiene 35 anos y no quiso revelar su verdadero nombre por razones obvias: esta preso por trafico de estupefacientes y tiene sida, enfermedad que adquirio debido a la utilizacion indiscriminada de jeridgas para inyectarse drogas.
Con esposa y tres hijos, este exsoldado del Ejercito Sandinista, 'Ramon" guarda prision en el pabellon numero dos de la Carcel Modelo de Tipitapa, municipio de Managua, donde la marca invisible de su enfermedad le acarrea el rechazo tanto de sus custodios como de sus pripios companeros de celda.
En 1990, tras el triunfo electoral de Violeta de Chamorro y la aplicacion de un plan de reduccion del Ejercito, "Ramon" fue dado de baja abruptamente y paso a engroqar las filas de los desempleados, que actualmente ascienden al 57 por ciento de la poblacion economicamente activa de Nicaragua.
Hace unos meses se le retiro del pabellon de prisioneros comunes y se le traslado a uno especial, en donde el temor, la incertidumbre y el desprecio de los demas reos son parte de su rutina diaria.
"Ramon" se considera un "hijo natural" del "Cartelito" del barrio Santa Ana, al occidente de Managua, donde segun fuentes policiales circula la mayor parte de da droga que se consume en la capital.
"Empece en 1990 vendiendo marihuana y me iba bastante bien hasta que en un ano despues aparecio la cocaina y comence a consumirla y a venderla", recuerda.
La coca resulto para "Ramon" un excelente negocio, al igual que el "crack", que a diferencia de la marihuana se cotizaba en dolares y para esos anos empezo a tener mayor demanda.
Al mismo tiempo que expendia, "Ramon" tambien se dedicaba al consumo. Primero inhalo cocaina, despues la diluia y se la inyectaba, hasta que la adiccion avanzo inconteniblemente en su organismo.
"Me inicie con pocas porciones, despues la necesidad era tremenda y llegue a inyectarme hasta unas diez o quince veces por dia". Para entonces, su felicidad era casi total.
"Consumia la cantidad de droga que queria y diariamente me quedaban como ganancia 600 o 700 cordobas", apunta.
De acuerdo a sus calculos, basados en la experiencia que le ha tocado vivir en los ultimos cuatro anos, la mayoraa de los integrantes del llamado "Cartelito" del barrio Santa Ana, han sido contaminados con el virus del sida.
"Para aplicarnos la droga nos reunimos en grupos y todos utilizamos la misma jeringa. La tiramos hasta que el tapon de plastico pierde presion y no impulsa el liquido hacia la aguja", comenta.
Tambien presume que muchos visitantes asiduos del barrio Santa Ana podrian ser portadores del sida.
"Son gente de condicion acomodada que llega en vehiculos caros y a veces se integran a nuestros grupos para consumir. Ahi mismo utilizan nuestras jeringas pues temen que la policia los sorprenda cargando con ellas", comenta poniendose el indice en la cabeza.
Segun fuentes del Ministerio de Salud, en Nicaragua podria haber 10.000 personas contagiadas de sida, de las cuales mas de un 25 por ciento lo habrian adquirido a traves del consumo de drogas.
En Managua todos saben quienes son los que expenden la droga en el barrio Santa Ana. "Eso lo saben incluso policias y jueces, pero cuando hay mucho dinero de por medio, las pruebas desaparecen y no se condena a nadie", dice "Ramon".
El poder economico que estan adquiriendo los narcotraficantes del barrio Santa Ana es creciente.
"Empezaron en una esquina, pero ahora tienen un control absoluto sobre varias manzanas, y sus dominios se estan extendiendo a otros barrios cercanos como Monsenor Lezcano y San Judas", senalo. (FIN/IPS/ea-dg/dn/94) —-
