Al cumplirse un ano del levantamiento insurgente en el sureno estado mexicano de Chiapas, la guerrilla y el gobierno frenan el lenguaje de las balas con jugadas de ultimo minuto, dibujando en el horizonte de 1995 una nueva e imprevisible caja de Pandora.
No se puede decir que se alejen definitivamente los vientos de guerra pero el lenguaje conciliador y el reconocimiento mutuo de una instancia de mediacion permite prever que proximamente el Ejercito Zapatista de Liberacion Nacional (EZLN) y el gobierno del presidente Ernesto Zedillo dialogaran.
Es aventurado considerar cercano el establecimiento de una paz solida, mas aun cuando de por medio existen demandas como la renuncia del propio presidente, la revision del Tratado de Libre Comercio firmado con Estados Unidos y Canada y el reclamo de profundos cambios en el esquema politico y economico.
Sobre el terreno puede apreciarse que la tension se mantiene. En un recorrido por la zona de conflicto este enviado especial de IPS comprobo un masivo depliegue militar y la existencia de decenas de barricadas.
En algunas zonas de este territorio ejercito y guerrilla estan actualmente a menos de 15 kilometros de distancia.
Como en un estado de virtual guerra, decenas de militares fuertemente armados revisan todo vehiculo y persona que transita por las carreteras, mientras que periodicamente se escuchan y se ven vuelos de helicopteros y aviones del ejercito.
La militarizacion aumento las ultimas semanas al punto de ubicar en la zona a mas de 60.000 efectivos en este estado de 3,5 millones de habitantes, despues de que el EZLN rompiera el cerco militar impuesto en enero.
El avance rebelde se efectuo por infiltracion, sin disparar un solo tiro, ampliando su presencia de cuatro a 38 de los 110 municipios de Chiapas.
La accion insurgente, la mayor desde los 12 dias de combates registrados a inicios de ano, se produjo luego de que los zapatistas indicaron que consideraban rota la tregua armada por la toma de posesion del oficialista Eduardo Robledo como gobernador del estado.
Robledo, que asumio el 8 de diciembre, triunfo en comicios celebrados el 21 de agosto, que los partidos opositores y el EZLN consideraron fraudulentos.
"Los zapatistas mostraron que no son unos pintados, entraron facilito y asi mismo desaparecieron", dijo a IPS Marcos Solis, un campesino del area de conflicto, tras quejarse de la posterior ocupacion y requisas que realizo el ejercito en su comunidad, al buscar armas y complices de la ultima incursion guerrillera.
Apremiado por la creciente tension en Chiapas y el deterioro de su imagen internacional luego de decretar una devaluacion de la moneda, el presidente Zedillo, que aun no cumplio un mes de funciones, dio luz verde a ciertos pedidos del movimiento insurgente y reitero su voluntad de negociar.
El mandatario acepto trabajar con una instancia de mediacion que sus voceros cuestionaban en un principio, pero que el EZLN reconocia, prometio atender inmediatas demandas como la redistribucion de tierras, nombro al Ministerio del Interior su representante en los contactos y detuvo el despliegue militar.
"Es un avance esperanzador, pero aun falta definir como, cuando y bajo que condiciones se reiniciaria el dialogo", declaro a IPS el obispo de San Cristobal de las Casas, Samuel Ruiz, quien desde la semana anterior realiza un ayuno por "una paz justa y digna" en su catedral.
Ruiz, un partidario de la denominada Teologia de la Liberacion, es el jefe de la Comision Nacional de Intermediacion, la instancia mediadora que enlazara en breve al gobierno y al EZLN.
Sentado sobre un sillon frente a un altar de la virgen de Guadalupe, Ruiz continua su ayuno, mientras una docena de personas solidarias con su causa lo acompanan dia y noche, recibe visitantes, lee la Biblia y reflexiona con la gente.
"Con la situacion actual de Chiapas, estamos lanzando desde aqui un grito de justicia a nivel del pais y del exterior", dice, senalando sin tapujos que fueron la injusticia y la marginacion de los pueblos indigenas lo que origino el levantamento armado.
Para suspender su ayuno, al que se han sumado decenas de personalidades de la cultura, la politica y la religion de todo el pais, Ruiz espera la reubicacion de los ejercitos "y asi evitar cualquier peligro de guerra y poder comenzar a construir nuevamente la paz".
En un tono menos solemne y a pocos metros de la catedral, Maria Mendez, una indigena que vende en la plaza central munecos de trapo que representan al subcomandante Marcos, jefe del EZLN, se manifiesta en el mismo sentido. "Ojala no haya guerra, pues eso no sirve a nadie", afirma
Rodeada de tres pequenos hijos, "pues los otros dos estan vendiendo en el mercado", Maria indica que desde que se inicio el conflicto en Chiapas "todo se vende menos: ya ni estos munequitos que antes gustaban a los turistas se compran mucho"'.
Voceros del sector turistico y algunos visitantes de San Cristobal de las Casas coincidieron en senalar que los ingresos en la region bajaron drasticamente desde que se inicio la guerra. (FIN/IPS/dc/dg/np/94
