En las calles de Moscu o Varsovia comenzo a circular un emergente ejercito de ninos vagabundos, delincuentes y desamparados, que nada tienen que envidiar a sus tristemente iguales de Sao Paulo, Santafe de Bogota o Lima.
Si bien en Polonia las autoridades admitieron que no disponen de cifras al respecto, en Rusia las estadisticas oficiales dan cuenta que mas de 250.000 menores deambulan por las principales ciudades, especialmente Moscu y San Petesburgo (ex Leningrado).
Marina Siromolotova, profesora universitaria y sociologa de Moscu, senalo a IPS que "son una nueva clase social resultante del estado desastroso en que se encuentran los centros de rehabilitacion de menores o los orfanatos, producto de la crisis economica que siguio a la disolucion de la Union Sovietica".
"Los ninos de Moscu no son victimas de la guerra ni la orfandad sino son un testimonio de la desintegracion de la familia rusa y de los problemas de alcoholismo y violencia que se vive en los hogares", explico la experta.
En su opinion, esos ninos "estan perdidos en la desesperacion de Moscu y son la vanguardia de una nueva generacion que aprende en las calles algo que ni sus padres o maestros pueden ensenarles y es sobrevivir".
Segun datos de la policia rusa, entre 1992 y 1993 la criminalidad juvenil aumento en un 82,9 por ciento comparado con la epoca comunista.
Siromolotova indico que aunque no hay datos fidedignos de esa epoca, es un hecho comprobado que la tasa de criminalidad subio siete veces mas rapido entre la juventud desde el derrumbe del imperio sovietico que la de otros grupos poblacionales.
El ministerio ruso del Interior informo que la delincuencia juvenil constituye el 16 por ciento del total de crimenes cometidos en el pais.
El punto de vista oficial para explicar el fenomeno habla de malnutricion, deterioro del nivel de educacion, problemas economicos, falta de interes en la escuela y ausencia de planes para la juventud y la ninez.
En Varsovia, nadie lleva la cuenta de los ninos que trabajan en forma ilegal. "Yo no veo problema alguno que un menor quiera tener su propio dinero de bolsillo", declaro Janusz Giemza, supervisor del Centro de Detencion Juvenil de la Policia.
Sin embargo, de acuerdo con el Codigo de Trabajo de noviembre de 1992, es ilegal emplear a ninos menores de 15 anos. Los adolescentes entre 16 y 18 anos solo pueden trabajar si terminaron la escuela primaria.
Karolina Prewecka, una especialista en problemas de la minoridad, afirmo que "esto no se aplica a centenares de ninos pequenos que trabajan en Varsovia para poder comer porque provienen de padres alcoholicos o de bajos ingresos".
En una encuesta publicada por el semanario "La Voz de Varsovia", se afirmo que "la expansion del mercado ilegal de trabajo propicia que muchos ninos encuentren empleo e incluso ganen mas que sus padres".
En la encuesta se cita el caso de Jerzy Grzegorz, de la aldea de Wesola, cercana a Varsovia, quien comenzo a trabajar como albanil en la casa de su vecino.
"Pude ser util aunque mi vecino me pagaba menos que a un obrero normal y no tenia que alimentarme ni pagar seguro social. Ahora dispongo dinero para mis necesidades", dijo Grzegorz, de 14 anos, a sus encuestadores.
La situacion es peor en las areas rurales polacas donde los ninos trabajan, sobre todo durante la cosecha, solo por la comida, senalo Prewecka. "En todo caso es mejor que trabajen y no mendiguen, un fenomeno que ya es preocupante en las ciudades".
Laurent Nagy, un periodista polaco que vive en Moscu, dijo que en la capital rusa se creo un comite especial para afrontar el problema de mas de dos millones de ninos, de los cuales el 60 por ciento sufre de serias deficiencias vitaminicas y son adictos a las drogas o el alcohol.
"Uno de los problemas de los ninos de la calle es que deben pagar parte del dinero que obtienen a las mafias establecidas en la ciudad y controlan los distintos barrios. Esas mafias hacen un verdadero negocio con los menores", dijo Nagy.
Jean Claude, un medico que visito Moscu en representacion del Comite Internacional para la Dignidad del Nino, con sede en Suiza, denuncio la existencia de "graves violaciones a los derechos de los ninos rusos huerfanos y delincuentes".
En un informe divulgado esta semana en Praga, el experto describio el orfanato de Pavlovs, a 30 kilometros de San Petesburgo, y dijo que se asemeja al ex campo de concentracion nazi de Auschwitz, "con decenas de ninos totalmente desnutridos".
La superpoblacion y hacinamiento en las prisiones rusas fue otro punto descripto en el informe. "Los ninos que cometen ofensas menores son llevados a esos centros penitenciarios y muchas veces recluidos en celdas de confinamiento solitario donde padecen suciedad, frio y falta de comida".
Claude senalo que como resultado de esa situacion, los ninos estan dispuestos a hacer cualquier cosa menos ir a la carcel y de esa manera "caen en las redes de las mafias locales que les exigen dinero a cambio de proteccion".
"Por este camino es facil llegar a la delincuencia. La policia rusa admitio que el 20 por ciento de los jovenes consumen drogas, para no hablar de alcoholismo", comento Nagy.
Nagy describio el caso de un nino ruso de la calle que conocio llamado Sasha, de 10 anos, que junto con su pandilla patrulla las inmediaciones de la esquina Pushkin, en Moscu, donde hay un restaurante McDonald.
Sasha sirve a clientes que no desean hacer fila bajo la nieve para comer y les lleva las hamburguesas, papas fritas, refrescos y todo lo que piden a precios mas elevados que luego comparte con los dependientes del restaurante y la mafia callejera organizada. (FIN/IPS/NN/EGO/CW-HR).
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