(Artes y Espectaculos) LIRICA/ITALIA: El mundo de Pavarotti

El fenomeno musical del fin del siglo, la propagacion de la lirica a los grandes publicos de todo el mundo, encontro en el tenor italiano Luciano Pavarotti a uno de sus protagonistas principales.

El cantante se enorgulle de dedicar "todas mis energias fuera del teatro a tratar de llegar al publico en sitios donde no habia opera".

"He ido a todas partes del mundo a dar conciertos. En estadios, plazas, incluso en parques, al extremo que en Nueva York llegamos a tener medio millon de personas en un concierto".

Las presentaciones, con los espanoles Placido Domingo y Jose Carreras, en Roma en 1990 y en Los Angeles en 1994, durante los torneos por la Copa del Mundo de Futbol, llegaron por television a un publico hasta entonces inimaginable para el arte.

Pavarotti ha sido un promotor de la transformacion de la opera en un fenomeno de masas.

"Es algo dificil porque tienes que ir solo, no hay quien vaya contigo. Por el contrario, los otros se quedan atras, te critican y despues aprovechan del resultado", se lamenta.

Pero por encima de todo, "esta conquista de llevar la musica a toda la gente es algo hermoso, pues la musica es de todos. No debe haber elegidos y no hace falta ser genio para comprenderla".

Los conciertos y su mision emprendedora de la lirica lo trasladan a todo el mundo. Vive en aviones, hoteles y escenarios. A su casa familiar de Modena llega esporadicamente y la tarea de entrevistarlo demando mas de una semana de espera a la puerta de su residencia de campo.

En ese ambiente mas recogido aflora otro Pavarotti. El que reconoce sus supersticiones, admite los sacrificios de su carrera y reivindica el papel de las mujeres en su trayectoria.

"Debo decir que las mujeres han sido importantisimas en mi vida y en mi carrera".

"Siempre he vivido rodeado de mujeres, que me han mimado, ayudado, dirigido, que me han dado cosas muy hermosas. Empezando por mi abuela, mi madre, mis dos tias, mi esposa, mis dos cunadas, tres hijas y ocho secretarias", enumera.

"Para no hablar de ciertas senoras de la lirica", desliza, llevando la conversacion a otro terreno. La pregunta siguiente se impone: -Le molesta que en Estados Unidos le tilden de "simbolo sexual"? Replica: -?Y usted, que piensa? -"Yo estoy de acuerdo". -"Entonces, si a usted no le molesta, tampoco a mi".

Se resiste inicialmente a hablar de la abstinencia sexual de los cantantes liricos, considerada necesaria en el periodo de preparacion de los conciertos, pero luego admite que "debemos hacer muchos sacrificios y este es uno de los mas grandes".

La carrera triunfal de Pavarotti a lo largo de 33 anos esta sembrada de otros esfuerzos. El principal es el ejercicio cotidiano de la voz: "siempre, siempre, sin parar. A veces media hora, o dos horas o 10 minutos. No importa cuanto tiempo, pero hay que practicar".

Proviene de una familia modesta "en la cual nunca falto el pan. Mis padres, los dos, trabajaban y verdaderamente nunca vivi la pobreza".

En cambio, "la vi, si, muy de cerca, en las casas de los vecinos. Gente pobre que no tenia ni para comer. Por eso se que la vida no es hermosa para todos. Hay mucha gente que tiene que luchar duro".

De su padre heredo la pasion por el canto. "Mi papa es un tenor y yo trataba de imitarlo. Me subia a las mesas a cantar. Si mi papa es un tenor, me decia, yo soy un tenorcito".

Fernando Pavarotti, el padre, de 83 anos, ofrece otra version. "Mi voz no es educada, la de Luciano es una voz lirica. No se si yo hubiese sido capaz de afrontar lo que el ha afrontado con su voz'.

El padre recuerda que al principio tuvo dudas de la decision de Luciano de dedicarse al canto porque "pensaba que era un arte dificil". Pero "su madre lo estimulo desde el principio".

"Luciano empezo a cantar a los ocho o nueve anos. Era un ninito. Siempre cantaba, incluso bajo la ducha, cantaba La donna e mobile".

"Desde pequeno lo lleve al Coro Rossini. Y en 1955 fuimos a Inglaterra, donde ganamos un primer premio. Cuando volvimos a casa, me dijo: Papa, quiero estudiar canto". "Acepte, aunque le adverti que no era facil y debia hacerlo poco a poco. Pero en esa epoca ya tenia las octavas de un tenor".

"El ya tenia la voz. Estudio seis anos, hizo La Boheme, Lucia, Elixir de Amor, poco a poco todas las operas del genero. Despues se hizo un repertorio mas amplio, Rigoletto, Ballo in Maschera, Traviatas y otras".

Adele, la madre de Luciano, reconoce que lo estimulo desde el primer momento pese a que "al comienzo no estaba convencida sino esperanzada porque sabia que tenia una bella voz, melodica, que llegaba al corazon. Era una cosa del destino".

Luciano Pavarotti, como todos los artistas de la lirica, es sensible a las condiciones fisicas. "Con el tiempo -explica- me di cuenta que la cosa mas importante es la salud".

"Aun siendo pobre, si uno tiene salud, ya tiene algo especial. Si en cambio es rico, pero le faltan la salud y el amor, entonces es mas pobre que los otros", reflexiona.

De descubrir otras debilidades del cantante se ocupa su esposa, Adua Pavarotti, quien refiere que habitualmente se pone nervioso antes de subir a escena. "Hay que tenerle listo en el escenario un clavo curvo", delata.

Adua representa los intereses de su marido en Italia, aunque "aqui canta muy poco. Me encargo de las relaciones publicas en general, mientras que en estados Unidos muchos gerentes se ocupan de sus asuntos".

Del futuro del cantante, su esposa pronostica que "Luciano tiene todavia grandes posibilidades vocales, aunque claro, la oz ha cambiado, pero cambiar no quiere decir necesariamente empeorar". (FIN/IPS/mv/ae/94) (Sigue el Servicio)

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