Las autoridades de Venezuela anunciaron hoy medidas para cortar la estafa que falsos viajeros efectuaban contra el regimen de control de cambios desde hace cuatro meses.
El ministro que coordina la Junta de Administracion Cambiaria, Luis Matos, dijo que ese organismo "cruzara sus sistemas de registros de viajeros con las agencias de viajes y la Direccion de Identificacion", para detectar los "falsos viajeros".
Ademas, en los proximos dias, "se publicara la lista de un numeroso grupo de personas y empresas que han pretendido burlar al sistema cambiario adquiriendo divisas con pasajes que luego no utilizaron", senalo Matos.
"Las personas deberan devolver las divisas si no las utilizan en un plazo perentorio", agrego el ministro.
Desde hace meses, empresarios y otros solicitantes de divisas apelaban al expediente de falsos viajes de conocidos y amigos para proveerse de dolares, y algunos llegaron al extremo de reclutar falsos usuarios con avisos de "viajes gratis" en la prensa.
Senales de alerta dieron paso a la alarma y la semana pasada un integrante de la Junta, Domingo Maza, dijo que el organismo autorizo para viajeros 340 millones de dolares "y esa cantidad no corresponde al movimiento normal de turismo al exterior".
La historia del ingenioso mecanismo comienza el 27 de junio de este ano, cuando el presidente Rafael Caldera ordena un control de cambios para reemplazar la libertad cambiaria que rigio desde 1989.
Dos semanas despues, la Junta cambiaria establece que cada adulto podra utilizar hasta 6.000 dolares anuales -despues se redujeron a 4.000- para viajes al exterior.
Mientras, importadores, deudores y otros negociantes, grandes y pequenos, deben someterse a un mecanismo de registro y solicitud de autorizacion para comprar las divisas que necesitan, al cambio fijo y unico de 170 bolivares por dolar.
Pero los tramites son lentos, pesados y "engorrosos", segun denuncian los empresarios, y en la practica el control funciona durante semanas como una veda a la asignacion de divisas, hasta que Matos, con su consigna de "facil, facil", reemplaza al "duro" ex coordinador de la Junta, Ivan Pulido.
A pesar de que las normas de la Junta prohiben incluso informar sobre si existe un "mercado negro", este florece, y el propio ministro de Hacienda, Julio Sosa, dio cuenta en agosto de que en un mercado paralelo se transan dolares a 185 bolivares.
A las redacciones de prensa llegan informes de desesperados solicitantes de divisas que pagan 190, 200 y mas bolivares por dolar, y noticias del mas practico "ardid" para conseguilos.
Este consiste -o consistio hasta este lunes- en que un falso viajero compra un pasaje aereo a una cercana isla del Caribe, que cuesta entre 100 y 200 dolares, solicita 4.000 dolares a la Junta a traves de su banco y luego los entrega a su financista.
El importador o negociante se hace, con una veintena de amigos o conocidos, por ejemplo, de 80.000 o 100.000 dolares que usara en cancelar un compromiso o, peor aun, en una provechosa reventa.
El viajero-complice pasaba un agradable fin de semana en el exterior, o, en muchos casos, obtenia un ingreso facil y, por anadidura, devolvia el boleto a la agencia de viajes.
Las agencias alertaron a la Junta que numerosas personas estaban devolviendo pasajes sin utilizarlos, mientras la Direccion de Identificacion registraba un "exceso de solicitudes de nuevos pasaportes", indicaron sus responsables.
Las autoridades decidieron intervenir para "enseriar" a los viajeros venezolanos, y en primer lugar, dijo Matos, se dara un plazo de dos a cuatro semanas para que los solicitantes de divisas para viaje las utilicen. Caso contrario, deberan devolverlas.
Los pasajes sellados por haber obtenido dolares no podran reintegrarse, se publicara la lista de quienes infringieron las normas y dara luz verde a otras medidas punitivas.
La Junta ha deplorado este uso irregular e indebido de divisas que el pais requiere para otras importaciones.
De su lado, el diario caraqueno Economia Hoy senalo que, a pesar de la crisis, la importacion de whisky, vino y champan "batio record" este ano, con destino al previsible alto consumo durante las festividades de Navidad y fin de ano. (Fin/IPS/hm-eg/ne/94