Los sectores politicos de Peru reaccionaron de modo diverso ante la invitacion formulada por el presidente Alberto Fujimori a la Organizacion de Estados Americanos (OEA), para que envie observadores que garanticen la transparencia del proceso electoral de abril de 1995.
La invitacion fue formulada por la representante peruana ante la OEA, Beatriz Ramaccioti, al presentar sus credenciales al nuevo secretario general de la organizacion interamericana, el ex presidente colombiano Cesar Gaviria.
En tanto los parlamentarios oficialistas coincidieron en declaraciones de respaldo a la iniciativa gubernamental, la reaccion de los sectores opositores oscilo entre la aprobacion y el escepticismo.
La candidata Mercedes Cabanillas, del partido Aprista, y el congresista Jose Barba, expresaron que la presencia de 40 o 50 observadores no basta para garantizar la pureza de los comicios, "pero seran usados como propaganda por el gobierno".
Por su parte, el congresista Antero Flores, del Partido Popular Cristiano, manifesto su conformidad, pero expreso que "no basta que vengan observadores internacionales, es necesario que les hagan caso".
Los tres dirigentes politicos coincidieron en que el Jurado Electoral y el gobierno deberian conceder un mayor espacio a los sectores civicos nacionales para que supervisen y garanticen la transparencia de los comicios.
El escepticismo de la oposicion es acentuado por la peculiaridad de las eleciones que se avecinan, que seran las primeras en los ultimos 65 anos en las que un presidente en ejercicio compite por la reelecion.
Despues de promover una reforma para cambiar la Constitucion de 1933, que prohibia la reeleccion consecutiva, Fujimori compite con otros catorce candidatos, la mayoria de los cuales lo acusan de aprovechar las ventajas del poder y algunos expresan su temor a un fraude electoral en marcha.
El jurado electoral ha presentado un proyecto de ley para prohibir que el presidente utilice recursos publicos en sus actividades proselitistas, pero la oposicion exige, ademas, que se le prohiba a Fujimori participar en actos publicos como presidente, para que no los aproveche propagandisticamente.
La OEA superviso y dio el visto bueno a los dos procesos electorales que se realizaron despues que Fujimori disolvio ilegalmente el parlamento en abril de 1992: la elecion de un congreso constituyente y el referendo que aprobo las reformas constitucionales.
Algunos opositores acusaron al ex secretario general de la OEA, el brasileno Joao Baena Soarez, de haber sido excesivamente blando con Fujimori, por no haber aceptado como validas sus denuncias sobre presuntas irregularidades electorales. (FIN/IPS/al/dm/np/94