Cubiertas con las mismas sabanas que emplean en su "trabajo" o protegidas de miradas indiscretas con gruesas gafas contra el sol, mas de 400 mujeres propician en estos dias en la capital de Peru una singular protesta para impedir el cierre de su centro de labores.
Son las prostitutas de El Callao, primer puerto del pais, donde ejercen sus actividades desde la decada de 1940. En el grupo bullanguero que protesta en las calles y concede entrevistas a curiosos reporteros, hay mujeres de todas las edades, desde casi adolescentes hasta las que frisan la tercera edad.
Tambien las que aseguran ser profesionales, universitarias y mujeres cargadas de hijos que ignoran a que se dedican sus madres.
"No nos llamen prostitutas, somos trabajadoras sexuales y le hacemos un servicio a la sociedad. Si cierran nuestros locales nos obligaran a trabajar en la calle con todo el riesgo que eso implica", expresa una de ellas, conocida como "Claudia", mientras protege su cara con una toalla.
"No podemos trabajar en otra cosa porque no hay trabajos. Tenemos hijos que alimentar, no nos obliguen a salir a la calle", casi suplica.
"Yo soy profesional, estudie contabilidad en la universidad y ya ves, ?de que me valio? Aqui trabajo desde hace tres anos pero espero algun dia juntar un capitalcito y aunque sea poner una bodega", interviene "Rosalia".
Cada mujer cobra por sus servicios entre 12 y 15 dolares al cambio y atienden un promedio de 10 clientes al dia, seis dias a la semana, obteniendo ingresos por encima del promedio de un profesional laborando en una oficina.
Las autoridades municipales procederan a cerrar los prostibulos por no pagar rentas municipales y estar ubicados en zona urbana.
Para las mujeres se trata de una venganza politica porque cerca solo hay fabricas.
Para ingresar a los prostibulos hay que desviarse unos 500 metros de la avenida principal y recorrer un sendero baldio. Pero a la espalda de uno de ellos se ubica un asentamiento humano (barriada) con cerca de 200 familias.
"Los prostibulos constituyen un mal ejemplo para nuestros hijos, queremos que se vayan", dicen enardecidas las madres de familia de la barriada.
"No tenemos nada contra las trabajadoras sino contra los regentes de los prostibulos que no cumplen con pagar al municipio. Ademas la zona no es propicia para estas actividades", argumenta el director municipal Hector Davila.
Segun versiones no desmentidas, la duena de los lenocinios es una ex prostituta muy famosa por su belleza en la decada del 50 y que hoy es alcaldesa de una de las zonas de mayor produccion de coca en el Peru.
En este pais la prostitucion es legal. En cambio el proxenetismo esta penado con cuatro a 12 anos de prision.
Las prostitutas "legales" se someten a pruebas serologicas cada tres meses. Si pasan el examen se les expide un carnet de sanidad que les permite trabajar en un prostibulo autorizado por ley.
El Ministerio de Salud ha realizado campanas de prevencion del sida en estos lugares. A raiz de esta protesta, por primera vez mujeres periodistas y camaras de television han podido ingresar a los cuartos, comprobando las buenas condiciones de higiene y la profusion de afiches recomendando el uso del condon.
"Nuestros clientes tienen todas las garantias dde que no seran infectados. Aqui todas estamos limpias, algo que no se puede garantizar con una callejera", dice Rosalia.
Tal vez sin saberlo ha tocado un tema que quita el sueno a las autoridades sanitarias del pais: la expansion de la prostitucion callejera y con ello la diseminacion de un riesgo potencial.
Se estima que solo en el centro de Lima funcionan alrededor de 100 prostibulos clandestinos bajo la apariencia de "casas de masaje" en condiciones deplorables de higiene y cuyas trabajadoras estan sometidas a una cruel explotacion.
Una investigacion realizada meses atras por el influyente diario El Comercio puso al descubierto una red de trafico sexual en esa zona, donde se mezclan prostitucion, consumo de drogas y alcohol, desercion escolar y corrupcion de menores porque la mayoria de prostitutas son adolescentes.
De acuerdo con el informe, hay familias enteras dedicadas a esta actividad. Escogen a sus victimas entre las jovenes pobres de las barriadas especialmente del norte de Lima, preferentemente migrantes y/o madres solteras.
Pero la prostitucion callejera se practica no solamente en el centro. Algunos sociologos hablan ya de una ciudad "rosa", porque el oficio se ha extendido por diversas zonas y tiene incluso "categorias sociales": a mas rango social mas seguridad.
En muchas zonas residenciales la prostitucion se realiza "al paso", en el interior de destartalados autos o en los jardines de casas abandonadas. A los clientes parece no importarles la seguridad.
Para las mujeres, el asunto vital es tener un ingreso. "El sida es una invencion de las autoridades para no dejarnos trabajar, pero yo no tengo miedo", es la increible respuesta de Alida, de 42 anos, quien ofrece sus servicios en una importante avenida.
"Mirame cuantos anos de trabajo llevo y nunca me ha pasado nada. A mis clientes no les gustan los condones ni adefesios", anade. Nunca se ha hecho un despistaje serologico.
"Son los casos como ese los que han contribuido a expandir el sida y las enfermedades venereas entre las mujeres", dice el doctor Anibal Escalante, del Programa Nacional contra el SIDA.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, hasta hace unos anos por cada 20 hombres infectados de sida habia una mujer. Ahora hay cuatro hombres por cada mujer infectada. Las estadisticas revelan tambien que a epoca de mayor infeccion ocurre entre los 16 y 25 anos.
Por otro lado, la transmision heterosexual se ha incrementado de 0 por ciento al inicio de la epidemia a 40 por ciento en los casos de sida desarrollado y 60 en casos de infeccion por HIV.
Pero si bien esos son los datos oficiales, nadie sabe lo que ocurre en el mundo informal de la prostitucion callejera, esa que amenaza expandirse aun mas cuando las 400 prostitutas de El Callao se lancen a trabajar en las calles. (FIN/IPS/zp/dg/pr-he/94