Si el gobierno de Argentina creyo que la visita de reconciliacion que realizo esta semana el principe Andres de Inglaterra representa un avance en su estrategia de recuperacion de las islas Malvinas, algunos diplomaticos bajaron las expectativas y otros, directamente, acabaron con la ilusion.
"Todo proceso de reconciliacion es positivo y la visita del principe, en este sentido, contribuye a mejorar las relaciones de Argentina con Gran Bretana. Pero no hay que confundir eso con el tema de Malvinas porque en ese terreno no hubo ningun avance", advirtio a IPS Dante Caputo.
Caputo fue canciller argentino durante el gobierno de Raul Alfonsin (1983-89) y su gestion derivo en el restablecimiento de relaciones diplomaticas con el Reino Unido en 1990, poco despues de la asuncion del presidente Carlos Menem.
Fue ademas delegado de las Naciones Unidas en Haiti hasta su renuncia en septiembre y uno de los gestores del frustrado acuerdo entre el presidente Jean Bertrand Aristide y los militares golpistas haitianos.
El principe Andres protagonizo la primera visita oficial a este pais de un miembro de la familia real britanica tras la guerra de 1982, cuando la dictadura militar ordeno invadir las islas Malvinas, situadas 500 kilometros al este del territorio argentino.
El enfrentamiento, del que participo el propio Andres como piloto de un helicoptero de la marina real britanica, arrojo un saldo de casi 700 muertos argentinos y numerosos heridos y mutilados.
El principe fue recibido con todos los honores por el presidente Menem, quien destaco que "para recuperar (la soberania de) las islas hace falta dialogar".
En el mismo sentido se manifesto el canciller Guido Di Tella, quien considero que "si se quiere recuperar Malvinas hay que aceptar esto (la visita y los honores) como una parte inevitable y necesaria" en ese camino.
Ambos criticaron severamente la protesta realizada por veteranos de guerra y militantes de partidos de izquierda, que quemaron una bandera de Gran Bretana frente a la embajada de ese pais.
Pero para los expertos en diplomacia, la ilusion del gobierno en torno a la posibilidad de abrir un dialogo con Londres sobre el capitulo Malvinas parece mas un producto de los buenos deseos que de un analisis de la realidad.
La embajada britanica en Buenos Aires sostuvo que la visita del hijo de la reina Isabel tuvo como finalidad "promover el espiritu de reconciliacion, con especial atencion en aquellos que tomaron parte y estuvieron afectados por las hostilidades de hace 12 anos".
En este sentido, Andres insto a los argentinos a "olvidar el pasado" y a "mirar hacia adelante", aunque evito hacer algun comentario respecto de la posibilidad de arbir una negociacion por la disputa de soberania sobre las islas.
Tampoco se refirio a la iniciativa en danza de indemnizar a los ciudadanos de Malvinas con fondos del gobierno argentino por la cesion de la soberania de las islas a este pais, que las reclama como propias desde hace mas de un siglo.
El principe hizo su alocucion durante el acto de reinstauracion de la estatua del ex ministro britanico George Canning, la misma que habia sido arrojada al Rio de la Plata por ex combatientes de Malvinas en 1983.
El gesto fue la contrapartida de la instauracion de un monumento al general argentino Jose de San Martin en una plazoleta de Londres, inaugurado este mismo mes en presencia del senador Eduardo Menem, hermano del presidente.
Caputo considero que el actual contexto mundial "es muy favorable a la resolucion de conflictos como el de Malvinas" y recomendo al gobierno argentino que no baje los brazos en su reclamo de soberania.
Sin embargo, sugirio que la mejor estrategia para avanzar en una negociacion pasa por "intensificar" el trabajo en las Naciones Unidas y con la oposicion britanica laborista.
Caputo considero que si bien la postura de los ingleses "no cambiara de un dia para otro", la oposicion britanica muestra "mayor receptividad" hacia la demanda argentina.
Coincidio con esa vision el ex funcionario de la cancilleria Carlos Escude, para quien la visita "es un gesto de buena voluntad de Gran Bretana que tiene escasa relevancia para la politica exterior argentina".
"No quiero desvalorizar la visita, pero creo que fue atractiva unicamente para el mundo de la frivolidad", opino.
Lucio Garcia del Solar, ex embajador argentino en Londres, sostuvo a su vez que la visita "es signo de confraternidad". Pero reconocio que fue programada en terminos mas modestos y luego se le dio caracter protocolar, por iniciativa argentina.
Los gestos de reconciliacion del principe, quien tambien estrecho las manos de los actuales jefes militares que combatieron en Malvinas, contribuiran a mejorar las relaciones con Gran Bretana, que tiene inversiones por mil millones de dolares en Argentina, segun el mismo anuncio.
Pero el camino hacia la recuperacion pacifica de las islas, que Menem proyecta concretar en los proximos anos en caso de ser reelecto, parece todavia una ilusion, segun la lectura que hacen los expertos a la hora del balance. (FIN/IPS/mv/dg/np-ip/94