En 1980, el gobierno frances hizo entrega a Haiti de una faja de asfalto de 40 kilometros llamada "ruta de la amistad", que une esta capital del departamento del Sudeste con Puerto Principe.
Sin mantenimiento regular, esta ruta se mantuvo en servicio y fue considerada como una de las pocas transitables del pais caribeno hasta las inundaciones causadas por el ciclon Gordon.
Hoy, en esta "ruta de la amistad" construida a mas de 2.000 metros de altura, son los soldados estadounidenses que cumplen tareas en la "operacion restaurar la democracia" quienes trabajan dia y noche para liberar la via obstruida desde el dia 13 por toneladas de barro y arena.
Las "madam Sara" (nombre dado en Haiti a las campesinas dedicadas a la comercializacion de productos agricolas) se lamentan de haber perdido mucho dinero en los dias siguientes a las inundaciones.
"Hemos perdido todo. No hemos podido viajar y transportar nuestros productos a la ciudad. Hemos perdido las cosechas y a mas de un mes del inicio del periodo escolar no he podido enviar mis hijos a la escuela", dijo una de ellas con tono abatido.
Dona Saint Hilaire, un camionero que ha sufrido serios contratiempos la semana pasada debido a las inundaciones, dijo que la situacion ha mejorado "desde que los 'blancos' (soldados estadounidenses) trabajan para desbloquear la ruta".
Lamentablemente, los "blancos" no pueden hacer milagros en los 80 kilometros que unen Puerto Principe a Jacmel. Muchos puentes importantes se han desplomado y para llegar a la ciudad los viajeros deben atravesar los lechos de los rios a pie.
Los vehiculos de transporte publico permanecen estacionados y solo unos pocos todo terreno lograron llegar a Jacmel el martes pasado, atravesando los dos principales rios por vias construidas artesanalmente.
Para llegar a esta ciudad son necesarias entre cinco y 12 horas de viaje por carretera, pero los barcos procedentes de la capital con cargas de ayuda de urgencia emplean 36 horas.
Despues de las inundaciones que acompanaron al ciclon Gordon, todos los dias se descubren cadaveres. El alcalde de Jacmel, Claude Bernard Craan, estima entre 3.000 y 5.000 el numero de muertos y desaparecidos.
"Las aguas han arrastrado a numerosas personas, pero muchas muertes se debieron a deslizamientos de tierras. El problema es ante todo ecologico. No hay proteccion de la tierra cultivable y los suelos muy usados van directamente al mar", dijo Craan.
En su opinion, esta catastrofe se debe basicamente a la deforestacion acelerada de las montanas.
En la periferia de Jacmel, 60 personas han muerto y 2.000 casas sufrieron danos y un centro de emergencia instalado por las autoridades alberga a 2.000 damnificados, informo el alcalde.
Una evaluacion preliminar revelo que entre 800 y 1.000 personas habrian muerto en Marbial, una localidad de 6.000 habitantes a unos 10 kilometros de Jacmel, mientras que 120 perdieron la vida en Lafond, otra localidad proxima.
En la region, numerosas familias fueron arrastradas por las aguas y el alcalde de Jacmel estima en 40 millones de dolares las perdidas en la agricultura y en unos 80 millones en infraestructuras.
Segun los primeros informes recibidos durante la tercera semana de noviembre por un comite de urgencia instalado por las autoridades, 500 cabezas de ganado y 10.000 aves habrian sido arrastradas por el agua.
Los cultivos y la ganaderia resultaron destruidos en 70 por ciento, lo que permite prever una gran hambruna en las proximas semanas, segun el alcalde.
La ayuda alimentaria de urgencia enviada el domingo pasado por el gobierno, con apoyo de agencias de cooperacion, organizaciones no gubernamentales (ONG) y el ejercito estadounidense no durara mas que ocho dias, senalaron miembros del comite.
Esta ayuda, que se embarco hacia Jacmel ocho dias despues de la catastrofe, no llegara a las zonas donde se produjeron los mayores danos.
"Como se puede constatar, no podemos llegar a las zonas mas afectadas, como Marbial, La Montagne, Lafond y Fond Melon, pero informes que nos suministro el cura parroco de la region reflejan un espectaculo de desolacion", dijo el alcalde de Jacmel.
Un ingeniero haitiano del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ya habia declarado a una radio local al comienzo de esta semana que ni siquiera los helicopteros del ejercito estadounidense se atrevian a ir a ciertas zonas.
Organismos de cooperacion y ONG locales han hecho promesas de ayuda que aun no se concretan.
Los riesgos de epidemia son altos. El agua esta contaminada y los 320.000 litros de agua potable suministrados diariamente por el ejercito estadounidense no son suficientes para una poblacion estimada en mas de 100.000 personas.
El alcalde de Jacmel reconocio que la ayuda y los medios son muy limitados, pero no culpa de esta situacion al gobierno central, sino que la atribuye mas bien a la destruccion del aparato del estado ocasionada por el golpe militar que derroco al presidente Jean Bertrand Aristide, en septiembre de 1991. (FIN/IPS/tra-fr/imc/ag/94