Las tensas relaciones del presidente luso Mario Soares con el gobierno angoleno, hicieron abortar la cumbre de jefes de estado y gobierno de los siete paises de lengua portuguesa, coincidieron hoy analistas y diplomaticos.
Los mandatarios de Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique, Portugal y Santo Tome-Principe, deberian haber celebrado el 29 de noviembre en Lisboa, la cumbre constitutiva de la Comunidad de Paises de Lengua Portuguesa (CPLP), un proyecto de cooperacion total entre los 219 millones de lusofonos.
Esta fue la segunda postergacion de la cumbre lusofona. La primera reunion programada, en julio de este ano, no se realizo por la inasistencia del presidente brasileno Itamar Franco.
Pese al esfuerzo diplomatico desplegado por Brasil, la embajada de Angola en Lisboa anuncio que el presidente Jose Eduardo dos Santos no viajaria a Portugal el martes, en protesta por el tono "poco correcto e injusto" de Soares durante la ofensiva de Luanda a Huambo, el ex bastion de la rebelde UNITA en el centro del pais.
Poco despues, tambien el presidente mozambiqueno, Joaquim Chissano, anunciaba su desercion porque, segun explico, "en los momentos que vive mi pais, un viaje a Portugal significaria ausentarme por un minimo de cuatro dias, lo que es imposible".
En vispera de la caida de Huambo, a inicios de este mes, Soares recibio una llamada telefonica del lider de la Union Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), Jonas Savimbi, "con ruido de fondo de bombardeos", segun el presidente portugues, tras lo cual insto a cesar los combates.
En la optica angolena, esto constituyo "una intromision abusiva" en asuntos internos de esa ex colonia portuguesa del Africa Austral.
En declaraciones a la prensa, el embajador angoleno Rui Mingas dijo que su pais "continua solidario con la creacion de la CPLP, pero no creemos que este sea el momento de celebrar la cumbre, debido al clima de repudio al gobierno y nuestro jefe de estado creado en Portugal", a raiz de las declaraciones de Soares.
Soares, por su parte, declino responsabilidades y rechazo haber criticado al gobierno de Luanda.
"Yo hice apelos a ambas partes para parar los combates", dijo y recordo que "hable con el doctor Savimbi porque me telefoneo y, si el presidente Dos Santos me hubiese llamado, tambien habria hablado con el, pero no lo hizo".
"Culparme a mi ahora, seria como culpar al Papa (Juan Pablo II) o (el presidente estadounidense Bill) Clinton, que dijeron mucho mas que yo", concluyo Soares, molesto por la actitud de Luanda.
Los analistas locales coincidieron que, mas que las declaraciones de Soares, el rechazo angoleno se debio al contexto en que se produjeron y considerando la larga historia del contensioso entre Luanda y el mandatario lusitano.
Por una parte, las relaciones entre Portugal y Angola a nivel de gobiernos, aunque resulte paradojal, han sido de excelente nivel entre el ejecutivo de centro derecha liberal del primer ministro Anibal Cavaco e Silva y de izquierda de Dos Santos.
Por el contrario, los lazos entre vastos sectores del opositor Partido Socialista (PS) mientras Soares fue primer ministro en la decada de 1970, y en anos posteriores como principal partido opositor, fueron dificiles con Luanda y de buen nivel con la UNITA.
Otros hechos que han molestado a Luanda, han sido las estrechas relaciones con la UNITA de Joao Soares, hijo del mandatario y lider de una de las tres tendencias del PS, y que Fatima Roque, alta dirigente de la organizacion de Savimbi, tiene las puertas del palacio presidencial de Belem permenentemente abiertas.
El gobierno de Dos Santos no escondio su molestia el ano pasado cuando Soares recibio en Belem al jefe militar de la UNITA, general Arlindo Chenda da Pena Ben-Ben.
Cavaco e Silva se nego a conceder audiencia al general rebelde, aumentando el tono de los ataques de Savimbi al gobierno de Lisboa, que acuso al primer ministro de "enriquecerse vendiendo armas a Luanda" y califico de "garoto" (muchachito) al joven canciller luso Jose Manuel Durao Barroso.
Segun el analista luso Eduardo Mascarenhas, las verdaderas razones del fracaso de la cumbre de la CPLP podrian encontrarse el pasado fin de semana, cuando Luanda hizo saber, informalmente, que no veia con buenos ojos "el paternalismo con que brasilenos y portugueses estan tratando a los africanos". (FIN/IPS/MD/EGO/RP).
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